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Los meses de calor pueden ser un desafío para nuestros felinos. Durante el verano, los gatos pueden sufrir varios problemas relacionados con el calor que afectan su salud y bienestar.

Golpes de calor, deshidratación, quemaduras en la piel y en las almohadillas, alteraciones en el comportamiento. El calor provoca cambios en la conducta felina, como aumento de la somnolencia, menor actividad, búsqueda constante de lugares frescos, menor apetito y mayor irritabilidad o estrés.

Para evitar estos problemas, es fundamental garantizar un ambiente fresco, acceso constante a agua limpia y fresca, alimentación adecuada que incluya comida húmeda, y evitar la exposición directa al sol en las horas más calurosas del día.

Ofrecer snacks veraniegos y caseros es una excelente forma de ayudar a que nuestros gatos se mantengan frescos, hidratados y felices durante los días calurosos. Aquí tienes varias ideas fáciles y saludables para preparar en casa, diseñadas para la salud felina.

Helados y polos refrescantes

Helado de arándanos para gatos

Prepara un snack hidratante y antioxidante combinando agua fresca con un puñado pequeño de arándanos azules, ideales para gatos por su bajo nivel de azúcar y beneficios antioxidantes.

Tritura los arándanos hasta obtener un puré, mézclalo con agua y vierte la mezcla en una cubitera de hielo. Antes de congelar, puedes añadir un par de croquetas secas para estimular su interés.

Un gato mirando los peces dentro la sartén. Istock

Congela durante 4-5 horas y ofrece uno o dos cubitos en un bol aparte, permitiendo que tu gato lo lama mientras se refresca.

Polos de salmón y hierba gatera

Desmigaja 40 g de salmón cocido (al vapor o hervido, sin sal ni piel) y mézclalo con una pizca de hierba gatera seca y 50 ml de agua. Remueve bien hasta que la hierba quede distribuida y coloca la mezcla en pequeños moldes para polos o en una bandeja de cubitos.

Congela durante varias horas. Este snack despierta el olfato del gato gracias al aroma del salmón y la hierba gatera, convirtiéndolo en un regalo irresistible y refrescante.

Cubitos de calabaza e hígado de pollo

Cuece 60 g de hígado de pollo y bátelo junto a 2 cucharadas de puré de calabaza y 50 ml de agua o leche especial para gatos. Vierte la mezcla semilíquida en compartimentos de una cubitera.

Congela y sirve uno o dos cubitos en el comedero durante los días de más calor, vigilando siempre la aceptación y la cantidad.

Bocaditos y galletitas ligeras

Churu casero de atún

Escurre una lata de atún al natural (sin sal ni condimentos) y mezcla su contenido con 30 ml de agua. Procesa la mezcla hasta obtener una textura cremosa y homogénea similar a los conocidos "churus".

Puedes repartir la crema en pequeñas bolsitas o cubiteras y congelar. Sírvele a tu gato en pequeños tubos (tipo premio en pasta) o directamente desde una cuchara.

Bolitas horneadas de salmón y avena

Mezcla 50 g de salmón enlatado (sin sal ni aceite) con 2 cucharadas de avena cocida y 1 huevo batido. Forma pequeñas bolas con la masa y colócalas en una bandeja de horno cubierta con papel vegetal.

Hornea a 180 °C durante 15 minutos o hasta que estén doradas y firmes. Deja enfriar antes de servirlas. Puedes refrigerarlas o congelarlas para permitir que tu gato las disfrute fresquitas.

Galletitas de pollo y calabaza

Tritura 70 g de pechuga de pollo cocida junto con 2 cucharadas de puré de calabaza y añade algo de harina de trigo integral, hasta obtener una masa maleable.

Con las manos, forma pequeñas galletas planas y colócalas en una bandeja de horno. Hornea a 170 °C durante 12-15 minutos. Una vez frías, consérvalas en nevera y, si lo deseas, congélalas para ofrecérselas a tu gato frías un día de calor.

Patés y purés fríos

Paté de sardinas y calabacín

Limpia y cocina una pequeña sardina (sin espinas) y un trozo de calabacín. Mézclalos con 1 cucharada de copos de avena remojados y tritura hasta conseguir una textura de paté. Deja enfriar en la nevera y sirve en pequeñas raciones, perfecto para una merienda fresca y nutritiva.

Purés fríos de pollo o pescado

Cocina trozos de pechuga de pollo o pescado blanco sin sal y bátelos con un poco de su caldo de cocción hasta obtener un puré suave. Deja enfriar completamente en la nevera antes de ofrecer unas cucharadas como snack.

El puré durará hasta tres días en la nevera y, si no, puedes congelar porciones para tener siempre una alternativa fresca a mano. 

Snacks sencillos y deshidratados

Tiritas de carne o pescado deshidratados

Corta tiras finas de pechuga de pollo o filete de pescado. Colócalas en una bandeja para horno y deshidrata a 90 °C durante 2-3 horas, hasta que queden secas y crujientes. Deja enfriar y ofrece directamente o guarda en un recipiente hermético en la nevera.

Cubitos de frutas seguras

Ofrece de manera ocasional cubitos pequeños de melón o sandía (siempre sin semillas ni cáscara) para permitir un aporte extra de hidratación y frescor. Sirve en mínimas cantidades y bajo tu supervisión.

Consejos importantes

  • Usa siempre ingredientes aptos para gatos, evitando sal, azúcar, ajo, cebolla, chocolate, uvas, cítricos y lactosa.
  • Los snacks deben complementar la dieta habitual, no reemplazar comidas.

  • Introduce cada receta poco a poco para identificar posibles intolerancias.

  • Supervisa a tu gato ante cualquier alimento nuevo, sobre todo con el calor y la textura de los snacks fríos.