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El verano suele asociarse con escapadas, rutas por carretera, chapuzones en la playa y largas jornadas al aire libre. Pero para quienes conviven con perros o gatos, también puede ser una época de estrés, urgencias veterinarias y gastos inesperados.

Mareos en el coche, picaduras, golpes de calor o intoxicaciones son solo algunos de los incidentes más frecuentes durante las vacaciones, tanto en destinos nacionales como internacionales.

Según datos internos de Barkibu, plataforma especializada en seguros veterinarios, más del 30% de las urgencias se registran en verano y están directamente relacionadas con situaciones ocurridas fuera del hogar.

Muchas de ellas acaban en la clínica, con facturas que fácilmente superan los 200 euros. Por eso, contar con un seguro, sobre todo en esta época, se vuelve fundamental.

Los problemas más comunes

Los golpes de calor son uno de los riesgos más peligrosos del verano, especialmente en razas braquicéfalas como los bulldogs o carlinos. Un tratamiento completo puede alcanzar los 150 euros, a lo que habría que sumar entre 80 y 100 euros más por la consulta veterinaria.

En excursiones o rutas al aire libre, los accidentes también son frecuentes: heridas en las patas, esguinces o intoxicaciones por ingerir plantas u otros elementos. En los casos más graves, el coste de tratamiento puede ascender a 2.000 euros.

También son habituales los problemas digestivos, provocados por cambios de entorno o de alimentación. Tratar una intoxicación alimentaria puede costar entre 150 y 500 euros, dependiendo de la gravedad.

Otro riesgo típico del verano son las alergias o infecciones causadas por picaduras de insectos o por el contacto con agua estancada. Entre medicamentos y revisiones, los tratamientos suelen oscilar entre 80 y 300 euros por episodio.

Y no hay que olvidar las temidas espigas: en el mejor de los casos, su retirada puede costar a partir de 50 euros, pero si perforan tejidos internos, el tratamiento puede superar los 1.000 euros.

Cuidar a tu mascota

Ante este tipo de imprevistos, cada vez más tutores optan por contratar un seguro veterinario que cubra este tipo de urgencias. En línea con esta tendencia, muchas aseguradoras han lanzado campañas estivales centradas en garantizar unas vacaciones tranquilas para quienes viajan con sus animales de compañía.

Barkibu es un seguro veterinario digital, que cubre hasta el 80% de los gastos derivados de enfermedades o accidentes y el 100% de las vacunas, tanto en España como en el extranjero.

Esta cobertura es válida en todos los centros veterinarios, incluidos los de la Unión Europea y Reino Unido, lo que permite a los tutores desplazarse con total tranquilidad.

Un veterinario con un gato en los brazos. Istock

Además, proporcionan una Barkibu Card, una tarjeta innovadora que elimina la necesidad de adelantar el coste en la clínica veterinaria. Esta solución no solo facilita la atención inmediata, sino que también es válida durante un periodo de hasta seis meses fuera del país.

Además de ofrecer cobertura sanitaria, Barkibu incorpora un componente solidario. Cada vez que un usuario paga una factura veterinaria, recibe un 3% de cashback que puede utilizar para reducir su cuota mensual o donar a protectoras y refugios de animales en toda España. Un gesto especialmente importante en verano, cuando aumentan los abandonos.

Su modelo 100% digital permite acudir a cualquier veterinario, subir la factura desde la app y recibir el reembolso sin papeleo. De esta forma, cada acto de cuidado individual se convierte en una oportunidad para ayudar a otros animales, sumando protección, ahorro y responsabilidad social en un solo servicio.

Cobertura personalizada

Otra de las aseguradoras más relevantes en el ámbito de la salud animal es SantéVet, compañía francesa especializada en seguros veterinarios y con una fuerte presencia en España desde hace varios años.

Su modelo se basa en ofrecer una cobertura médica amplia, personalizable y sin restricciones de clínica, lo que permite a los tutores acudir al centro veterinario que elijan, tanto dentro como fuera del país.

SantéVet propone distintos niveles de póliza (básico, intermedio y completo) que cubren desde consultas y urgencias hasta hospitalización, intervenciones quirúrgicas, análisis y medicamentos. Además, incluye la posibilidad de contratar módulos adicionales para vacunas, prevención o asistencia por robo o extravío.

Como Barkibu, permite al usuario pagar la factura en clínica y, posteriormente, recibir el reembolso directamente en su cuenta tras subir la documentación a través de la app. Además, SantéVet ha reforzado su apuesta digital con una plataforma renovada, atención al cliente especializada y asistencia veterinaria 24 horas mediante videollamada.

En los últimos años, también ha ampliado su cobertura para gatos, tradicionalmente menos asegurados, y ha mejorado su presencia internacional, especialmente en países del entorno europeo.

Un respaldo legal

En un contexto donde los animales son reconocidos como seres sintientes por la legislación española y europea, contar con herramientas legales rigurosas se vuelve crucial. No solo para tutores particulares, sino también para abogados, clínicas veterinarias y entidades protectoras.

Aunque Perivet no ofrece pólizas de salud como las aseguradoras tradicionales, cumple un papel clave en el ámbito legal relacionado con los animales.

Se trata de una plataforma de peritaje veterinario que elabora informes técnicos y jurídicos en casos de negligencia médica, disputas por responsabilidad civil, conflictos entre particulares (como custodia o compraventa de animales), y denuncias por maltrato.

Su intervención resulta esencial cuando los problemas de salud de una mascota acaban en los tribunales. Perivet aporta herramientas expertas que permiten fundamentar reclamaciones o defender derechos, tanto de tutores como de profesionales del sector.

En definitiva, mientras los seguros veterinarios como Barkibu o SantéVet protegen la salud física de los animales, Perivet ofrece una protección legal clave cuando lo que está en juego es la justicia.