Las claves
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Francisco Toro Mansilla estuvo destinado como Guardia Civil en Bilbao —durante los años del plomo—, en Barcelona y en Baleares. Sin embargo, él siempre quiso servir al Cuerpo en Madrid. “Y los últimos 25 años de mi carrera estuve prácticamente aquí”, cuenta en conversación con EL ESPAÑOL. Pero, claro, eran otros tiempos. Entonces, “nosotros sí queríamos trabajar en la capital porque te ofrecía mejores posibilidades laborales, era más fácil ascender...”, explica el ya capitan retirado, miembro del RAGCE (Retirados Asociacods de la Guardia Civil de España).
Ahora, la situación ha cambiado. Los sindicatos de la Guardia Civil llevan tiempo alertando del “preocupante déficit” de efectivos en la Comunidad de Madrid. En total, faltan 2.000 agentes —aunque cobren 2.000 euros—. Sobre todo, en los pueblos de la sierra, donde los delitos crecieron un 20% el pasado verano.
Algunos cuarteles, como el de Torrelaguna, dan servicio a ocho municipios: Cabanillas, Patones, Venturada, Redeña, Torremocha, Berrueco y La Cabrera. “El ministro del Interior y el delegado del Gobierno deben ampliar los efectivos de Policía y Guardia Civil en la Comunidad de Madrid y dotar con urgencia de más y mejores medios a los magníficos profesionales que tenemos en la región”, pide Miguel Ángel García Martín, consejero de Presidencia, Justicia y Administración Local del Ejecutivo autonómico.
Guardia civil.
Pero, ¿por qué los guardias civiles no quieren estar destinados en Madrid? “El déficit actual de efectivos está directamente relacionado con las dificultades de atraer y retener a agentes en Madrid, que se enfrentan a problemas como el coste de la vivienda y la vida”, explican desde los sindicatos.
“Es imprescindible establecer incentivos profesionales y económicos, como la implementación de un plus de capitalidad y la consideración de la profesión como grupo de riesgo. El déficit evidencia la necesidad de un plan integral de refuerzo por parte del Ministerio del Interior”, piden.
Diferencias
Francisco Toro Mansilla entiende perfectamente por qué ahora los guardias civiles prefieren estar destinados en otros puntos de España. “Cuando yo estaba en el Cuerpo ganaba 22.000 pesetas, que parece poco, pero rentaba más en aquella época. Era más fácil comprar una vivienda que con el sueldo de ahora”, cuenta.
Entonces, los guardias civiles como Francisco elegían Madrid de cara a desarrollar una carrera dentro del cuerpo. “Madrid tiene y ofrece más posibilidades. Hay muchas cosas que, de no estar aquí, no puedes hacer si vives en otra provincia”, explica.
El problema, en cualquier caso, radica, según el propio Francisco, en que todos los guardias civiles ganan lo mismo en cualquier parte de España. “Sólo en las islas, donde tienen un plus de insularidad, perciben algo más”. “Entonces, claro, muchos deciden no venir aquí por el tema de la vivienda. Al final, tienen el mismo sueldo y el doble o el triple de gasto en Madrid”, añade.
¿La solución? Una de las posibles soluciones sería incluir un plus por capitalidad. “Los policías que están en grandes ciudades ganan algo más. En la Guardia Civil eso no existe y sería una buena solución”, reconoce Francisco Toro.
