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En la calle del Tesillo 1, en el madrileño municipio de Fuenlabrada, se alza, imponente, el mural Niños Perdidos, del grafitero y artista urbano Murfin. Mientras lo contempla durante la lluviosa tarde del pasado viernes, recuerda "el sol y el calor" que hizo durante los 8 días de septiembre que tardó en completarlo.

Y es que este mural, que muestra "el mundo interior que tienen todos los niños" y también representa "ese animal que todos tenemos dentro", ha sido seleccionado para competir por el premio al Mejor Mural del Mundo.

Justo debajo de su obra, ubicada en la fachada de un edificio de 4 pisos situado en una plaza con un parque infantil, el artista Murfin, o Manuel, un joven de 31 años originario de Linares, en Jaén, cuenta a Madrid Total cómo fueron sus primeros pasos en el mundo del arte urbano antes de que sus obras llegaran a competir entre las mejores del mundo.

El artista Murfin junto a su mural Niños Perdidos, ubicado en Fuenlabrada. Cristina Villarino

"Empecé pintando grafitis con 9 años. Desde pequeño me gustaba el mundo del rap y el hip-hop y en una revista sobre este tipo de música vi los botes de espray de los grafiteros. Desde que me compré uno e hice mi primera firma, supe que quería dedicarme al arte urbano", relata.

Sus primeros proyectos fueron "encargos" que le hacían "sus propios vecinos": "Poco a poco comencé a ganar dinero con ello y empecé a conocer artistas, muchos de ellos de Linares, a los que veía como referentes y me di cuenta de que era posible vivir del arte".

De hecho, explica que, para él, "poder vivir del arte" supone "un gran triunfo", pero apunta a que hay "mucho trabajo y dedicación detrás". "Me di cuenta de que podía vivir de mis obras cuando tenía 21 años, pero he hecho de todo, he pintado persianas, he hecho logos... Como empecé tan joven, muchos clientes no se creían que yo fuera el que les iba a hacer una pintura", cuenta.

El trabajo de Murfin no se encuentra solo en España, sino que este joven artista ha trabajado en otros países "como Francia, Italia, Marruecos, Hong Kong o Singapur". En este último país, este artista tiene la sede de su galería.

El artista Murfin junto a su mural Niños Perdidos, ubicado en Fuenlabrada. Cristina Villarino

Sobre Niños Perdidos, Murfin cuenta que todo empezó "por el proyecto Museo de Arte Urbano de Fuenlabrada (MAUF)": "Personalmente, creo que en Madrid es de los proyectos más potentes que hay, por su longevidad y por la calidad de los artistas que han traído, muchos de ellos referentes mundiales".

"Me contactaron para hacer un mural y les gustó la idea que les propuse. El arte urbano está en la calle y el 'lienzo' te viene dado, te tienes que adaptar a la arquitectura del entorno, como esta fachada de ladrillos. Eso tiene mucho peso para mí y en este caso decidí pintar también los balcones de casas contiguas para que el mural se adaptara bien al entorno y se expandiera todo lo posible", explica.

El mural muestra en primer plano "un niño con una mirada potente y desafiante" y tiene "un cocodrilo abrazado". "El mundo que estoy representando últimamente está lleno de fantasía y la inocencia y la fragilidad de los niños son unos temas que me interesan y me gustan mucho. Además, hay un parque infantil justo al lado", apunta.

Murfin trata de "cambiar el entorno" con sus murales: "Me gusta generar un ambiente positivo con mis obras. De momento, Niños Perdidos ha tenido muy buena aceptación entre los vecinos de la plaza, les ha gustado mucho".

El mural Niños Perdidos, ubicado en Fuenlabrada. Cristina Villarino

Sobre el competitivo y complejo mundo del arte, Murfin cuenta que se debe "quitar la romantización" que tiene y "trabajar muy duro" para lograr los objetivos personales.

"Hay que ser constante, ser disciplinado y también trabajador. Al final, si buscas ganarte la vida a través de tus obras, es necesario tomárselo muy en serio. El mundo del arte urbano es igual de competitivo que el de las galerías, a pesar de que tienen diferencias", cuenta.

Este artista explica que ahora está habiendo "una verdadera explosión de arte urbano en todo el mundo": "Es la vanguardia y el arte del siglo XXI. Nunca en la historia se habían hecho tantos murales, y de tanta calidad, como los que hay ahora. En un año se producen miles".

A pesar de haber estudiado Ilustración en una escuela, Murfin aprendió su técnica "a través de ensayo y error". "Creo que cualquier camino es válido, pero al final, tienes que poner las manos en la masa y ponerte a pintar. El mural es más complejo, en ninguna escuela de bellas artes te van a proporcionar una fachada y una grúa, por eso creo que es importante ponerse manos a la obra".

Murfin durante su entrevista con Madrid Total. Cristina Villarino

Murfin participará en la edición de este año de Muraltalaz, una iniciativa que busca reforzar el sentimiento de identidad de los residentes de Moratalaz a través del arte urbano.

Para concluir su entrevista con EL ESPAÑOL, Murfin da una serie de consejos a todos los que quieran dedicarse al arte urbano: "Empezar poco a poco, que pintar sea un gusto para ti, no dejarlo y ser muy constante".

El Ayuntamiento de Fuenlabrada sorteará entre todas aquellas personas que voten como mejor mural del mundo ‘Niños Perdidos’ de Murfin, un viaje a Berlín para dos personas.

El mural ha sido seleccionado para competir por el premio al Mejor Mural del Mundo de este mes, y necesita del voto ciudadano para optar a ser mejor mural del mundo 2025 según la plataforma Street Art Cities.