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"Como un pulpo en un garaje". Eso es lo que pensaron los sanitarios y pacientes del Hospital Gregorio Marañón, en Madrid, al ver la gran obra que preside la sala de admisiones del área de Medicina Nuclear: una composición con 85 pruebas PET (para detectar trastornos cerebrales) que intenta recrear el rosetón de la catedral de León.

"La gente se sorprendía al ver esa obra de arte allí. Se hacían fotos", recuerda Rafael Díaz del día que instalaron su creación. Ahora solo es una de las muchas que decoran los espacios de dicho departamento.

Y es que el área del hospital se ha convertido en una suerte de museo de arte contemporáneo con un proyecto peculiar: las obras están hechas con pruebas diagnósticas de los propios pacientes. El objetivo es humanizar a través de estas pinturas y "transmitir esperanza".

Bajo el nombre de Esclimética (la unión de las palabras Esculapio, dios griego de la medicina; la práctica clínica y la ética), Díaz ha querido unir medicina y arte para crear experiencias estéticas para los pacientes.

Él mismo es a la vez médico (especializado en cuidados paliativos) y artista. Natural de El Salvador -y en Madrid desde hace 23 años-, empezó a fraguar la idea de juntar estas dos prácticas mientras estudiaba la carrera en su país. "Una de mis primeras obras conceptuales de este tipo fue haciendo prácticas en una unidad de cuidados intensivos. Vi un electrocardiograma (que muestra el último latido de una persona antes de morir) y comprendí que, transformado en arte, podría ser un gran comunicador de problemáticas como la salud, la vulnerabilidad...".

Esclimética

Así, el autor de esta iniciativa comenzó a explorarla y perfeccionarla en el año 1998. Recogía pruebas de distinta índole (como Mini-Mental o los test del reloj, para evaluar síntomas de demencia o Alzheimer) para transformarlas de algo clínico a algo artístico y comunicativo.

Años después, en 2019, tuvo la oportunidad de exponer algunas de esas obras en La Casa Encendida, en Madrid. Una muestra para la que decidió solicitar las pruebas PET al departamento de Medicina Nuclear del Gregorio Marañón para realizar su espectacular rosetón.

Rafael Díaz con su vidriera hecha con pruebas PET. Sara Fernández

"Quería recrear esa vidriera gótica, cambiando las figuras religiosas por cerebros. La idea era transmitir que los hospitales son actualmente las grandes catedrales donde se hacen realidad los milagros a través de la ciencia", explica.

Juan Carlos Alonso, jefe del Servicio de Medicina Nuclear del hospital, fue el encargado de pedir los permisos necesarios para poder proporcionarle dichos documentos. "Es un hombre que tiene una visión muy amplia. Creyó en el proyecto y arriesgó", cuenta el artista, que le acabó invitando a la inauguración, donde se asentaron las bases de lo que es ahora la iniciativa.

"Desde hacía tiempo ya teníamos en mente hacer una reforma completa de las instalaciones del área para humanizar los espacios", explica Alonso. Díaz, tras enfermar por Covid y "pasarlo muy mal" durante la pandemia, donó al servicio una copia de la vidriera que había creado y diseñó dicha transformación, que se hizo realidad gracias al apoyo de fondos europeos.

Actualmente, el proyecto en el departamento se divide en seis series: Lux (formada por el rosetón), Génesis, Medicina Nuclear, Transfiguración, Esperanza y Dr. Gregorio Marañón.

Obras de la serie Transfiguración de Rafael Díaz. Sara Fernández

"El tema de humanizar con arte no es una cosa nueva. Ya se ha hecho en Reino Unido, Estados Unidos o Francia. La diferencia es que en casos solo se recolectan obras de artistas y se llevan a los hospitales. Mi propuesta es distinta: son obras de arte hechas específicamente para las salas de Medicina Nuclear", comenta el artista.

La serie Esperanza lleva el nombre de la palabra que más escribieron los pacientes en tratamientos de radioterapia al pedirles Díaz un dibujo sobre cómo se sentían en las diferentes etapas del proceso. "Es un contraste emocionante entre la rabia, el miedo y la ansiedad del inicio y cómo se transforma cuando están curados".

Obras de la serie Esperanza del proyecto 'Esclimética' en el Hospital Gregorio Marañón. Sara Fernández

Obras de series como Génesis, usan el color para tranquilizar a los pacientes mientras están en el TAC (el túnel para hacer las pruebas de imagen por resonancia magnética). "La exposición a colores disminuye el nivel de cortisol y aumenta los niveles de dopamina".

Asimismo, Transfiguración también usa las pruebas de pacientes oncológicos para mostrar el antes y el después de recibir el tratamiento. "Son imágenes muy impactantes porque al ponerlas una al lado de la otra se puede ver como se ha transfigurado ese tejido humano".

"En nuestra experiencia creemos que hemos ayudado a transformar las experiencias de los pacientes. Tenemos un proyecto de analizar estas experiencias mediante escalas de satisfacción y publicarlo", explica el doctor y jefe del servicio.

Afirman tener un feedback "muy positivo". Además, han diseñado una audioguía y carteles explicativos, para que se comprendan el significado de las obras.

Debido a esto, Díaz expresa su aspiración de que se pueda trasladar a otras áreas como Pediatría o Psicología. Por ahora, está desarrollando otro proyecto relacionado con su especialidad: los cuidados paliativos.