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Emprender es una tarea de lo más complicada. Seguramente, la que más de todas a las que podamos enfrentarnos en el mercado laboral. Sin embargo, hay personas a las que no les queda otra salida. Y otras que tienen claro que ese es su destino. Especialmente si crecen en un mercado tensionado como Madrid.

Ante la escasez de trabajo que suele haber en la capital de España, muchos se lanzan al siempre complicado mundo del emprendimiento con el objetivo de hacerse un hueco y labrarse un futuro. Sin embargo, no siempre es posible hacerlo en nuestro país y no queda más remedio que emigrar.

Aunque otras veces, la decisión de cruzar fronteras simplemente responde al interés de crecer más y mejor. Por ello, en los últimos años, cada vez más madrileños deciden hacer las maletas y marcharse a probar suerte a países más poderosos económicamente como Suiza.

A veces, con una oferta bajo el brazo. Otras, a la aventura. Esta es la situación en la que llegó al país helvético Noah, un joven que no solo se vio atraído por la idiosincrasia de este pequeño paraíso fiscal escondido en los Alpes.

Suiza es un país que ofrece salarios que doblan o incluso triplican los que podemos tener en España. Por ello, cada vez más talento joven y cualificado termina haciendo las maletas para buscar un futuro mejor que en nuestro país sería imposible casi imaginar.

¿Cómo conseguir un buen trabajo en Suiza?

Suiza se ha convertido en el país preferido de profesionales vinculados a la tecnología, el comercio electrónico o la creación de contenido, ya que allí encuentran una carga impositiva significativamente más baja. Además, les permite desarrollar su actividad con mayor viabilidad económica.

Una de las claves para encontrar esa viabilidad es que en países como Suiza hay mayor apoyo institucional para los nuevos negocios y, a la vez, un entorno burocrático mucho menos hostil. Por ello, suele ser un terreno más positivo para los jóvenes que están empezando.

Además, la crisis de empleo y oportunidades que suele haber en España hace que muchos no duden cuando se presenta una buena oportunidad para emigrar. Es el caso de Noah, un joven que decidió dejar nuestro país para marcharse a Suiza en busca de un nuevo futuro.

Este chico, que decidió empezar a contar sus nuevos pasos a través de redes sociales para ayudar a personas que estuvieran en su situación, asegura haber tenido un éxito muy notable en muy poco tiempo. De hecho, una de las mayores preocupaciones, la de encontrar trabajo, la resolvió casi sin darse cuenta.

"Encontrar trabajo en Zúrich para mí es súper fácil". Por ello, cuenta cómo decidió él dar sus pasos. Y lo primero que hizo fue poner su mirada en la hostelería, un entorno mucho más seguro y atractivo de lo que es en España. Pero a la vez distinto, ya que como bien explica, hay funciones que son diferentes en nuestro país y en el estado helvético.

"El camarero pilla las comandas, atiende a la gente, vende y al final de la jornada se lleva una pasta en propinas". Además, cuenta que hay en Suiza un tipo de función en la hostelería que no hay en España y que ofrece una oportunidad laboral más con un sueldo nada desdeñable.

Esta función es la de runner que, como su propio nombre anglosajón indica, basa sus funciones en correr. O mejor dicho, en ir de un lado a otro a toda prisa. "Es el que corre de lado a lado, lleva las bandejas, hace un trabajo físico brutal y recibe una pequeña parte de propina a final de mes".

Este joven asegura que gracias a lo que pueden sacar, y más si es en un establecimiento importante y de nivel, los sueldos de estos trabajadores se pueden llegar a situar hasta en "los 4.000 euros al mes". Sin duda, algo impensable en España.

Sin embargo, no todo ha sido un camino de rosas para él desde que se marchó a Suiza. Si encontrar trabajo fue fácil, no lo fue tanto hallar un alojamiento. De hecho, a su llegada a su nueva casa se vio obligado a cogerse un Airbnb para vivir el primer mes.

Después, un conocido le habló de una aplicación a través de la cual consiguió encontrar un alojamiento que, para el nivel de vida de Suiza, tenía un coste realmente interesante. 870 francos con unas condiciones realmente interesantes. Y llegó a desechar alguna más económica, pero menos acogedora.

Así pues, este joven consiguió encontrar un trabajo con un sueldo muy alto y un alojamiento interesante y en buenas condiciones en apenas unas semanas, mostrando al resto de los españoles una vía muy útil para empezar una nueva vida y emprender.