El aparcamiento del centro comercial Alcor Plaza, en la zona de Parque Oeste, vive estos días una segunda vida inesperada. Tras años en desuso, este espacio abandonado se ha transformado en un improvisado plató de rodaje para la tercera temporada de The Walking Dead: Daryl Dixon, el spin-off de la saga zombi protagonizado por Norman Reedus.
Cámaras, decorados y equipos técnicos han ocupado el recinto, que encaja a la perfección con la atmósfera decadente y postapocalíptica de la serie.
La elección no es casual. Según ha informado Alcorconhoy, el Alcor Plaza arrastra desde hace tiempo un estado de abandono que lo ha convertido en un símbolo urbano de decadencia dentro de Alcorcón.
Sus muros deteriorados y sus grandes espacios vacíos ofrecen un escenario realista para recrear el universo devastado por caminantes que caracteriza a The Walking Dead.
La propia configuración del aparcamiento y la ausencia de actividad comercial lo convierten en una localización idónea para sumergir al espectador en una España arrasada por el apocalipsis.
Una producción internacional
La tercera temporada de la serie marca un cambio fundamental en su narrativa. Si las dos primeras entregas se ambientaron y rodaron en Francia, esta nueva etapa traslada la historia a España. Tanto el rodaje como la trama se desarrollan en nuestro país, con Madrid como base principal y escenarios repartidos por Galicia, Aragón, Cataluña, Castilla y la Comunidad Valenciana.
En total, más de una veintena de municipios españoles se han convertido en decorado de un mundo donde la humanidad lucha por sobrevivir.
Alcorcón se suma así a la lista de localizaciones españolas que dan forma al apocalipsis televisivo. La ciudad comparte protagonismo con enclaves tan variados como las calles del centro de Madrid, transformadas en escenarios desiertos, o los paisajes rurales de Galicia y Aragón.
La apuesta por España es total: el equipo técnico es mayoritariamente nacional y el reparto incorpora a actores como Eduardo Noriega y Óscar Jaenada, que se suman a Norman Reedus y Melissa McBride en esta nueva fase de la ficción.
El vínculo con Madrid
El peso de Madrid en esta tercera temporada es especialmente relevante. Escenarios como la calle Arlaban, la calle de los Madrazo o el Palacio de la Trinidad han sido ya testigos de rodajes, con Reedus filmando escenas en pleno corazón de la capital. A estos espacios se añade ahora Alcorcón, cuyo Alcor Plaza se convierte en un decorado natural de la devastación.
Entre las localizaciones madrileñas destacan también el Parque del Retiro y el Templo de Debod, elegido por su arquitectura singular y las vistas panorámicas de la ciudad
La capital, además, fue la sede de la premiere mundial de la temporada, consolidando su papel como núcleo de la franquicia en Europa.
Experiencias como The Walking Dead Experience en el Parque de Atracciones de Madrid, donde los seguidores pueden recorrer escenarios icónicos de la serie, también son sitios de culto para los aficionados a la saga.
De centro comercial a universo zombi
La inclusión de Alcorcón en el rodaje no solo aporta un espacio visualmente potente para la serie, sino que también pone en el mapa a una localización muy reconocible para los vecinos. Lo que durante años fue un centro comercial vacío y sin vida se convierte ahora en parte de una producción de alcance internacional.
El equipo de The Walking Dead: Daryl Dixon mantiene, como es habitual, un gran secretismo sobre las escenas previstas en Alcorcón. No se ha confirmado en qué capítulos aparecerá el Alcor Plaza ni qué papel concreto tendrá dentro de la trama. Habrá que esperar al estreno para comprobar cómo se integra este rincón del sur de Madrid en la narrativa de la serie.
