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En plena ola de calor, cuando los termómetros rozan los 43 grados en algunas zonas del país, no todo el mundo afronta igual estos inesperados días.

Muchos trabajadores se quejan porque no pueden aguantar el calor mientras cumplen con sus jornadas laborales. Y es que las altas temperaturas están afectando a todos, pero sobre todo a quienes tienen que estar dando la talla a pleno sol o en lugares sin buena ventilación.

Sin embargo, una barrendera no se ha callado y ha sorprendido a muchos con una frase clara y directa mientras trabajaba bajo el sol. Ella confiesa en Telemadrid que no queda otra y que es algo con lo que hay que saber convivir: "Te pones a la sombra, paras un poquito, te hidratas y ya".

Esta barrendera sabe lo que hacer. Telemadrid

Unas palabras, alejadas del dramatismo al que parece que nos estamos acostumbrando y que reflejan la manera en que mucha gente se enfrenta cada día al calor cuando no hay más opción que seguir trabajando.

Desde hace varios días, España vive la segunda ola de calor del verano, y todo indica que seguirá al menos hasta el domingo.

Las temperaturas han superado los 40 grados en ciudades como Madrid, Córdoba, Sevilla o Badajoz, y las noches tampoco dan tregua.

La AEMET ha activado varias alertas por temperaturas extremas, y se insiste en evitar esfuerzos físicos durante las horas centrales del día. Sin embargo, esos consejos son difíciles de seguir cuando el trabajo no entiende de recomendaciones.

Trabajos a pleno sol. Istock

Limpiadoras, obreros, repartidores, personal de mantenimiento, jardineros... Son muchos los que, como esta barrendera, tienen que seguir cumpliendo su labor al aire libre. Y aunque saben que el calor puede pasar factura, lo asumen como parte del día a día, tirando de lo básico: sombra, agua y pequeños descansos.

A pesar de lo normalizada que suene esa forma de enfrentarlo, el calor extremo no es algo menor. Según datos oficiales, ya se han registrado más de 1.000 muertes en lo que va de verano relacionadas con las altas temperaturas.

Y es que el cuerpo se agota más rápido, cuesta dormir, y la sensación de ahogo y cansancio se vuelve constante, sobre todo en zonas donde no están preparadas para este fuerte calor.

No obstante, con estas palabras, esta trabajadora deja claro que todo es cuestión de perspectiva y que, como no todos tienen opción de quedarse en casa, hay que adaptarse a todas las situaciones, ya que la vida tiene que continuar.