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"¿Será que esta vez nos darán el piso?" Con esa pregunta, cargada de esperanza y resignación, un joven resume lo que sienten él y su pareja tras ver otro piso más en Madrid.

Y es que tras visitar otro piso en su ya larga lista, saben que la situación no es nada fácil. Llevan semanas buscando un sitio donde vivir, pero todavía no han logrado ser los elegidos. "Este que vimos hoy, está bello, está bello. El dueño es muy amable", cuenta ella con algo de esperanza.

Pero enseguida vuelven a la realidad reconociendo que no tienen todas las de ganar porque "nos dijo que hay personas que están interesadas, que ya mandaron la documentación… entonces bueno".

Un hombre camina frente a un escaparate de anuncios de viviendas Europa Press

Buscar piso en Madrid se ha convertido en una carrera de obstáculos. Largas colas para visitar, alquileres que suben sin freno y condiciones imposibles para acceder a un simple contrato son parte del día a día. Y esta pareja lo resume con una frase que, aunque suena exagerada, encierra mucha verdad: "Estamos compitiendo en los juegos del hambre todavía".

Y es que no se trata solo de pagar el alquiler. Ahora, muchos propietarios exigen seguros de impago, nóminas altas, contratos indefinidos, e incluso referencias de anteriores caseros. "Hay que mandar toda la documentación, a ver qué pasa con el seguro", explica él.

Todo se convierte en una especie de examen donde las familias o parejas interesadas deben demostrar que son el "candidato ideal", compitiendo con decenas de otras personas por un mismo piso.

Mientras relatan su experiencia, no pueden ocultar la frustración acumulada. "Sabemos que no nos dijeron que no, pero nos dejaron en espera. Así que bueno, seguimos buscando", dice él, resignado.

Una sensación de incertidumbre constante que, para muchos, es una de las peores partes del proceso. Y es que ver un piso, ilusionarse, cumplir con todos los requisitos, enviar los papeles... y al final no recibir ni una respuesta clara, no es algo fácil de digerir.

La situación del mercado de alquiler en Madrid lleva años siendo complicada, pero en los últimos meses se ha vuelto aún más difícil. Los precios siguen subiendo, la oferta es escasa y la demanda no para de crecer.

Viviendas en construcción Europa Press

Además, hay muchos pisos que se anuncian y desaparecen en cuestión de horas, lo que obliga a los interesados a estar pendientes constantemente.

Por otro lado, según cuentan muchos inquilinos, la digitalización ha hecho que los trámites sean más fríos y menos humanos. Ya no basta con tener una buena actitud o llevarse bien con el casero.

Todo se decide con papeles, seguros y comparaciones económicas. "El tema del seguro y de todas las cosas que hay que hacer" se convierte en una barrera que muchos no pueden superar.

Es por ello que cada vez son más las personas que comparten vídeos en redes sociales mostrando el estrés que les provoca esta situación. Y aunque algunos lo hacen con humor, el trasfondo es claro, encontrar piso en Madrid se ha convertido en una especie de lotería donde pocos tienen suerte y muchos se quedan atrás.