La crisis de los más de 400 indigentes que pernoctan en las instalaciones de Barajas ha sacado a la luz la complicada situación de algunos trabajadores del Adolfo Suárez. Muchos de ellos denuncian inseguridad, ya que algunos sintecho pueden llegar a ser violentos o conflictivos.
Los empleados más expuestos a estas situaciones de riesgo son los que trabajan en el lado de tierra. En otras palabras, vigilantes de seguridad, auxiliares de pasajeros, trabajadores en tiendas, empleado de facturación y personal sanitario.
Este último grupo es uno de los más expuestos, ya que en muchas ocasiones, han tenido que socorrer y auxiliar a indigentes que viven en Barajas que presentan patologías o cuadros clínicos muy complejos.
Es el caso de Laura, nombre ficticio para proteger su verdadera identidad. Lleva trabajando varios años en Barajas y, como apuntan otros empleados del aeropuerto, "en el Adolfo Suárez hay perfiles de todo tipo, algunos muy conflictivos y otros que no lo son en absoluto".
"Hay un grupo que no quieren ayuda ni tampoco moverse del aeropuerto. Son los más conflictivos, ya que muchos de ellos consumen drogas y alcohol, por lo que, por desgracia, su perfil psicológico está en ocasiones dañado", explica.
Apunta a que, este tipo de casos, suelen hacer "un mal uso del servicio médico de Barajas": "Algunos tienen patologías que no se pueden tratar en nuestro puesto o necesitan una radiografía o una analítica específica".
Y lo que pone la cosa más difícil, muchos de ellos no tienen "dinero para pagar medicamentos", lo que hace "todavía más difícil" dar solución a sus problemas a corto o medio plazo.
"Por desgracia, hay pacientes con problemas psiquiátricos. Al final, vivir en un aeropuerto puede alterar la mente de cualquiera. Si las personas con algún tipo de enfermedad no se cuidan y no toman su medicación, la cura se complica mucho", cuenta.
Por eso, al igual que otros trabajadores del aeropuerto, Laura pide a las administraciones "una solución clara y efectiva" para terminar con este problema social tan complejo.
"Aena ha puesto controles de acceso entre las 21.00 y las 5.00 horas, pero no son eficaces, ya que es muy fácil burlarlos. Hace falta una solución coordinada para todas esas personas, algunas de ellas con situaciones muy complicadas", apunta.
Además, estos trabajadores llevan tiempo denunciando que los servicios sanitarios y de emergencias del Adolfo Suárez son insuficientes.
Indigentes durmiendo en Barajas.
Fuentes del sindicato Alternativa Sindical Aena/Enaire (ASAE) informaron de que, en la actualidad, hay dos equipos en la T2 y la T4 que están compuestos de un médico, un diplomado universitario en enfermería y un técnico de emergencias sanitarias las 24 horas.
Por otro lado, en la terminal 4S hay un tercer equipo conformado por un médico y un técnico de emergencias sanitarias que trabajan entre las 7.00 y las 23.00 horas.
Fuentes de Aena informaron de que en materia sanitaria cumplen con la legislación nacional e internacional establecida en materia de asistencia sanitaria aeroportuaria y confirman que hay un total de tres equipos médicos.
Además, los equipos actuales se coordinan con el 112 y Emergencias Madrid, dependiendo de la asistencia.
Pero desde ASAE, denuncian que el equipo médico de la T2 del Adolfo Suárez es una UVI móvil y el de la T4 es un Vehículo de Intervención Rápida (VIR) que no realiza traslados al hospital y requiere el apoyo de los otros equipos, como Samur y Summa 112.
En la terminal 4S hay una ambulancia básica que está operativa entre las 7.00 y las 23.00 horas sin presencia de un diplomado universitario en enfermería, tal y como informan las citadas fuentes.
Según datos ofrecidos por el sindicato, en las instalaciones del aeropuerto madrileño ha habido casi 40.000 asistencias sanitarias en cuatro años.
En ese tiempo, Samur ha tenido que enviar unas 909 ambulancias a prestar servicio y el Summa 112 unas 59.
Por eso, desde ASAE piden equipos adicionales de médico, diplomado universitario en enfermería y técnico de emergencias sanitarias que sea personal propio de Aena.