Madrid ha soportado como ha podido el duro golpe que ha supuesto el famoso apagón nacional. Esa caída súbita de la red eléctrica que afectó desde las 12:30 horas de este pasado 28 de abril a buena parte de la sociedad española. Sin embargo, el impacto ha sido aún mayor en grandes ciudades como la capital, donde muchos intentan desde esta mañana volver a la normalidad como buenamente pueden.
Volver a la normalidad es una de las frases que más se está repitiendo últimamente en España. Ya sucedió tras el estallido de la pandemia de la Covid-19. O después de la llegada de la DANA que asoló la Comunidad Valenciana. Y ahora se produce tras este apagón general que ha provocado graves trastornos, especialmente en los sistemas de transporte. Sobre todo en los trenes.
Y es que a pesar de que ciudades como Madrid han conseguido amortiguar el mazazo tremendo y el caos que dejó esa caída repentina de las conexiones, lo cierto es que sí ha habido situaciones de cierto colapso y de tensión. Especialmente en lo referente a las estaciones de Atocha y Chamartín, las cuales han vivido momentos críticos durante la noche.
Miles y miles de viajeros han tenido que pasar la noche tumbados en el suelo en condiciones muy preocupantes. Lo que ha llevado a que muchos de ellos denuncien su deplorable situación a través de diferentes canales. Unos a través de sus redes sociales y otros incluso a través de los medios de comunicación. Uno de esos casos es el de Fran, uno de los viajeros que ha tenido que pasar una infinidad de horas atrapado en la estación de Chamartín en unas condiciones que ha considerado denunciables por muchos motivos.
A pesar de los esfuerzos de los cuerpos de la UME, de la Cruz Roja y de todos los que han intentado ayudar para subsanar los daños, lo cierto es que durante horas, muchas personas han tenido que estar en la calle, sin posibilidad de abrigarse del frío una vez caía la noche y casi ni tan siquiera sin poder beber durante horas y horas. Algo que ha llevado a algunos a estallar.
Caos en la estación de Chamartín
El descontento y la ira en las estaciones de Atocha y Chamartín, dos de los puntos más calientes de Madrid, ha sido generalizado. Tanto es así que muchas personas han cargado con vehemencia contra las instituciones por una situación que han considerado de abandono. Y es que mucho después de la hecatombe eléctrica, no han sentido apoyo alguno y se han visto a la deriva.
Uno de los casos más llamativos es el de Fran, un valenciano que se encontraba en la estación de Chamartín y que ha sido enormemente crítico con el trato recibido: "Así estamos, con cartones cogidos de las basuras". Y es que esos cartones fueron una de las joyas más buscadas durante esas horas tan críticas para poder estar sentados o tumbados en el suelo y aislarse en la mayor medida de lo posible del frío.
Otra de las principales críticas de este afectado por el gran apagón giró en torno a las dificultades que tuvieron para hidratarse: "Ni nos dan una botella de agua ni nada". Y por último, se lamentaba de que a pesar de tener que estar viviendo esta odisea sin culpa alguna, no siempre eran tratados con las mejores de las formas: "Aún tienes que dar las gracias porque te hayan dejado entrar para estar tirados en el suelo".
A medida que fueron pasando las horas, el descontento de Fran y de muchos de los afectados fue en aumento en lo que seguramente haya sido una de las noches más complicadas de su vida: "¿Pasar la noche así? Después te dicen que tus impuestos van, ¿para dónde? Pedazo de corruptos". Este valenciano cargó en todo momento contra las autoridades y también contra la gestión de Adif de los problemas.
"Todo esto lo ha gestionado Adif, no nos han dado ningún tipo de información de los servicios que ha puesto la Comunidad de Madrid, nos han empujado a buscarnos la vida por la calle y a última hora han cedido con dejarnos entrar a la estación, pero aquí muriéndonos de frío". Finalmente, Fran pudo ser ayudado dentro de su particular calvario: "Nunca te creas que tus impuestos te salvan, te salva tu familia y amigos siempre".
La suya es una de las muchas historias de enfado, ansiedad, preocupación y en ocasiones miedo de las que se han vivido en las últimas horas en Madrid y en toda España tras ese polémico apagón del que todavía quedan muchos interrogantes abiertos.