Javier Aguilar contempla bajo su paraguas la puerta del garaje del número 6 de la calle Los Lilos, en Alcorcón. Fue en el interior de ese aparcamiento donde su hijo Jesús, de 34 años, perdió la vida durante la tarde del miércoles en un violento incendio que se desató después de que la batería de un Porsche Taycan entrara en combustión tras una maniobra errónea.
El progenitor viajó desde Murcia para ver el lugar en el que su hijo perdió la vida y, tras haber visto la que fue su perdición, se sumó al homenaje del Ayuntamiento de Alcorcón para recordarle a él y a Sergio, el otro bombero que murió en el trágico suceso.
Bajo la lluvia, que parecía recordar el día triste que estaba viviendo la localidad, Javier contó a Madrid Total que, aunque aún es "pronto para hablar", pero quiere saber con exactitud "qué sucedió en ese garaje": "Quiero saber exactamente cuáles son las medidas que se toman en incendios de este tipo, cuando arden las baterías de los coches eléctricos. Han muerto dos personas, una de ellas mi hijo, por lo que está claro que las medidas no eran las adecuadas".
"Jesús vivía en Torrejón de Velasco, al lado de Parla. Siempre fue un hombre entregado y es muy duro tener que despedirnos de él. Estamos conviviendo con los coches eléctricos que, a la vista está, pueden llegar a ser un riesgo, así que creo que se deben tomar medidas y regular estos vehículos para que esto no se vuelva a repetir", cuenta Javier.
Según relata, Jesús tenía "un hermano" pero "no estaba casado". "Los bomberos se juegan la vida para proteger a los demás, pero ellos también tienen que estar protegidos. No puede ser que por ir a eliminar un fuego acaben muriendo dos bomberos y otro quede en estado crítico", concluye Javier antes de marcharse al homenaje de su hijo en el Ayuntamiento de Alcorcón.
Los bomberos se consuelan entre ellos tras la muerte de dos compañeros en Alcorcón.
El incendio mortal comenzó hacia las 15.45 horas del miércoles, cuando Javier, un vecino de la calle Lilos número 6, entraba con su Porsche Taycan en el garaje. Había sufrido un ictus hacía unos años, por lo que tenía, "el orden de los pedales cambiado y adaptado a su actual movilidad" según relató una vecina del inmueble.
Tras pisar un pedal de manera errónea, su coche chocó contra otro, lo que provocó que la batería del Porsche entrara en combustión. Ese impacto desató un terrible incendio que minutos después provocó varias deflagraciones que cogieron al pelotón de cinco bomberos que estaba en ese momento en el garaje tratando de sofocar las llamas.