El hombre de 48 años y de nacionalidad española que murió este lunes tras ser apuñalado en un camino boscoso del distrito de Fuencarral El Pardo tuvo que esperar hasta 30 minutos a la ambulancia para ser atendido después de que se diera el aviso.

[Muere un hombre de 48 años tras ser apuñalado en el pecho en el camino del Ortigal]

Según las primeras investigaciones que está realizando el Grupo VI de Homicidios de la Policía Nacional, el hombre recibió una herida con arma blanca en el hemitórax izquierdo, pero se mantuvo consciente durante más de una hora mientras esperaba para ser atendido.

La propia víctima fue la que relató que le habían intentado atracar, aunque los hechos están siendo investigados, y tuvo la fortuna de que, pese a encontrarse en un camino de senderos boscosos en una zona de campo cercana a la carretera de Fuencarral-El Pardo, el Ortigal, fue encontrado por otro hombre que fue el que dio el aviso a Emergencias Madrid.

Sin embargo, la dificultad de los accesos (algunos tan estrechos que no podían pasar las ambulancias) complicaron la llegada de los equipos de Emergencia, que tardaron hasta media hora en poder atender al varón ya que les resultó muy complicado dar con su paradero.

De hecho, los primeros que llegaron al lugar donde se encontraba la víctima y el testigo fueron los agentes de la Policía Nacional que se encontraron a la víctima con serias dificultades para respirar. 

Cuando los servicios sanitarios consiguieron llegar, tuvieron que intubar al hombre y evacuarlo lo más rápidamente posible hasta el Hospital de La Paz, donde llegó con constantes vitales pero en un estado muy grave puesto que sufrió una parada cardiorrespiratoria de la que los facultativos de SAMUR consiguieron sacarlo, usando un tubo torácico para poder drenar la cantidad de sangre que manaba por culpa de la herida.

Según informaron fuentes de la investigación a Efe, fue la propia víctima la que narró al testigo que dio el aviso del suceso que un varón se le había acercado para pedirle dinero y, acto seguido, le asestó una puñalada en el pecho sin mediar palabra.