Uno puede sentirse un poco duque o duquesa sólo pisando el gran jardín del Hotel Santo Mauro, que nació en 1902 siguiendo la moda francesa de palacios como el de Versalles, la mayor influencia en Europa cuando hablamos del diseño de espacios verdes en aquellos años.
Precisamente fue el duque de Santo Mauro el que pidió su construcción junto a su vivienda, para convertirlo en un lugar de paz, de paseo, de inspiración y de sosiego. Fernando Valero ha sido el último en retocar el proyecto original de Juan Bautista Lázaro de Diego, dándole todavía una imagen más afrancesada con macetones de Parma Grey, quioscos de hierro forjado, fuentes y un llamativo suelo de damero.
Ahora, este precioso espacio se ha convertido en un refugio y no sólo para literatos y artistas sino también para cualquiera que huya del calor del asfalto del centro de Madrid y quiera relajarse tomando un cóctel, un vino o uno de los platos diseñados para la ocasión por el chef Rafa Peña.
El jardín es ahora una extensión de La Biblioteca de Santo Mauro, el espacio gastronómico del Santo Mauro, que ha apostado por consagrarse como un espacio sereno con una carta de cocina de autor y productos de temporada.
Ubicada en la antigua biblioteca del duque, el restaurante ha conservado el ambiente elegante de las casas nobles del Madrid del siglo XIX, con esos ambientes refinados que siguen marcando el reloj histórico de lugares como Chamberí.
El cóctel de La biblioteca de Santo Mauro.
La propuesta de Rafa Peña que se puede tomar tanto en el salón como en el bello jardín arranca con unos entrantes en los que destacan la burrata con berenjenas, tomate y albahaca y el huevo mimosa Santo Mauro con caviar, un clásico que acompasa perfectamente con los castaños alineados del jardín y que generaciones enteras lo han disfrutado durante estos años.
Podemos seguir con los platos de pescado, como el cabracho a la donostiarra o el lomo de merluza al vapor con salsa de cava y caviar cítrico. O pasarnos directamente a la carne con su codorniz escabechada con zanahoria y estragón o una porchetta de cochinillo con su jugo y gremolata.
El histórico jardín es perfecto para el momento más dulce de la comida gracias al flan parisien con chantilly de vainilla o a la famosa ya tarta de albaricoque con helado de yogur.
Pero el Santo Mauro, a Luxury Collection Madrid, no siempre tiene que ser un destino para comer o cenar. El centenario jardín es un lugar perfecto para tomar un cóctel al atardecer mientras la intensa luz del verano madrileño se transforma en suaves reflejos que dan paso a una noche allí mucho más fresca.
Para la ocasión, La Biblioteca de Santo Mauro cuenta con propuestas tan aromáticas como el Green Spritz o el propio Jardín de Santo Mauro, un cóctel hecho de vodka, flor de saúco y lima, y que busca resumir en un trago todas las sensaciones que nacen con tan solo pisar este refugio.
