El proceso de escribir se compone de una sucesión de movimientos y signos impresos en el papel, mediados por la musculatura y las órdenes del sistema nervioso central. Y la letra de médico no está exenta de ello.
Aquel estilo de escritura tan característico e ilegible a partes iguales que tan especiales hace sus recetas semejantes a un jeroglífico, se debe en especial a la rapidez con la que descargan la tinta sobre el papel.
"La escritura está considerada como la emanación de las impresiones del cerebro, las cuales se traducen por un gesto escrito", comentan a EL ESPAÑOL Rosbel Pérez, vicepresidenta de la Asociación Profesional Colegial de Peritos Calígrafos y Técnicos en Análisis de Escritura (Apptae).
La asociación considera que esta caligrafía, difícil de entender en numerosas ocasiones, está asociada a la "velocidad rápida en su ejecución, así como por el uso de terminologías médicas complejas y abreviaturas".
Pérez comenta a este periódico que la letra de médico fluye sin "interrupciones forzadas, de manera libre y dinámica, sin detenciones ni retoques y con falta de cuidado en los detalles".
La experta en escritura tilda de "grafía vibrante" dichas redacciones médicas, caracterizadas por la "inquietud, vivacidad, agilidad y actividad, indicativo de una mente rápida y enérgica con gran velocidad de pensamiento".
Además, desvela un dato curioso: "Los médicos se han ganado la fama de sus escritos ilegibles, tanto así que existe la expresión clásica de "letra de médico", sinónimo de cualquier tipo de escritura difícil de descifrar, también conocida como "garambaina", definida por la RAE como "letras o rasgos mal formados e ilegibles"".
Proyecto pionero
Y a ello se le suma la compleja terminología utilizada, en numerosas ocasiones poco familiar para los pacientes. Por ello, la Comunidad de Madrid ha lanzado un pionero proyecto con el que acercar la comunicación a la ciudadanía.
"El objetivo es reforzar la capacidad de los usuarios para tomar decisiones con una información adecuada y optimizar su experiencia en la sanidad pública madrileña", sostienen desde la Comunidad de Madrid.
La experiencia piloto ha dado el pistoletazo de salida en el Servicio de Aparato Digestivo del Gregorio Marañón. El plan ha consistido en la revisión de las comunicaciones escritas, "claves en el recorrido asistencial de los enfermos" a ojos del Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso.
El citado área del establecimiento sanitario madrileño ha rediseñado las hojas de citación de consulta y de pruebas diagnósticas; los formularios de consentimiento y las instrucciones para la preparación de una colonoscopia.
Teniendo en cuenta la gran cantidad de tecnicismos y lenguaje complejo que puede hallarse en estos documentos, se han simplificado y adaptado para que resulten más accesibles y comprensibles a los pacientes.
La Comunidad de Madrid ampliará esta medida a más informaciones escritas que reciben los pacientes, así como a otros hospitales públicos de la región.
"Iniciativas como estas suponen una solución concreta y medible para atender una demanda real de la sociedad", subrayan desde Puerta del Sol.
Atendiendo a un estudio de la Federación Europea de Dolor, el 47% de la población tiene un nivel limitado de alfabetización en materia de salud.
Desde dicha federación recuerdan a los pacientes que tienen derecho a preguntar. Además, animan a pedir a los sanitarios que les vuelvan a explicar cualquier asunto que no haya sido entendido y que no se avergüencen por realizar preguntas.
