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Madrid se está preparando para dar una vuelta de tuerca (más) a su infraestructura de transportes en la región para que sean más sostenibles y mejoren la cohesión territorial.

La Comunidad apuesta por autobuses sin conductor (aunque parezcan del futuro) y un superintercambiador en una de las zonas más 'abandonadas' en lo que respecta a este tipo de infraestructuras, como es el Corredor del Henares.

La presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, anunció durante la primera jornada del Debate del Estado de la Región que en 2026 arrancarán las obras del primer intercambiador comarcal de la región, que se levantará en Alcalá de Henares con una inversión de 14 millones de euros. 

Este nodo de transporte reunirá hasta cinco líneas urbanas y once interurbanas, dando servicio no solo a la ciudad complutense, sino también a diez municipios del entorno, como Torrejón de Ardoz, Villalbilla, Meco o Daganzo.

El futuro espacio, que se ubicará en la Vía Complutense 132, tal y como ya estaba planteado, y contará con salas climatizadas, zonas ajardinadas y un aparcamiento con 161 plazas, de las cuales diez estarán destinadas a puntos de recarga para coches eléctricos.

La previsión es que esté operativo en el segundo semestre de 2027, convirtiéndose en el primero de los intercambiadores comarcales fuera de la capital. 

Pero no será la única novedad en materia de movilidad. Ayuso también desveló que la Comunidad pondrá en marcha en 2026 el primer autobús autónomo a demanda de España. Es decir, que no tendrá conductor.

Según ha adelantado el Gobierno central, esta línea se implantará en el Parque Tecnológico de Leganés con un presupuesto de 300.000 euros y funcionará como un servicio pionero para conectar polígonos industriales y nuevos desarrollos urbanísticos con el centro del municipio.

El vehículo será 100% eléctrico, con una autonomía de hasta 300 kilómetros y capacidad para 52 pasajeros. Replicará un modelo piloto que ya ha circulado por Leganés a modo prueba. 

Infografía del intercambiador. CAM

Su funcionamiento se desplegará en dos fases: primero con un recorrido fijo ajustado a los horarios de las empresas y, después, con un modelo a demanda mediante un software de reservas que permitirá ajustar los trayectos en tiempo real.

Ambos proyectos refuerzan la estrategia del Ejecutivo autonómico para modernizar el transporte público y ampliar la red de infraestructuras más allá de la capital. En la actualidad, Madrid cuenta con seis intercambiadores urbanos —el último, Valdebebas, inaugurado en 2024— y trabaja en la construcción del de Conde de Casal, que abrirá en 2027 con capacidad para 65.000 viajeros diarios.