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La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se ha desmarcado este miércoles de la propuesta de Vox de prohibir el uso del hiyab en los espacios públicos, un debate que llegará este jueves a la Asamblea de Madrid.

Ayuso, quien con sus declaraciones ha adelantado la intención de voto del Partido Popular en la Cámara de Vallecas, ha sostenido que "no se puede ir en contra de la Constitución porque significaría ir en contra de los derechos de todos".

La dirigente madrileña ha recordado que la Carta Magna "reconoce la libertad religiosa" y que por eso no se puede entrar en el debate de prohibir el velo porque, de no ser así, España iría hacia un país "laico" y no "aconfesional" como es actualmente.

A pesar de esa posición, que ya ha reiterado en muchas ocasiones, la presidenta regional sí ha abierto la puerta a analizar posibles restricciones, pero únicamente en función de "la seguridad, la lucha contra el crimen, la higiene o la protección".

Ayuso ha llamado a distinguir entre prendas de uso religioso y otros elementos que pueden generar riesgos. "Hay que distinguir el velo del burka o un pasamontañas", ha ejemplificado, al tiempo que ha señalado la existencia de muchas prendas que pueden causar problemas de inseguridad, de higiene o que interfieran en la "lucha contra el crimen".

La presidenta autonómica alertó de que una prohibición general sería contradictoria: "Si prohibimos el velo, prohibimos los crucifijos. Yo no equiparo, igualo en derechos y obligaciones constitucionales", ha puntualizado para querer dejar claro que no está analizando las connotaciones religiosas o los derechos de las mujeres de cada símbolo, sino su naturaleza.

En su opinión, este debate conduce a una confusión sobre el modelo de Estado: "Esto nos lleva al país laico y no somos laicos, somos aconfesionales", ha advertido, para después añadir que "otros países han ido al laicismo como Francia y no les ha ido muy bien".

Este problema ha saltado a la actualidad en diferentes ocasiones cuando, en un centro, el claustro decidía de forma totalmente independiente a la autoridad educativa no permitir el uso del hiyab.

A este respecto, Ayuso ha defendido la autonomía de los centros educativos en la gestión de estas cuestiones, al considerar que "dejar autonomía a los centros y a los colegios es lo que nos ha dado los mejores resultados".