Publicada

El próximo 8 de septiembre más de 1,2 millones de alumnos madrileños volverán a las aulas tras las vacaciones de verano, pero no todos lo harán en igualdad de condiciones.

Solo el 22 % de los centros educativos públicos y concertados de la región cuenta con una enfermera escolar, según denuncia el Colegio Oficial de Enfermería de Madrid (CODEM).

Esto quiere decir que sólo 1 de cada cinco centros sostenidos con fondos públicos en la región cuenta con una enfermera en plantilla.

La situación es muy mala, puesto que, como insisten desde la profesión, los beneficios de las enfermeras en las aulas están ampliamente acreditados. No sólo para el tratamiento de patologías, sino también para su prevención.

Pese a que el dato madrileño no sea bueno, el propio colegio insiste en que es la comunidad que cuenta con más enfermeras escolares por alumno, con una ratio de una profesional para cada 1.200 estudiantes. Por el contrario, la media nacional es de una sanitaria por cada 6.368 niños.

750 alumnos por enfermera en Europa

Pero, aunque el dato sea bueno en comparación con otras regiones del país, no lo es si miramos fuera de España. La cifra madrileña está muy lejos de la media europea, situada en una enfermera por cada 750 alumnos.

Esta diferencia de profesionales respecto a nuestros vecinos europeos se traduce, según el CODEM, en un déficit estructural que pone en riesgo la "continuidad asistencial, la salud y el bienestar del alumnado". La organización profesional considera que la enfermera escolar debe entenderse como “un recurso estratégico y esencial”, no como un servicio complementario.

Recuerdan desde el órgano colegial que su papel va desde la atención sanitaria inmediata hasta la prevención de enfermedades, la promoción de hábitos saludables y la detección de patologías. Además, "facilita la conciliación familiar y contribuye a reducir el absentismo escolar".

“Se trata de una inversión imprescindible, no de un gasto accesorio”, subrayan desde el Colegio. Su labor diaria evita en muchos casos traslados e ingresos hospitalarios y convierte a la enfermera escolar en referente sanitario dentro de la comunidad educativa.

Vacío legal y precariedad laboral

Uno de los principales problemas que se encuentra el Colegio de Enfermería, no sólo en Madrid, sino también a nivel nacional, para demandar más profesionales en las escuelas es la ausencia de un marco normativo.

Actualmente, la Comunidad de Madrid solo contempla esta figura en el caso de alumnos con enfermedades crónicas, en virtud de la Orden 629/2014, de 1 de julio. Pero, si se mira al panorama nacional, no existe ninguna normativa en España que regule una ratio de enfermeras por centro escolar.

Desde el CODEM advierten de que esta falta de regulación perpetúa la temporalidad y la inestabilidad laboral de las profesionales, lo que dificulta garantizar la continuidad de los cuidados. Reclaman una ley que reconozca la enfermera escolar en todos los colegios, así como la creación de bolsas de trabajo específicas y suficientes plazas estables.

También insisten en la necesidad de coordinación entre el Gobierno central y las comunidades autónomas para fijar criterios homogéneos sobre sus funciones, competencias y reconocimiento profesional.

Y es que, mientras que en Madrid se opta por tener una enfermera por cada centro (en los que lo tienen), otras comunidades autónomas tienen la figura de la enfermera 'referente' que depende del centro de Atención Primaria al que esté adscrito el colegio y acude a dar charlas, pero no forma parte de la plantilla del colegio o instituto.

“La enfermera escolar no es un recurso puntual ni complementario, es una figura esencial que debe estar presente en todos los centros educativos”, concluye el CODEM.