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La decisión del Ministerio de Transportes de retomar el proyecto para llevar la línea C-5 de Cercanías hasta Navalcarnero, paralizado desde 2010, ha despertado las críticas en otros municipios del sur y oeste de Madrid.

En una rueda de prensa, el ministro Óscar Puente anunció la pasada semana que el Gobierno de Pedro Sánchez está dispuesto a asumir las obras que restan para completar el trazado, si la Comunidad de Madrid colabora con la cesión de infraestructuras ya ejecutadas y aporta documentación técnica.

“Lo que le pido a la Comunidad es poco: información y la cesión de lo construido. A partir de ahí, nos encargamos nosotros”, dijo Puente, quien también admitió no tener “mucha confianza” en que el Gobierno regional responda positivamente.

Sin embargo, unos días después, el Gobierno regional respondió a Puente trasladando su intención de solventar la llegada del tren a Navalcarnero "lo más pronto posible".

El anuncio del Ministerio de Transportes fue recibido con expectación y alegría en el propio Navalcarnero (gobernado por el PSOE) y con frustración en muchos otros municipios donde llevan años esperando que se cumpla una promesa similar (y con alcaldes del Partido Popular).

Este es el caso de Boadilla del Monte que, con más de 63.000 habitantes (el doble que Navalcarnero), todavía es el único municipio madrileño de ese tamaño sin estación de Cercanías.

La localidad cuenta únicamente con un servicio de Metro Ligero que conecta con la estación de Colonia Jardín, lo que obliga a los vecinos a combinar varios medios de transporte para llegar a la capital.

Una promesa histórica

En 2021, el Ministerio de Transportes, entonces bajo la dirección de José Luis Ábalos, licitó un estudio de viabilidad para conectar Boadilla a la red de Cercanías.

El contrato, con un presupuesto de 236.000 euros, preveía que dicho estudio estaría terminado en dos años. Sin embargo, casi en agosto del 2025, el Ayuntamiento sigue sin recibir ningún resultado.

El alcalde del municipio, Javier Úbeda, ha enviado varias cartas al Ministerio solicitando información y avances. Ahora, ante este nuevo anuncio (y el reproche de Puente al Gobierno de Ayuso), muestra su preocupación.

"Es el colmo del cinismo que el ministro Óscar Puente acuse a Isabel Díaz Ayuso de no cumplir con sus compromisos, mientras su propio Ministerio lleva cuatro años guardando en un cajón el Estudio de Viabilidad de Cercanías de Boadilla, que fue licitado en 2021 por el ministro Ábalos, a instancias de este Ayuntamiento", explica el regidor a preguntas de Madrid Total.

Tal y como ya ha publicado este diario, desde su Consistorio han pedido esas conclusiones de forma reiterada, "por carta, por registro, incluso solicitando la mediación del Defensor del Pueblo".

"Y seguimos sin respuesta. Esa opacidad empieza a oler mal. Si no tienen nada que esconder, ¿por qué no lo entregan? ¿Por qué se niegan a darnos acceso a un documento que hemos costeado entre todos los españoles?", se pregunta el alcalde.

El estudio de viabilidad debía analizar diferentes opciones de trazado y estaciones, teniendo en cuenta criterios urbanísticos, ambientales, de demanda y rentabilidad. Este agravio comparativo ha provocado que el Ayuntamiento de Boadilla, respaldado por diferentes iniciativas parlamentarias, eleve de nuevo su reclamación.

"Boadilla tiene hoy 67.000 vecinos atrapados en atascos diarios, y el Cercanías no es un capricho: es una necesidad. Por eso resulta indignante que el señor Puente se dedique a atacar a la Comunidad de Madrid para ocultar que su Ministerio lleva cuatro años bloqueando este proyecto en silencio", añade el regidor en sus declaraciones a este medio.

Asamblea de Madrid

El problema de las Cercanías en este y otros municipios no es de ahora. La Asamblea de Madrid ya ha aprobado una Proposición No de Ley que instaba al Gobierno central a mejorar la red y, entre otras actuaciones, priorizar la conexión ferroviaria con Boadilla, Villaviciosa y Mejorada del Campo.

Hay que recordar que, en el caso de Boadilla, la localidad también se ha visto marginada en otras infraestructuras, como la negativa del Ministerio a ampliar el tercer carril de la M-50 a su paso por el municipio.

"Y si hablamos de movilidad y de sentido común, otro ejemplo clamoroso de inacción es la falta del tercer carril en la M-50 a su paso por Boadilla. Cada día, miles de vecinos sufren atascos que podrían aliviarse con una obra sencilla, asumible y absolutamente lógica. El propio Ministerio está ejecutando obras en los túneles de esa misma zona que demuestran que sí es viable intervenir. Lo que no hay es voluntad", finaliza el regidor.