Durante el debate del Estado de la Región de 2022, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, hizo un anuncio: los linces ibéricos volverían a Madrid.
Así, la autonomía se sumaba a otras muchas regiones en las que ya se ha reintroducido la especie en peligro de extinción, como es el caso de Castilla-La Mancha o Andalucía.
La localización estaba asegurada: el Monte del Pardo. ¿El problema? Que para su reintroducción en este espacio se necesitaba la aprobación del Ministerio para la Transición Ecológica —dependiente del Gobierno de Pedro Sánchez— y de Patrimonio Nacional.
Durante estos casi tres años, el Ejecutivo madrileño ha esperado ese 'ok' mientras veía cómo, de forma natural, los linces comenzaban a introducirse en Madrid por el método más antiguo de todos: la migración.
El último en llegar hasta el territorio madrileño ha sido Uraclio, un lince alcarreño que lleva dos semanas moviéndose por los municipios de Los Santos de la Humosa, Villalbilla y Corpa, procedente de Guadalajara.
Uraclio, el lince alcarreño que lleva dos semanas moviéndose por la región.
La Comunidad de Madrid ha confirmado este 1 de agosto la presencia del ejemplar, de dos años de edad, localizado por los técnicos de la Dirección General de Biodiversidad y Gestión Forestal junto al Cuerpo de Agentes Forestales autonómico, en colaboración con Castilla-La Mancha.
El animal se encuentra en "perfecto estado" y su desplazamiento por varios municipios del este de Madrid indica, según la Comunidad, que existe un "hábitat adecuado y suficiente disponibilidad de alimento para la especie".
Técnicos de la Dirección General de Biodiversidad y Gestión Forestal junto al Cuerpo de Agentes Forestales autonómico
Desde el Ejecutivo regional han aprovechado este avistamiento para insistir en que el objetivo sigue siendo que el lince vuelva a formar parte de la fauna madrileña de manera estable. Algo que, a su juicio, queda claro con este tipo de avistamientos.
La Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de Carlos Novillo ha explicado que está ultimando el convenio con Patrimonio Nacional que permita incluir el Monte del Pardo en la zona de reintroducción.
Además, se está completando el estudio de hábitats solicitado por el grupo de trabajo del lince del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Más linces
Aunque Uraclio es el último visitante, no ha sido el primero.
En junio de 2023 se produjeron dos avistamientos históricos. El primero fue en Sevilla la Nueva, donde un vecino se topó de frente con un lince ibérico mientras circulaba en coche por la zona de Los Cortijos.
El animal, lejos de huir, llegó a rodear el vehículo y luego se adentró en el campo. El conductor logró grabarlo y las imágenes se difundieron en redes sociales. Era la primera vez en tres décadas que se veía un ejemplar en la Comunidad de Madrid.
Pocos días después, los Agentes Forestales localizaron otro lince ibérico en Boadilla del Monte, cerca de la ciudad financiera del Banco Santander.
Lo redirigieron a una zona forestal segura, ya que iba hacia un nudo de carreteras con riesgo de atropello. También se recogió una muestra de pelo para su análisis genético.
El animal lleva dos semanas moviéndose por la zona de Villalbilla, Corpa, Santos de la Humosa y Anchuelo
El operativo se puso en marcha tras los primeros avistamientos en la zona entre Villanueva de Perales y Sevilla la Nueva.
Conejos por linces
Además de las negociaciones con el Gobierno central y Patrimonio Nacional, la Comunidad de Madrid ha impulsado acuerdos con otras regiones.
En febrero de 2025, tal y como adelantó Madrid Total, el consejero Carlos Novillo se reunió en Mérida con su homóloga extremeña, Mercedes Morán. Sobre la mesa: un posible intercambio de especies protegidas.
Madrid propuso ceder conejos —presa básica del lince— a cambio de recibir ejemplares de lince ibérico desde Extremadura, una de las regiones con mayor éxito en su recuperación.
Este acuerdo se enmarcaba dentro del plan de reintroducción del lince en la capital, anunciado para este mismo año.
La idea del Gobierno regional era comenzar la suelta de ejemplares en el Monte del Pardo en 2025. Sin embargo (como el propio Ejecutivo regional ha reconocido), aún no han culminado las negociaciones con Patrimonio.
Mientras tanto, la naturaleza sigue su curso. Y los linces, como Uraclio, siguen cruzando por su cuenta las fronteras administrativas.
