El panorama de la movilidad en Madrid este verano está siendo complicado. Y es que se han juntado varias obras en diversas infraestructuras que han dificultado que el transporte (tanto público como privado) pueda realizar sus recorridos de forma habitual.
A nivel de carreteras, el soterramiento de la A-5, el cubrimiento de la M-30 y las obras en el Paseo de la Castellana, y a nivel de transporte público,el cierre de servicio de la C5 de Cercanías, las obras de la zona del intercambiador de Conde de Casal y el cierre del tramo oeste de la Línea 6 de Metro.
Esto ha hecho que haya problemas de congestión del tráfico y se vean afectadas otras líneas en el suburbano, como la L5, que van colapsadas.
Debido a esto, Metro de Madrid ha decidido reforzar el servicio en las Líneas 3, 5 y 12 hasta su máxima capacidad operativa. Se trata de las tres líneas con mayor afluencia de viajeros -según la institución ha detectado durante los últimos días, como explican en un comunicado-, ya que han tenido que buscar otras rutas alternativas a las habituales.
De esta manera, se ha aumentado el número de trenes en servicio, principalmente en hora punta. Si bien, también están circulando más convoyes en horas valle.
En concreto, la Línea 3 tiene ya hasta un 14% más de trenes en servicio, la Línea 5, hasta un 19%, y la Línea 12, un 10% más. En el caso de la Línea 10, Metro afirma monitorizar en tiempo real para reforzar el servicio en caso de que sea necesario.
En todas estas líneas, además, se están implementando otras medidas para agilizar la recogida de viajeros en las estaciones con más usuarios, lo que implica una mejora de capacidad de transporte en los andenes del tramo más transitado.
También se ha reforzado el personal de estaciones para mejorar la distribución de los viajeros en los andenes en paradas como Villaverde Alto, Embajadores y Sol, en la Línea 3, o en Marqués de Vadillo y Oporto, en la Línea 5.