El fin del verano dio paso a las lluvias alrededor de España, unos aguaceros que se vivieron con especial intensidad en la Comunidad de Madrid. Fue a principios de septiembre cuando una DANA golpeó a la región, que dejó dos muertos y devastó a su paso el suroeste de la Comunidad de Madrid, sobre todo en las localidades de Villamanta y Aldea del Fresno, donde el temporal tuvo especial violencia. 

Así, desde la llegada de la DANA, las lluvias fueron casi constantes en Madrid. Uno de los episodios más intensos se produjo el 19 de octubre, cuando la borrasca Aline colapsó las calles de Madrid con fuertes de trombas de agua. De hecho, ese día se batió un récord de mayor número de precipitaciones en un mismo día, con 100,1 litros por metro cuadrado entre las nueve de la mañana y las siete de la tarde.

Después de Aline llegó Ciarán, una nueva borrasca que dejó un muerto, 5 heridos, cientos de árboles caídos y caos en las calles y las carreteras de Madrid. Durante la jornada del jueves 2 de noviembre, los bomberos de la Comunidad de Madrid realizaron 275 intervenciones y el 112 gestionó 1.530 expedientes por viento.

[La mayor tromba de agua en la historia colapsa Madrid: las claves del caos en el centro de la capital]

El paso de estas borrascas ha sembrado el caos en Madrid a lo largo de varios días, pero no todo es malo, pues el estado de los pantanos de la región se encuentra en un estado muy distinto al de los meses de verano, en los que los datos de sequía eran preocupantes. 

Los pantanos de Madrid

Desde el Canal de Isabel II, informan que los trece embalses que gestionan para abastecer a la Comunidad de Madrid comenzaron noviembre al 54,4 % de su capacidad máxima, un punto por encima del valor registrado hace un año y tan solo 4,4 puntos por debajo de la media histórica de los últimos 30 años.

Además, estas fuentes también apuntan a que los 13 pantanos acumulan un total de 513 hectómetros cúbicos de agua, 31 más que hace un mes, cuando se encontraban al 51,1 %.

Este cambio de tendencia ha venido propiciado, como no podía ser de otro modo, por las abundantes precipitaciones del mes de octubre. En Madrid capital, el pluviómetro ubicado en la calle Bravo Murillo recogió hasta 193,1 litros por metro cuadrado.

En la sierra, donde están ubicadas las presas, el acumulado fue de 142,5 litros por metro cuadrado, un 58 % más de lo que cabía esperar atendiendo a los registros históricos para este mes.



Sin embargo, las lluvias de septiembre, que también fueron copiosas, no se tradujeron en un aumento significativo del nivel de los embalses (estaba el terreno muy seco después de mucho tiempo sin caer ni una gota), este último mes ha sido el mes de octubre con más aportaciones de agua a los embalses de los últimos 20 años (70,5 hectómetros cúbicos recibidos). Estas aportaciones de los ríos han sido un 200% superiores a los valores medios para esta época.

Además de favorecer el aumento de las reservas, las lluvias de las últimas semanas también han ayudado a disminuir el consumo de agua en la región. Concretamente, el volumen de agua derivada desde nuestras captaciones ha sido de 40,3 hectómetros cúbicos, un 1,6 % menos que en octubre de 2022. En lo que llevamos de año natural, los madrileños han reducido su consumo un 0,5 % con respecto a los primeros diez meses del curso anterior.

Desde el Canal de Isabel II reiteran que, independientemente de la situación hidrológica, es muy importante realizar un consumo eficiente y responsable del agua en hogares y empresas.