Cuando se piensa en una orquesta, la principal imagen que viene a la mente son decenas de músicos que tocan instrumentos muy diferentes y que consiguen fusionarse gracias a la mano de un director. Pero esta idea, choca contra la creativa realidad que nació en 2012 de la idea de los músicos italianos Giovanni Sollima y Enrico Melozzi, el espectáculo musical de 100 Cellos.

El planteamiento es sencillo, una orquesta de 100 músicos que está en constante cambio y evolución, ya que abre las puertas a los violonchelistas de diversos perfiles para que se unan al proyecto. Algo que se logra manteniendo una serie de miembros fijos y dejando muchas plazas libres para que otros músicos participen de la banda durante un único concierto. 

Los artífices de esta original propuesta, Sollima y Melozzi, son dos violonchelistas y compositores de fama internacional. Además, el primero es "el compositor italiano contemporáneo más interpretado en el mundo", según puntualiza Maria Luisa Pappalardo, directora del Instituto Italiano de Madrid. 

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Cuando plantearon este proyecto hace más de once años, juntaron a los primeros músicos de la banda en Roma a través de las redes sociales; dando su primer gran concierto en el Teatro Valle de la capital italiana, uno de los más históricos del país. Una vez comprobado el éxito de la propuesta, Sollima y Melozzi decidieron replicarlo en diferentes lugares del mundo, desde otras ciudades de Italia hasta Japón.

El repertorio de la orquesta también se aleja de lo convencional. En sus actuaciones, los 100 violonchelistas dan un repaso a diferentes géneros musicales de lo más diversos, desde Vivaldi hasta Pink Floid. De hecho, en sus ensayos combinan el característico sonido del violonchelo con el ritmo de las pisadas sobre la tarima para interpretar canciones tan icónicas como Another Brick in The Wall.

Este viaje guiado por el sonido del centenar de violonchelos a través de la historia de la música podrá disfrutarlo quien pase por el Parque Enrique Tierno Galván este domingo 27 de agosto a las 21:30. Aquí dará 100 Cellos un concierto de 90 minutos de duración que hará de cierre y broche de oro de la agenda Veranos de la Villa 2023 que, al igual que la estación estival, también llega a su fin.

Dada la naturaleza de la orquesta y el continuo cambio de miembros, cada concierto que realiza 100 Cellos se convierte en una actuación irrepetible, ya que la próxima que se suben a un escenario los músicos han cambiado. Esta plasticidad de miembros locales de cada ciudad donde actúa hace que 100 Cellos acoja a artistas de todas las edades, niveles, y procedencias. 

La banda que veremos este domingo cuenta con miembros muy distintos, desde maestros inamovibles como Sollima, hasta una joven niña de 12 años, pasando por una madre junto a su hija, ambas de Valdemoro.

El maestro

Uno de los miembros de los 100 Celos. Rodrigo Mínguez

Giovanni Sollima, compositor y violonchelista italiano, nació en Sicilia y tiene 60 años. Su vida siempre ha estado ligada a la música debido a que se crio en una familia de miembros de la profesión. También estudió en el Conservatorio di Palermo, donde se graduó con máximos honores.

Con la ayuda traductora de Pablo, un trabajador de Veranos en la Villa, Madrid Total habla con el reputado músico, que explica su proyecto en la capital. A la hora de hablar de 100 Cellos, el compositor italiano explica que "no es solo un proyecto musical, sino también un proyecto social".

Teniendo en cuenta la variedad de niveles e idiomas de cada músico, la complejidad a la hora de dirigir a un centenar de estos parece obvia. No obstante, más allá de los arreglos que se les dan a las piezas que interpreta la banda, Sollima asegura que "todos se entienden con la propia música, no hace falta guiarlos demasiado".

El aprendiz

Uno de los miembros de los 100 Celos. Rodrigo Mínguez

Luigi Visco, es un joven de 23 años que empezó a tocar el violonchelo a los ocho. Mientras crecía, se graduó con honores en Conservatorio Giuseppe Martucci de Salerno a los 19 años, y actualmente sigue su aprendizaje junto a Sollima, con quien comenzó hace tres años. 

Visco lleva dos años en 100 Cellos, donde ha ocupado diferentes roles. Cuando habla de la complejidad de trabajar con músicos de otras nacionalidades, el joven aprendiz explica que "no hay diferencia en comparación con tocar junto a otro italiano". "Los que estamos aquí amamos y comprendemos la música, por eso nos podemos casi comunicar con ella entre nosotros", explica Visco. 

La Niña 

Uno de los miembros de los 100 Celos. Rodrigo Mínguez

100 Cellos también tiene hueco para las más jóvenes promesas como Carola, la música solo tiene 12 años, lo que la hace la más joven de la orquesta, a la cual se unió hace dos años. No obstante, lleva seis años (la mitad de su vida) tocando el violonchelo.

Cuando Madrid Total le pregunta cómo ha logrado estar ahí siendo tan joven, ella contesta sonriente que "puedes entrar con cualquier edad, siempre que sepas leer e interpretar bien las partituras".  

Carola también destaca "lo emocionante de tocar con gente de España y otros países", "no solo aprendes idiomas, sino también otras formas de tocar que no conocías", añade la joven.  

La madre y la hija

Dos miembros de los 100 Celos. Rodrigo Mínguez

Entre los integrantes españoles que la orquesta ha enrolado a sus filas para esta ocasión, existen dúos tan singulares como el de los violonchelistas Cecilia y Elisa, que a su vez son madre e hija. 

Cecilia transmitió su amor por el violonchelo a su hija desde pequeña, comenzando a practicar con ella desde los 6 años. Tras incontables horas de ensayo, la madre admite con una pequeña risa que "a veces practicar juntas es un poco complicado, porque yo digo cosas y ella coge lo que quiere". 

A la hora de coordinarse con una orquesta donde muchos de los miembros hablan italiano, Cecilia explica que "al comienzo era algo complicado porque las indicaciones son en su idioma, pero ahora somos como un puzzle bien encajado".