En un momento de máxima crispación política en el plano nacional, un municipio madrileño se prepara para unir las fuerzas de todos los partidos políticos en defensa de un bien común: la presa de los Peñascales, en Torrelodones.

PSOE, PP y Vox (junto con las asociaciones vecinales) tienen el compromiso "férreo" y "directo" de intentar parar la demolición de la prensa de Peñascales que, por la gestión del anterior equipo municipal, está a un paso de ser derruida. "No se puede demoler", insisten todas las fuentes consultadas. 

Hay que remontarse a muchos años atrás para conocer el conflicto que, ahora, une a un pueblo entero. En 1962, en Torrelodones, se construyó el embalse de Gabriel Enríquez de la Orden, conocido popularmente como el de Los Peñascales, para el abastecimiento de las urbanizaciones cercanas.

Su finalidad era el suministro de agua y el regadío de las zonas adyacentes, pero, conforme fueron pasando los años, la presa fue quedando en desuso. Mientras que su agua no se utilizaba para el consumo de las urbanizaciones a su alrededor, se fue creando un espacio singular que conforma un humedal que se encuentra dentro del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares.

La presa era de titularidad privada, de la empresa que había construido la urbanización y, tras entrar en banca rota, pasó a una situación de completo abandono. Es ahí cuando la Confederación Hidrográfica del Tajo dio la voz de alarma. La Confederación (CHT) tiene potestad en la presa, pues se abastece del arroyo de Trofas, afluente del Manzanares, y es subsidiaria de la cuenca del Jarana y del Tajo.

El mal estado de la presa les obliga a notificar al Ayuntamiento la necesidad del derrumbe de la misma. Desde el Consistorio de Torrelodones, en ese momento gobernado por un partido local, Vecinos por Torrelodones, se decide tomar cartas en el asunto y comprar la presa. De esta forma, el embalse pasaría a ser de titularidad pública y no privada.

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Las opciones que por aquel 2013 da la CHT son dos: o se demuele o se compra por parte del Ayuntamiento. Ahí, Vecinos por Torrelodones y el PSOE votan a favor de adquirirla por un precio muy bajo, menos de 13.000 euros, según fuentes socialistas, y perdonar la deuda en impuestos que tenía la empresa propietaria.

En ese momento se realiza una gran inversión. Se cambian las válvulas de fondo y se hacen nuevos sistemas de seguridad para evitar desbordamientos y, en 2016, la presa ya está completamente restaurada y es propiedad del Ayuntamiento de Torrelodones.

En el embalse los helicópteros contra incendios cogen agua. E.E

Pero la restauración de la presa no cambia el hecho de que el objetivo de la misma (dar agua de regadío y a los habitantes de las urbanizaciones) no se está ejecutando. En ese momento, el uso que se da sigue siendo muy residual aunque, sí es cierto, el agua del embalse se utiliza por los helicópteros contra incendios para cargar agua. Los años pasan y, en estas elecciones del pasado 28-M, hay un cambio de Gobierno: el PP recupera uno de sus bastiones ricos.

Pero cuando Almudena Negro, nueva alcaldesa de Torrelodones, llega al Ayuntamiento, se encuentra con una muy mala noticia: la presa debe de ser derruida y tienen pocos meses para presentar un proyecto para su demolición.

"No entendemos qué ha pasado. Ni los vecinos del municipio ni el resto de partidos políticos teníamos ni idea", declaran fuentes del Ayuntamiento, que afirman que, en estos momentos, la alcaldesa se está reuniendo con asociaciones de vecinos y con la Comunidad de Madrid para buscar la forma de detener la orden de demolición.

La notificación dejó tan ojipláticos a los grupos parlamentarios que Vox, el PP y el PSOE se han unido y, aunque cada uno lo haga por sus cauces, ya están buscando una solución legal para detener la medida que la CHT tomó en diciembre de 2022.

"La presa se compró y no se destinó para el uso que se había propuesto. Se gastó más de medio millón de euros entre su compra y su restauración. Nos parece inexplicable lo que ha pasado", afirman desde el Partido Popular.

Mientras que el PP planea su estrategia en silencio, el PSOE ya tiene claro lo que va a hacer (y espera obtener el apoyo del PP en la Asamblea de Madrid). Según explica a Madrid Total Víctor Ibáñez, desde el PSOE de Torrelodones han tomado dos vías para paralizar la decisión de la CHT.

Por un lado, una petición al Ayuntamiento de la localidad para que solicite una nueva concesión de aguas y, por el otro, una PNL que se va a elevar a la Asamblea de Madrid para "solicitar la declaración de zona de especial protección ambiental del embalse" e incluir el embalse y el arroyo en una figura de protección: lugar de interés comunitario de la cuenca del Manzanares. Una figura jurídica que ya existe y daría una protección ambiental especial al lugar.

Cambiar la utilidad de la presa es la solución más cortoplacista. Como insisten los vecinos, el problema de la presa ya no es que esté en mal estado. La orden de demolición se ha emitido porque su agua ya no se usa para lo que estaba previsto. 

Por parte del PP, también existe esa idea de pedir una nueva concesión de agua para preservar el entorno medioambiental y de la lámina de agua del embalse que está incluida dentro del plan de protección civil como recurso contra incendios. "No es una concesión de aguas para beber o para regar, sino por la seguridad (incendios) y por tema medioambiental", explican.

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Los únicos que parecen estar "fuera" de esta situación de unidad son los integrantes de Vecinos Por Torrelodones, partido que ha gestionado el Ayuntamiento estos últimos años y que "ocultó" el documento de demolición. Desde su cuenta de Twitter, están rebatiendo cada una de las informaciones que está publicando el PP y el PSOE.

Ellos defienden que todo está digitalizado y que han un gestor documental donde los grupos se podían haber enterado de la situación de la presa. Desde el PSOE rebaten esa postura y afirman que desde la oposición sólo tienen acceso a expedientes a los que se accede por "obligación", es decir, van a pleno o a una comisión, y aquellos que ellos solicitan porque saben, previamente, de su existencia. En el caso de la demolición de la presa, no era así.

Vecinos por Torrelodones (VxT) también recuerda que en la presa del Gasco hay una sentencia similar de la que "nadie se ha hecho responsable" y comparan la situación. Además, se acogen a que solicitaron ayuda a la Comunidad de Madrid aunque, desde el PSOE y el PP, insisten en que se hizo fuera de plazo.

Según la documentación que el PSOE ha aportado a Madrid Total, el expediente de la confederación hidrográfica del tajo 'tumba' los argumentos de VxT. El 15 de diciembre de 2022 el Ayuntamiento recibe la notificación de que le expediente de demolición (emitido por la CHT) es "firme" porque "no se ha presentado ninguna alegación ni en el periodo de tramitación pública ni en trámite de audiencia. En este último, sólo puede presentar alegaciones el propietario de la presa, es decir, el Ayuntamiento.

Presa

"Ese 15 de diciembre se abre un plazo de un mes para abrir un recurso de alzada. Tampoco lo hacen. Presentan un escrito el 16 de febrero para pedir la suspensión del plazo de tres meses para la demolición porque han pedido (previamente en febrero) protección ambiental para las aguas del embalse a la Comunidad de Madrid". Es ese orden cronológico, en el que coinciden el PP, el PSOE y el informe de la Confederación Hidrográfica del Tajo, y el que deja entrever el "pasotismo" del anterior Gobierno.

Estos partidos que van a una para parar la demolición coinciden en que el anterior alcalde no buscaba, en ningún caso, derruir la presa y que fue una cuestión de "plazos". Incluso, algunos en el Ayuntamiento de Torrelodones hablan de "incompetencia". "En sus tiempos como alcalde siempre llegaban tarde a los plazos de las adjudicaciones".

De lo ocurrido ahora, el PP puntualiza que "el equipo de gobierno de VxT una vez recibida la orden de demolición ni presentó alegaciones, ni concurrió al trámite de audiencia, ni tampoco presentó recurso alguno ocultando esta situación a los vecinos que tampoco pudieron presentar alegaciones".

Sea como fuere, la única solución que tienen los habitantes de Torrelodones para recuperar su presa es que, con la petición de protección ambiental especial, la Confederación Hidrográfica del Tajo paralice "o reconsidere" el mantenimiento de la presa. Es una posibilidad que aparece, incluso, en el informe de la CGT por lo que no debería de ser muy difícil. "No se sabe, pero hay esperanza", concluyen todas las partes.