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Primark Gran Vía celebra una década desde su apertura en un edificio centenario que alberga la tienda insignia de la marca en España.

Con más de 83 millones de euros anuales de aportación al PIB nacional de 2024, cerca de 1.000 trabajadores y 62.000 transeúntes diarios, la tienda de cinco platas se ha convertido en el "kilómetro cero del retail español" y ha transformado completamente el entorno urbano de la Gran Vía madrileña.

Así lo asegura el estudio '10 años en el corazón de Madrid' elaborado por la consultora económica Afi, que ha examinado por el aniversario redondo de la emblemática tienda su contribución económica, social y urbana al conjunto de la ciudad de Madrid.

El edificio que hoy ocupa Primark cumple 101 años de historia. Antes de albergar la tienda de moda low cost, el inmueble fue cine y también sede de la Cadena SER.

Cuando Primark decidió instalarse en el número 32 de la Gran Vía, quisieron darle la identidad de "los almacenes Madrid-París, pero del siglo XXI", recordaba a los medios en la presentación de resultados de la marca, Carlos Inácio, director general de Primark Iberia.

Solo esta tienda —que se ha convertido en un auténtico "túnel del tiempo" para muchos "porque sabes cuándo entras, pero no cuándo sales por sus ofertas", compartían desde la rueda de prensa conmemorativa— ha tenido un impacto económico difícil de ignorar con 42 millones de euros en impuestos y cotizaciones sociales el pasado año y más de 5 millones de transacciones anuales.

Para entender la magnitud de esta tienda que nunca duerme hay que remontarse a 2013, cuando la emblemática arteria madrileña atravesaba una crisis marcada por el cierre de tiendas. Según la hemeroteca, todo cambió en 2015 con la apertura de Primark.

"Fueron una auténtica locura las colas. Provocaron algo sin precedentes en la capital. Si hay una tienda que pueda considerarse la catedral del retail en España, es esta", ha asegurado Laureano Turienzo, presidente de la Asociación Española del Retail.

La tienda causó una transformación radical de la calle en la que se ubica. Los datos del transporte público también muestran un aumento del tráfico peatonal desde la apertura de la tienda, con un incremento del 57 % en el número de pasajeros de la estación de metro Gran Vía.

"Ha contribuido a la transformación de las calles. El tercer año de Navidad, no se podía caminar debido a las colas de clientes que esperaban para entrar", contaba Carlos Inácio. La situación llegó a tal punto que "el Ayuntamiento de Madrid obligó a abordar un proceso de renovación urbana y condujo a remodelar las aceras", ha añadido Diego Vizcaíno, socio director de Afi.

El efecto multiplicador de Primark sobre el entorno comercial y turístico de Gran Vía ha sido espectacular. Entre 2015 y 2025, el número de locales en esta calle aumentó un 94 %, los restaurantes se multiplicaron por dos y los hoteles se han cuadriplicado.

Maniquíes en silla de ruedas

La filosofía de la tienda va más allá de los precios "ultrabaratos" que la caracterizan. Primark Gran Vía apuesta por la inclusión con maniquíes en silla de ruedas y ropa diseñada para todos los cuerpos, incluyendo prendas específicas para, por ejemplo, mujeres que han pasado por un cáncer de mama.

Los empleados de esta tienda se han convertido en "expertos en gestionar el estrés" que supone trabajar en un establecimiento constantemente repleto de gente. Como reconocimiento a su labor, el 30% de los empleados que han trabajado aquí han conseguido promocionar dentro de la compañía.

A lo largo de estos diez años, la tienda ha acumulado numerosas anécdotas. Un día de manifestación, los empleados tuvieron que ir a hablar con la policía para coordinar la situación. También han vivido momentos relacionados con celebridades como la presentación de este lunes de Rosalía o con Justin Bieber. Además, han sido testigos de tres pedidas de mano en el interior de la tienda, consolidando su papel no solo como espacio comercial, sino también como parte del imaginario social de Madrid.