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Tribulete 7 sigue luchando para evitar la expulsión de los vecinos del edificio por parte de la socimi Elix Rental Housing.

Ahora suman a su guerra la primera querella colectiva de España por acoso inmobiliario y coacciones, que ha sido admitida a trámite este viernes 27 de junio, según informa una de las vecinas afectadas a Madrid Total.

Tras meses de protestas sacando muebles a la calle, con pancartas, bandas de música y manifestándose en la sede de la calle Serrano del "fondo buitre" que les quiere "sustituir por turistas"; el pasado 22 de mayo, los vecinos del edificio ubicado en la calle Tribulete, número 7, apoyados por el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid, presentaron una querella contra Elix Rental Housing, empresa vinculada a Claudio Aguirre Pemán, primo de Esperanza Aguirre.

Desde que se enteraron de que la socimi Elix Rental Housing quería comprar su edificio a finales de enero de 2024, los vecinos del inmueble dicen haber sufrido coacciones y amenazas para que abandonen sus hogares.

El inmueble se encuentra en pleno corazón de Lavapiés, a dos minutos a pie de la parada de Metro. Se construyó hace más de cien años y alberga 50 viviendas y dos locales comerciales repartidos en seis pisos.

Lavapiés se llena de protestas.

En marzo del año pasado, la socimi compró el edificio e inició unas obras en noviembre del mismo año con los inquilinos viviendo allí.

En su interior viven entre 52 y 54 familias en régimen de alquiler. Los inquilinos se enteraron por la prensa de las intenciones de esta compañía y temen quedarse en la calle "de la noche a la mañana".

"Desde que se iniciaron las obras, se han sumado repetidos episodios de lo que se conoce como mobbing inmobiliario para conseguir que los vecinos abandonen sus viviendas lo antes posible", informan en un comunicado de prensa los vecinos afectados.

La policía y los bomberos han tenido que intervenir en más de cuatro ocasiones desde que se iniciaron las obras. En Tribulete 7 llevan más de un año de intensas reivindicaciones que están llevando a cabo junto con el Sindicato de Inquilinas de Madrid.

Tras convertir las viviendas en un auditorio el 3 de febrero del año pasado, de sacar los muebles de sus casas a la calle el 17 de marzo y de celebrar un funeral por la muerte de los barrios con Biznaga tocando en los balcones el 14 de diciembre, ahora pasan a la vía judicial para intentar detener "esta escalada descontrolada de especulación inmobiliaria que está expulsando a los vecinos que, como los de Tribulete 7, pagan el alquiler con las nóminas de sus trabajos".

Por su parte, Elix Rental Housing aseguró a Madrid Total en su momento que "en ningún caso" la operación de Tribulete 7, persigue rehabilitar el edificio para llenarlo de viviendas de uso turístico.

"El objetivo es rehabilitar el edificio para garantizar las condiciones de habitabilidad y seguridad necesarias y las viviendas estarán destinadas a uso residencial", detallaron.