La salida de Iván Espinosa de los Monteros de Vox está provocando una cascada de consecuencias inesperadas que trastocan los planes de la formación de extrema derecha. A la salida del portavoz parlamentario le ha seguido este jueves la de Juan Luis Steegmann, número 6 de Vox por Madrid, quien ha declinado recoger el acta de diputado que le correspondía al correr la lista tras la renuncia de Espinosa de los Monteros.
Así pues, la siguiente para ocupar un escaño en el Congreso de los Diputados es Carla Toscano, número dos de Ortega Smith en el Ayuntamiento de Madrid. Toscano, conocida por sus incendiarias declaraciones en temas de igualdad, pasa a ser la segunda diputada de Vox que tiene a su vez otro cargo en el Consistorio madrileño, junto con el propio Ortega Smith.
Es decir, dos de los cinco diputados por Madrid de la formación de Santiago Abascal tienen también su asiento como ediles en el Ayuntamiento de Madrid y, todo apunta, que acumularán y duplicarán cargos, tiempos y responsabilidades.
La situación pone en evidencia un problema de Vox no sólo en Madrid, pero que aquí se hace más patente: la falta de caras conocidas que puedan ser un reclamo electoral, lo que provoca que sus dirigentes acumulen sillones.
La incorporación de Carla Toscano en mayo a la lista del Consistorio como número 2 ya fue sonada. Muchos hablaban de que la diputada no quería dejar la política nacional, pero al partido de Abascal le pareció un buen reclamo electoral para suavizar la candidatura de Ortega Smith.
Quizás por eso no sorprendió la decisión de la diputada de asumir su nuevo sillón en Cibeles sin dejar el otro en el Congreso de los Diputados. Tampoco le dio mucho tiempo para pensárselo por la convocatoria adelantada de las elecciones, pero sí peleo por ir en las listas al Congreso en un puesto de esos posibles aunque muy improbables: el número 7 por Madrid.
Sin embargo, las renuncias inesperadas de Espinosa de los Monteros y Steegmann han abierto de nuevo las puertas del Congreso a Carla Toscano que, salvo que cambie de opinión, parece que acumulará dos sillones como el propio Ortega Smith.
Duplicidad de cargos
Aunque esto no es lo habitual, sí es perfectamente legal lo de los dos ediles-diputados de Vox. Lo que no podrán hacer Ortega Smith y Toscano es cobrar ambos sueldos. Deberán elegir solo uno: los 56.000 euros (mínimo) anuales por el Congreso de los Diputados, o los 67.000 del Ayuntamiento.
Las retribuciones varían dependiendo de las funciones desempeñadas en cada cámara y en el caso de Ortega Smith y Toscano, en el sueldo municipal cobran un importante extra, puesto que son portavoz y portavoz adjunta, respectivamente, del grupo Vox.
Toscano es concejala en el Consistorio madrileño desde las pasadas elecciones municipales del 28 de mayo. Ortega Smith destacó de ella que era una "magnífica candidata".
La mujer, de 48 años, es conocida por sus incendiarios discursos en el Congreso, en los que ha atacado duramente a la ministra de Igualdad, Irene Montero, y las medidas de su ministerio.
"El único mérito que tiene usted es haber estudiado en profundidad a Pablo Iglesias", le dijo en una ocasión en el Congreso a Montero, quien le respondió con un tono similar: "A estos fascistas se les para con derechos".
"Quisiera disculparme por mi intervención de ayer. Nadie debería poner en duda que la señora ministra tiene una excelente preparación. Se comprueba en su defensa de la pederastia, la excarcelación de violadores, el aumento de los ataques a mujeres y todos sus grandes éxitos", tuiteó pocos días después la diputada de Vox.
Hasta Cuca Gamarra, portavoz del PP en el Congreso, reprobó la intervención de Toscano. "La ministra Montero debe asumir responsabilidades políticas por una Ley que tiene unos efectos nefastos, de los que le advertimos, pero nadie tiene derecho a ofenderla y entrar en su vida personal. Ni en la suya, ni en la de nadie. El respeto es imprescindible en política", tuiteó la portavoz de los populares.
Toscano es, según su carta de presentación en la página web de Vox, "Licenciada en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid. Máster en Lingüística Aplicada a la Enseñanza de español y Especialista en Ayuda Humanitaria. Fue vicepresidenta de la plataforma Principios y ha trabajado en numerosos proyectos de la sociedad civil relacionados con la Cooperación al Desarrollo, la justicia social y la política".
También es tertuliana habitual en Intereconomía, fan de Tolkien, del rock y católica, aunque el papa Francisco no sea santo de su devoción. Toscano se identifica más con Robert Sarah, uno de los cardenales con las tesis más opuestas al argentino.