P. Campos
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El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha exigido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que condenen "de manera firme los actos violentos en nuestras calles" a raíz de las protestas propalestinas de este domingo en La Vuelta, que han dejado 22 policías heridos.

Almeida también ha pedido al delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín Aguirre, que condene la violencia. Sin embargo, lejos de esto, Aguirre ha asegurado que las manifestaciones que han paralizado la prueba ciclista han sido "pacíficas" y que Madrid ha enviado al mundo un "inmenso mensaje de solidaridad". Por su parte, ni Marlaska ni Sánchez se han pronunciado todavía.

El regidor ha afirmado que los "hechos graves" que se han vivido durante el transcurso de La Vuelta por la capital "no tienen precedentes en la historia de la ciudad" y ha dejado claro que "los ciclistas y sus equipos son trabajadores y ninguno es responsable de lo que está sucediendo en Gaza".

Almeida lo tiene claro. La "violencia" se debe a que los manifestantes "pretenden demostrar que no caben más opiniones que las que ellos mantienen".

El alcalde ha remarcado que lo sucedido en la última etapa de La Vuelta "no es una manifestación", sino que se trata de "actos violentos que han puesto en riesgo a los participantes de una competición deportiva, a los miles de madrileños que querían disfrutar del evento y también a los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado".

"Alentados" por Sánchez

El regidor también ha señalado que las manifestaciones son "fruto del odio y la violencia alentada de forma irresponsable por el Gobierno de España y por los partidos que lo sostienen en el poder".

Además, Almeida ha considerado que Sánchez "utiliza" el deporte para "tapar los problemas que tiene el Gobierno" y que no se puede considerar como "normal lo que a todas luces es anormal".

Los manifestantes son "grupos violentos" que no forman parte del "pueblo de Madrid ni de España", según Almeida, quien también ha subrayado que "hay que convencer con hechos las preocupaciones humanitarias que uno tiene".

El alcalde ha dejado claro en su intervención que "manifestarse es un derecho" pero que "poner en peligro la vida y la integridad física de las personas es un delito". En este sentido, ha añadido que "desde el Ayuntamiento vamos a seguir protegiendo el marco de derecho de la Constitución".

Así, para Almeida, las protestas "han traspasado absolutamente todos los límites" porque "una mayoría radical no puede acabar con la tranquilidad de una ciudad", ni tampoco con el "funcionamiento normal de una competición con décadas de prestigio y que es un orgullo para Madrid y para los madrileños".