"Tengo monstruitos en la cabeza que no me dejan ser feliz". Esas son las palabras que le dijo a sus padres una de las víctimas de las agresiones sexuales del padre Marcelino de los Legionarios de Cristo, cuando se dieron cuenta de que algo no iba bien en el colegio.
Así lo han confirmado este jueves los progenitores en su declaración, a cuyos detalles ha podido acceder EL ESPAÑOL, ante la titular del juzgado de Instrucción n.º 7 de Madrid.
Una de las madres de las niñas ha ratificado ante la juez Susana Trujillano lo que ya reveló en su denuncia a la Unidad de Familia y Atención a la Mujer (UFAM) de la Policía Nacional. Que percibió cambios en el comportamiento de su hija, alumna de Primaria del colegio Highlands El Encinar de La Moraleja, y que al hablar con ella descubrió que algo no iba bien.
Según fuentes jurídicas conocedoras de la testifical, las madres, que han declarado tras sus hijas, denuncian que las menores echaban a correr cuando pasaban por delante del baño en el que se producían las presuntas agresiones del antiguo capellán.
Una de las mujeres ha señalado a la magistrada que así se lo contó la catequista que hacía voluntariado los viernes en el centro educativo. Las niñas se alejaban de los servicios, "diciéndole que ahí no querían entrar".
Esa misma madre ha señalado también que tuvo una conversación con una profesora del colegio y esta le manifestó directamente que había "prohibido a sus hijos" que estuvieran cerca del sacerdote ahora detenido por la Policía Nacional e investigado por la justicia por agredir sexualmente a al menos cinco niñas de ese colegio.
Otra de ellas ha remarcado a la jueza Susana Trujillano que ya hubo rumores y sospechas de esto hace dos años. Y ha confirmado también que su hija le decía que una de las niñas estuvo encerrada en el baño y que otra siempre volvía muy nerviosa por estar con Marcelino.
"Tus padres se van a morir"
Esta misma semana, como adelantó EL ESPAÑOL, varias de las víctimas relataron a la instructora las amenazas que recibieron de parte del sacerdote. "Si se lo cuentas a alguien, tus padres se van a morir".
Una de ellas ha pronunciado de viva voz esa frase ante la magistrada, poniéndola en boca del sacerdote como una suerte de advertencia a las niñas para que no le delataran. La otra menor, recalcan las fuentes consultadas, ha asentido a que también escuchó esa frase de boca del religioso investigado cuando se lo ha preguntado la jueza.
Las mismas fuentes recalcan que las niñas señalaron en el interrogatorio que el cura les advertía una y otra vez "que no podían contar nada a nadie". El padre Marcelino les lanzaba ese aviso "cuando empezaban los abusos y las agresiones, antes de que ocurriesen".
En una ocasión, describieron, una de ellas le espetó al cura que se había chivado a las profesoras. Él le respondió que nadie nunca las creería. Las víctimas no solo se han mantenido estos días en su testimonio ante la jueza, sino que han ampliado la descripción de los abusos que tenían lugar en el recinto.
Las niñas describieron que el sacerdote las colocaba en círculo, una siempre en el centro y las demás alrededor. Entonces "el cura venía por detrás y las tocaba por detrás".
Cabe recordar que, de todos los casos de agresión denunciados, cinco de ellos están judicializados, por lo que es probable que la UFAM de la Policía Nacional, que lleva el caso, tenga que redactar nuevas diligencias. Según las fuentes consultadas, tres casos más podrían sumarse a estos primeros. El último es el de otra niña de primaria que relató el pasado viernes 30 de mayo haber sufrido agresiones por parte del excapellán.
Lo contó durante los talleres Escudo de Dignidad que el colegio inició el pasado 22 de mayo. Se trata de una serie de clases sobre sexualidad y abuso infantil que se están impartiendo en horario lectivo que no han gustado a muchos padres del centro.
