En estos momentos en los que la subida de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) está encareciendo las hipotecas de interés variable, y el precio del alquiler prosigue con su particular escalada, se abre un tremendo dilema para quienes están en la tesitura de comprar una vivienda o vivir de alquiler.

Como consecuencia de la subida de tipos de interés, por ejemplo, quienes tuviesen una hipoteca variable, al revisarse, han visto cómo ha subido la cantidad a pagar.

Según Kelisto, una persona que tuviera que devolver una hipoteca en 25 años, con un interés del Euríbor más 1,15%, su cuota se dispara un 50,88% (en marzo de 2023 cerró en el 3,647% frente al -0,237% de un año antes). Traducido a euros, y dependiendo del tiempo que quedara por pagar, serían entre 189,77 euros y 569,33 más al mes.

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Y si la opción es una hipoteca fija, las entidades financieras han venido encareciendo las mismas. De ahí que, los nuevos compradores de vivienda, hayan visto como también han subido los precios.

¿Y qué decir del precio del alquiler? Durante el último año ha crecido un 7,9%, según Idealista. Entre otras razones, porque la demanda sigue elevada y, sin embargo, la oferta se está frenando por los efectos que puede tener la Ley de Vivienda, la inseguridad jurídica, y el fenómeno de la ‘inquiocupación’.

¿Qué porcentaje del sueldo se debe destinar a la vivienda?

Aquellas personas que quieran adquirir una vivienda o vivir de alquiler no deben destinar más del 35% de sus ingresos a tal menester, según el Banco de España. Esta es la norma más común: más o menos un tercio de los ingresos brutos mensuales. De esta manera, se lograría un equilibrio entre ingresos y gastos.

La vivienda, no en vano, es el gasto principal de los ciudadanos. Y se debe tener todavía más en cuenta en momentos como los actuales, con una inflación disparada que, en determinados meses, ha llegado a estar por encima del 10%.

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Porcentaje que, en el caso de la subyacente (la que recoge el precio de los alimentos, entre otros), llegó a conseguir su dato más elevado (7,5%) desde enero de 1986.

Atendiendo a los datos de Idealista, dicho esfuerzo para alquilar en la actualidad es del 29%, mientras que en el caso de la compra, se sitúa en el 26%. Eso sí, conviene tener en cuenta que para optar a adquirir una vivienda hay que aportar alrededor de un 20% de la misma como entrada.

¿Cuál es la parte del salario que se dedica a comprar?

Para aquellas personas que se decanten por la compra de vivienda, el encarecimiento de la financiación antes reseñado ha hecho que la tasa de esfuerzo se haya disparado por encima del 30% en algunos mercados.

Donde más lo ha a hecho ha sido en Palma, según Idealista, donde ha llegado al 55% de los ingresos. También muy elevados son los porcentajes de San Sebastián (48%), Barcelona (40%), Málaga (36%) y Madrid (34%).

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En el caso de Las Palmas de Gran Canaria el porcentaje es del 32%, en Bilbao y Pamplona (31%) y en Alicante y Sevilla (30%). Donde menos dinero del sueldo hay que destinar a la hipoteca es en Lérida y Jaén (13%), Teruel (14%), y Ciudad Real, Cáceres, Huelva y Murcia (16%). Según Century 21, el porcentaje no ha parado de crecer desde el año 2018.

¿Cuál es la parte del sueldo destinada al alquiler?

Como ya ha quedado reseñado, el alquiler vive su particular cuesta arriba. Y es Barcelona donde mayor esfuerzo hay que hacer para disponer de una vivienda de dos habitaciones. En concreto, hay que destinar el 39% del salario, según el marketplace inmobiliario.

A continuación, Palma (35%), Málaga (33%), Madrid, Valencia y Alicante (31%) y San Sebastián (30%).

Ya por debajo de ese tercio recomendado están Bilbao (29%), Santa Cruz de Tenerife y Sevilla (28%), y Vitoria y Las Palmas de Gran Canaria (26%). En el otro extremo, Ciudad Real (14%), Teruel (16%), y Cuenca, Cáceres, Jaén y Palencia (17%).

¿Dónde el esfuerzo para comprar y alquilar es parejo?

Son cuatro las capitales de provincia en las que el esfuerzo para comprar o alquilar vivienda es similar: Albacete, Ávila, Oviedo y Palencia. Y, de entre las 30 capitales de provincia que requieren un esfuerzo mayor para la compra que al del alquiler, Palma es quien tiene una mayor diferencia entre ambas opciones.

En concreto, dicha distancia es de 20 puntos, entre el 55% de esfuerzo para la compra, y el 35% para el alquiler. En San Sebastián es de 17 puntos; en Granada, de 8 puntos; y en Pontevedra y La Coruña, de 7 puntos.

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Donde vivir de alquiler requiere de mayor esfuerzo que la compra es una situación que se da en Valencia, Zaragoza, Santander, Murcia, Alicante o Salamanca. En total, casi una veintena de ciudades.

¿Ventajas y desventajas de comprar y alquilar?

En el caso del alquiler, la principal ventaja es que no se está atado a una hipoteca. Es decir, que se puede cambiar de vivienda cuando uno desee. Y no se pagan determinados gastos como la comunidad, derramas o reparaciones, ni tampoco impuestos como el IBI.

¿Inconvenientes? El dinero que se desembolsa no supone la adquisición de un activo. Tampoco se pueden hacer ciertas mejoras en la vivienda. Y hay que estar pendiente de renovar el contrato.

En el caso de la compra, sí se adquiere un activo. Además, se pueden generar ingresos si se pone en alquiler. Y se puede personalizar acorde al gusto personal. Pero, como contrapartida, hay que estar atado a un gasto mensual durante muchos años (la hipoteca); hay que pagar una entrada (por lo que hay que disponer de ahorros); y hay gastos fijos (IBI, comunidad…) y otros inesperados (derramas).