Los números dicen que adquirir una vivienda en subasta es más barato.

Los números dicen que adquirir una vivienda en subasta es más barato. Pixabay

Observatorio de la vivienda

Las dos caras de comprar una vivienda en subasta: precio hasta un 50% más barato pero se carga con las deudas

Cualquier persona, o empresa, puede participar en una subasta online salvo algún tipo de impedimiento legal.

20 marzo, 2023 02:30

El precio de la vivienda usada en España continúa con su particular ascenso. Así, y durante febrero, creció un 2% respecto a enero. Si se compara con febrero de 2021, fue un 8% más alto, según Idealista. Ante esta tesitura, quien más quien menos busca otras alternativas que rebajen el coste, más ahora teniendo en cuenta que el encarecimiento de la financiación ha provocado que la tasa de esfuerzo (el porcentaje de los ingresos que se dedican a pagar la hipoteca) haya subido.

Una de esas alternativas es la de adquirir una vivienda en subasta: piso, chalé, casa de pueblo, parcela, locales, oficinas... Sin embargo, esta opción tiene sus luces y sus sombras. Entre las ventajas, quizá la más reseñable, es que el precio de salida suele estar entre un 30% y un 50% por debajo de lo que dicta el mercado. Pero también hay inconvenientes.

"El proceso es sencillo si sabemos realmente lo que estamos haciendo y lo que buscamos. Pero hay que estar formado", advierte Jesús Duque, vicepresidente de la red Alfa Inmobiliaria. Porque se trata de un proceso en el que existen riesgos asociados.

Competición contra otros

Cualquier persona, o empresa, pueda participar en una subasta online. La única excepción es que tenga algún tipo de impedimiento legal. Es el caso de los funcionarios que estén directamente relacionados con el expediente judicial del inmueble en cuestión.

"A pesar de que las subastas por Internet organizadas por los juzgados en casos de embargo o ejecución hipotecaria han facilitado mucho la participación, siguen siendo una vía muy minoritaria de adquirir bienes inmobiliarios. Sobre todo son aprovechadas por inversores acostumbrados al riesgo empresarial, y dispuestos a exponerse a cambio de obtener una rentabilidad interesante", añade Duque.

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Como ya ha quedado reseñado, la principal ventaja de tomar este tipo de decisión es que se va a lograr un precio potencialmente más bajo que el que hay en la actualidad en el mercado. Según Idealista, el precio del metro cuadrado de una vivienda usada en España se situó en febrero en 1.960 euros.

Pero, ojo: la propiedad puede tener deudas o cargas asociadas que el comprador debe asumir. Sin olvidar otro condicionante importante, tal y como relata Jesús Duque: "En una subasta se compite contra otros posibles compradores, lo que puede elevar el precio final de compra".

¿Cómo está el inmueble?

Otra piedra en el camino que se pueden encontrar quienes opten por esta fórmula a la hora de adquirir una vivienda es que no es fácil conocer el estado real de la misma y si cuenta con inquilinos o, incluso, okupas.

"A diferencia de la compraventa tradicional, en la que las viviendas se traspasan libres de cargas, y ante notario, esto no ocurre en el sistema de subastas. En un proceso de estas características recibiremos algunos documentos interesantes, como el certificado de cargas y el edicto de la subasta, pero es prácticamente imposible entrar y ver el estado de la vivienda", remarca el directivo de Alfa Inmobilaria.

Y añade: "Ello nos lleva a comprar a ciegas, y sin saber exactamente qué nos vamos a encontrar hasta semanas o incluso meses después de haber pagado la totalidad".

Otro hándicap a tener en cuenta es que, en numerosas ocasiones, las propiedades que salen a subasta son compartidas por parejas con un régimen de separación de bienes, o procedentes de una herencia.

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"Si uno de los propietarios es embargado, y su parte es adquirida por un tercero, éste deberá negociar con los otros propietarios para obtener las partes restantes o solicitar la división de la propiedad en común para separar la finca y venderla repartiendo las ganancias de forma equitativa", especifica Jesús Duque.

Además, otra desventaja es que, para participar, en muchos casos se requiere que los compradores realicen un depósito previo a la subasta. Este suele rondar el 5% del valor de la vivienda. Si no se gana la puja, se devuelve. Gana, por supuesto, quien puja más alto.

A la vista de todos

Se trata de un proceso transparente y público regulado por el Real Decreto 1373/2009, y desde el 15 de octubre de 2015 (por la ley 19/2015). Es decir, que todas las ofertas y pujas están a la vista de todos los participantes.

Para participar, basta con registrarse en el Portal de Subastas del BOE, una vez dentro ver que subastas están activas, filtrar las que pueden interesar y estudiarlas bien hasta elegir la que resulte más adecuada. Una vez llegados a este punto, hay que hacer el depósito, y esperar a ver si es la puja más alta.