La pandemia de la Covid-19 y la entrada de genéricos de Aczone han pasado factura a la farmacéutica española Almirall, que ha registrado una caída del 29,9% de sus beneficios en 2020, hasta los 74,2 millones de euros. 

Asimismo, la compañía de la familia Gallardo alcanzó unas ventas netas de 807,4 millones de euros, un 5,4% menos. Las ventas netas, excluyendo el impacto de genéricos de Aczone en Estados Unidos, fueron planas respecto a 2019.

Los ingresos totales alcanzaron los 814,5 millones de euros, lo que supone una disminución interanual del 10,3%, afectados también por la caída significativa prevista en otros ingresos (-87,2%) debido a la reducción de hitos procedentes de AstraZeneca.

"2020 ha sido un año complejo debido al impacto del Covid-19 y la entrada de genéricos de Aczone, sin embargo, hemos cumplido las últimas estimaciones financieras", ha explicado el consejero delegado interino, Mike McClellan.

Además, MacClellan ha destacado el reciente nombramiento del italiano Gianfranco Nazzi como nuevo consejero delegado y ejecutivo del consejo de administración, con efectos desde el próximo 1 de mayo.

En lo referente a las previsiones para 2021, la farmacéutica prevé un crecimiento en facturación de un dígito medio y un ebitda de entre 190 millones y 2021 millones de euros. 

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