La Comunidad de Madrid ha sido una de las regiones más azotadas por la pandemia de la Covid-19. A pesar de que las cifras de contagios han mejorado en los últimos días, hay que seguir teniendo prudencia. Así lo manifiesta Manuel Martínez-Sellés, presidente del Colegio Oficial de Médicos de Madrid (Icomem) en una entrevista concedida a Invertia.

La primera ola dejó lecciones que se han puesto en práctica en esta segunda, lo que ha permitido un mejor funcionamiento de los hospitales y ha evitado un nuevo colapso. Sin embargo, el enfrentamiento político entre la comunidad y el Gobierno no ha permitido ver si las acciones han funcionado de manera correcta. “Es un error que incluso puede haber costado vidas humanas”, ha dicho el representante de los médicos.

Martínez-Sellés también ha valorado el anuncio de la estrategia de vacunación de la Covid-19, aunque considera “optimistas” las fechas que maneja el Ministerio de Sanidad. La llegada del antígeno es, por el momento, la única opción de regresar a la “antigua” normalidad, pero este médico duda de si realmente la recuperaremos.

La pandemia de la Covid-19 ha puesto de manifiesto las carencias del Sistema Nacional de Salud (SNS). ¿Qué ha fallado?

Ningún sistema sanitario del mundo hubiera podido absorber el número de enfermos, en concreto de los graves, que vimos en la primera ola. No estábamos preparados para la tasa de infecciones que tuvimos. Hemos aprendido a tratar mejor a los pacientes y a determinar mejor qué tipo de pacientes necesitan ingreso hospitalario o en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI). En la segunda ola, al menos en Madrid, no ha habido un colapso del sistema gracias a estos aprendizajes.

Además, varios centros hospitalarios de Madrid han incrementado su capacidad de camas UCI. Es verdad que en la primera ola se reaccionó tarde, pero en esta el sistema sanitario sí ha funcionado bien.

¿Qué pasó en Madrid?

La densidad poblacional, el tipo de vida de los madrileños y el movimiento son el reflejo del aumento de los contagios en la primera ola de la pandemia. Ahora, la incidencia ha sido alta en algunos momentos. Esto se debe, en parte, a que Madrid decidió hacer una política de diagnósticos rápidos y masivos, en mi opinión, acertada. Esto permitió aislar a los pacientes rápidamente y se ha traducido en una reducción de las tasas de contagio. Lo más importante es la disminución significativa de los ingresos hospitalarios. Si miramos la tasa de ocupación de camas y la comparamos con hace un mes, vemos que hay una mejoría.

Las distintas medidas que se han ido implementando en Madrid han dado sus frutos. De hecho, la Comunidad de Madrid es la región de la península que mejores datos tiene. Esto responde a que las acciones que se han puesto en marcha se han hecho bien.

¿Cómo se están organizando los hospitales para afrontar esta segunda ola?

Hay tratamientos que se usaban en la primera ola y que ahora se han visto que no son efectivos e, incluso, pueden llegar a ser peligrosos. Aunque seguimos sin tratamientos curativos, sí contamos con algunos que han mejorado el pronóstico de la enfermedad. El dato más fundamental es haber aprendido qué pacientes se beneficiarán estando en el hospital o en cuidados intensivos.

Las medidas preventivas que tenemos también juegan un papel importante. Por ejemplo, ahora el uso de las mascarilla es obligatoria y hay más concienciación por parte de la sociedad, aunque hay que aumentarla en aspectos como el lavado de manos o evitar aglomeraciones.

Desde el Colegio de Médicos tenemos un comité de expertos para la Covid-19 desde donde se ha recomendado una vacunación universal frente a la gripe, con algunos grupos prioritarios. Se ha visto que la inmunización de la gripe da cierta protección respecto a la infección por la Covid-19. Son muchas las medidas que han permitido que la segunda ola no sea tan intensa como la primera.

¿Cómo valora el enfrentamiento político entre la Comunidad de Madrid y el Gobierno a cuenta de la gestión sanitaria?

Ha sido un error que, incluso, puede haber costado vidas humanas. Politizar la gestión de la pandemia es ir en la dirección equivocada. En Madrid se han tomado medidas por administraciones diferentes, algunas de ellas contradictorias. Esto no ha permitido saber el efecto concreto de cada acción.

Una visibilización de hasta qué punto se ha politizado la gestión de la pandemia es la dimisión, a los dos días de su nombramiento, de Emilio Bouza. Nosotros esperamos que la gestión esté en manos de los expertos. Tiene que haber un comité de expertos independiente, como lo tenemos en el Colegio de Médicos, que sea quien justifique las decisiones. Entiendo que hay muchos intereses en juego -económicos, hostelería, turismo, etc.-, pero deben primar los clínicos, epidemiológicos y científicos.

Hay que ver lo que ha sucedido en otros países donde sí existe este comité de expertos que toman decisiones avaladas. Esto no significa que no cometan errores, pero se equivocarán menos. En definitiva, creo que es un error mezclar la política con la gestión de la pandemia.

¿Cómo afrontan los profesionales este enfrentamiento político?

Los profesionales lo vemos con pena. Es un ámbito en el que no deberían entrar las luchas políticas. Es decir, no podemos intentar rentabilizar un momento tan triste y duro para los profesionales y toda la población.

¿Qué valoración hace sobre la estrategia de vacunación de la Covid-19?

Va a ser un gran desafío. En Madrid hay muchas personas que están pendientes, como en una lista de espera, para vacunarse de la gripe. El desafío es la producción, la distribución y la logística de vacunar a un número importante de personas en poco tiempo. Me parece bien que se prioricen grupos, pero me parece optimista pensar que esto se va a realizar en poco tiempo.

Las compañías farmacéuticas han comunicado a través de notas de prensa los resultados de sus vacunas de la Covid-19. ¿Es precipitado hacer una estrategia sin conocer datos sólidos de las vacunas publicados en revistas científicas?

Es habitual que las compañías farmacéuticas informen a través de notas de prensa antes de publicar los resultados en revistas científicas. Sí tenemos publicaciones sobre la eficacia de las vacunas, por lo que ya hay datos científicos que cada vez son más sólidos.

Además, es evidente que hay una necesidad de acortar los tiempos habituales. Es decir, entiendo que se vayan preparando los planes de vacunación aún en un momento en el que las vacunas no están disponibles. Es empezar la casa por el tejado, pero sí es necesario que cuando las vacunas estén disponibles tengamos todo preparado para conseguir una vacunación masiva y de forma rápida. Sí es cierto que las fechas que se barajan pecan de optimismo, en mi opinión. Ojalá se cumplan.

En Madrid se han tomado medidas por administraciones diferentes, algunas de ellas contradictorias. Esto no ha permitido saber el efecto concreto de cada acción

A finales de octubre, los médicos fueron a la huelga por las medidas del Ministerio de Sanidad para paliar el déficit de médicos. ¿Cómo debería ser el plan para acabar con esta escasez de personal sanitario en España?

La primera pregunta que debemos hacernos es si faltan profesionales. Esto depende de la ley de la oferta y la demanda. Es decir, si las condiciones que se ofrecen a los sanitarios son ventajosas, probablemente no falten. Si, por el contrario, son inferiores a las de los países de nuestro entorno, es probable que sigan saliendo médicos y enfermeras como ocurre en el momento actual. Ya no solo es una cuestión de retribución económica, sino también que las condiciones respecto a la carga asistencial son mejores.

Habrá que ver si la oferta que tenemos es suficientemente atractiva para que los profesionales sanitarios la acepten.

Respecto al Real Decreto que motivó la huelga, tiene puntos que son inaceptables. Hay que intentar que, a la hora de contratar médicos que no tengan la titulación de especialista, no se les contrate para funciones como si la tuviera. La Consejería de Madrid ha asegurado que, en el caso de que se contraten estos profesionales, no sería para hacer una labor asistencial. Un médico recién formado, por ejemplo, puede hacer labores de rastreo o apoyar en labores administrativas. Esto sí me parece adecuado.

Si se contratara a médicos sin especialidad generaría inseguridad en la población. Por eso, este Real Decreto es inaceptable e, incluso, peligroso.

¿Qué opina del nuevo hospital de emergencias de la Comunidad de Madrid?

Todavía no lo tenemos en marcha. Sin embargo, es un error tener una opinión en contra de un nuevo hospital público. Todavía no sabemos cómo se va a articular, qué pacientes se derivarán y qué profesionales trabajarán allí. Hay que ser cuidadoso. En su día, la apertura del hospital de Ifema fue exitosa. Con este nuevo hospital la situación es distinta. Hay que ver cómo se va a articular. No estoy capacitado para opinar sobre ello hasta que no empiece a funcionar.

Este hospital se nutrirá con profesionales sanitarios voluntarios. ¿Es la mejor forma o habría que hacer contrataciones?

Asumo que las contrataciones se harán a estos profesionales voluntarios. Un hospital así necesitará de mucho personal. Desconozco si será suficiente con los profesionales que se presenten voluntarios.

¿Cómo considera que está tratada la Atención Primaria, especialmente, en Madrid?

La Atención Primaria ya necesitaba antes de la pandemia una nueva estructura y de más recursos. Con la crisis sanitaria ha habido un desbordamiento. Los médicos de familia son multifunciones porque hacen consultas presenciales, digitales, van a domicilios, tiene que suplir a compañeros que se han infectado, etc. La Atención Primaria necesita de más medios pero, también, de más recursos humanos. Si aspiramos a ser el mejor sistema sanitario del mundo, tenemos que reforzar este nivel asistencial.

¿Cómo valora las medidas anunciadas para la Navidad?

Insisto, debería ser un comité de expertos el que fije las medidas para las navidades. Hay que mantener la prudencia. Tendremos que ser muy estrictos para evitar contagiarnos y contagiar a nuestro entorno.

Creo que tiene que haber unas normas claras para que la población las respete. Es mejor si hay un mismo mensaje por parte de todas las administraciones. Si son diferentes, existirán confusiones. Son unas navidades en las que toca tener precaución. Pensemos que, con las fechas que se manejan, las fiestas de 2021 serán normales. Es mejor que lleguemos toda la familia al próximo año.

¿Y sobre el cierre perimetral de Madrid para el próximo puente?

Todos los cierres se pueden justificar. El cierre perimetral de este puente va a ser beneficioso. De hecho, todo lo que sea reducir la movilidad es beneficioso. Hemos pedido un informe a nuestro comité de expertos sobre los confinamientos. Todos sabemos cómo está Madrid y los movimientos que suele haber durante el puente. La gente va al centro, a pasear… Sería difícil pensar que eso se va a dar en 2020. Me parece prudente que se tomen medidas.

Sin embargo, tenemos que ir más allá. No solo no salir de la comunidad, también evitar las aglomeraciones.

¿Cuándo volveremos a la normalidad?

No sé si volveremos a la normalidad que conocíamos antes de la pandemia. Yo firmaría que el año que viene por estas fechas estemos de manera similar al 2019. Las perspectivas de las que se hablan del primer semestre de 2021 son demasiado optimistas.

¿Debería impulsarse más la colaboración con la sanidad privada?

Nosotros somos impulsores de que lo que se tiene que evaluar es la calidad asistencial, tanto en la pública con la privada. La colaboración con la privada ha sido muy exitosa durante la pandemia. Hay que saber que los hospitales privados permitieron que el colapso del sistema público no fuese mayor en la primera ola. En Madrid tenemos la suerte de tener muy buena sanidad pública. Yo llevo casi 25 años trabajando en un hospital público y estoy muy orgulloso. Pero creo que también tenemos una sanidad privada excelente y hay que fomentar la colaboración, más en momentos como el que estamos viviendo.

En el tema de las vacunas, por ejemplo, sería muy bueno poder inmunizar a toda la población en todos los sitios que se pueda, incluyendo la sanidad privada.

Asumo que las contrataciones en el nuevo hospital de emergencias de la Comunidad de Madrid se harán a estos profesionales voluntarios

Se ha mostrado usted crítico con la legislación de la eutanasia. ¿Cómo debe ser la actuación del médico? ¿Defendería usted la desobediencia a esta legislación por motivos de conciencia?

Cien por cien, sí. Nosotros tenemos un código deontológico en el que se prohíbe la realización de la eutanasia porque va en contra del juramento hipocrático. Al terminar la carrera, yo juré no hacer mal de forma intencionada a los pacientes. Por mucho que se modifiquen las leyes, eso va a ir siempre contra la deontología de la profesión. Es más, el hecho de que se legalice la eutanasia en España va a romper la relación de confianza que existe entre el médico y el paciente.

Creemos que esta ley es un gran error. Todavía tengo la esperanza de que se pare, aunque sé que es muy difícil. Esta ley es inoportuna en un país en el que están poco desarrollados los cuidados paliativos.

Se recomiendan dos servicios de paliativos por cada 100.000 habitantes. En España no llegamos ni a la mitad, tenemos 0,6. Muchos pacientes están sufriendo en los últimos meses de su vida y, en vez de darles alternativas como paliar su sufrimiento, se va a aprobar una ley que permite matarlos. Me parece que es algo cruel.

Es indudablemente inoportuno que esto se plantee durante la pandemia. Es indignante. Todo el sistema sanitario está luchando por la vida de los pacientes, a costa de infecciones y muerte de compañeros.

Es más. Nos va a convertir en la excepción. En los países donde se ha legalizado la eutanasia, se ha visto la pendiente resbaladiza. En estos países, como Holanda, están haciendo eutanasia a ancianos con demencia, niños con discapacidad, a pacientes que por su propia condición no la pueden pedir. Es un error enorme que, además, va a reducir los escasos cuidados paliativos que tenemos. Hay pocos países en Europa que no tengan una especialidad en cuidados paliativos. En España, no existe esta especialidad. Los profesionales hacen otra especialidad y se subespecializan. Me cuesta entender que sin tener este servicio desarrollado, se apruebe una ley de eutanasia en lugar de una ley de cuidados paliativos.

Hay más trasfondos. Uno ideológico. Se ha intentado vender que la eutanasia es progresista, es de izquierdas, cosa que no es cierta. En Portugal, se intentó aprobar una ley de eutanasia y el partido comunista votó en contra. Para nada es de izquierdas. La eutanasia es particularmente peligrosa en las clases más desfavorecidas, que tienen una situación social y económica más desfavorable. Es paradójico que la eutanasia se defienda desde promover la autonomía de los pacientes, pero en el fondo vamos a presionarles a solicitarla por el sentimiento de que se sienten una carga para la sociedad o su familia. No me quiero extender, pero me posiciono en contra de esta ley, como la mayoría de los médicos.

¿Cómo valora la legislatura del expresidente del colegio, Miguel Ángel Sánchez Chillón?

No me gusta hablar mal de mis compañeros. Fue una legislatura que al principio tuvo buena intención. No me gustaría extenderme, pero en la segunda parte creo que se siguió una línea que no fue la adecuada y que iba en contra de la deontología médica. Fue este el motivo por el que nos decidimos presentar a las elecciones del colegio.

¿Qué líneas seguirá durante su legislatura?

Vamos a intentar seguir tres líneas básicas. La primera, sobre la defensa de la profesión. Los médicos deberían ser los que tengan la última palabra en todos los temas de la sanidad. Por ejemplo, en la gestión de la pandemia, vemos con tristeza que no se implique a los médicos. El segundo comité -el primero fue el de la Covid-19- que hemos creado está dedicado a ver qué medidas se deben tomar para defender a los médicos. Nuestro deber es asegurarnos que la medicina en Madrid se ejerce en las mejores condiciones posibles.

La segunda línea es la independencia. No tenemos vinculaciones con partidos políticos, empresas ni sindicatos. Nuestro único interés es la defensa de nuestros compañeros.

La tercera línea es que todo lo que se haga desde el colegio tiene que tener un fundamento científico. Es importante el componente humano de la medicina. Hay que insistir en ello a las futuras generaciones. Pero, además, la medicina también debe tener un componente científico. No se pueden promover actuaciones sin este fundamento y nuestra responsabilidad es asegurarnos de ello.

Se ha acusado a su candidatura de tener vinculaciones con aseguradoras…

Eso no es cierto. Habrá leído otras cosas que no son ciertas, como que yo pertenezco al Opus Dei, que tampoco es cierto. A nosotros nos van a atacar mucho fundamentalmente por motivos ideológicos. No me preocupa. Nuestra respuesta es trabajar y hacerlo de forma transparente. La mejor respuesta a estos ataques, que habrá muchos más, es trabajar y ser transparentes.

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