La vicepresidenta ejecutiva de la Comisión y responsable de Competencia, Margrethe Vestager

La vicepresidenta ejecutiva de la Comisión y responsable de Competencia, Margrethe Vestager Claudio Centonze/CE

Observatorio digital Entrevista

Vestager: "Las plataformas digitales deben ser más responsables, transparentes y rendir cuentas"

La vicepresidenta de la Comisión adelanta a EL ESPAÑOL las grandes líneas de la reforma para poner coto al poder de Facebook, Amazon o Google.

30 octubre, 2020 02:34
Bruselas

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La vicepresidenta ejecutiva de la Comisión y responsable de Competencia, la liberal danesa Margrethe Vestager (Glostrup, 52 años), adelanta en una entrevista con EL ESPAÑOL y otros periódicos europeos las grandes líneas de la reforma legal que prepara con el fin de poner coto al poder de mercado de gigantes digitales como Facebook, Amazon o Google. Una iniciativa que se presentará el próximo 2 de diciembre tras muchos meses de preparación.

La reforma consta de dos pilares centrales. Por un lado, la Ley de Servicios Digitales, cuyo objetivo es aumentar la responsabilidad de estas plataformas sobre los contenidos y productos que intercambian sus usuarios, por ejemplo falsificaciones o estafas, contenidos ilegales de terrorismo o incitación al odio, pero también campañas de desinformación y fake news. Esta norma se aplicará a todas las empresas digitales.

La segunda pieza de la ofensiva es la nueva Ley de Mercados Digitales, que impone nuevas obligaciones únicamente a los gigantes tecnológicos. Por ejemplo, la prohibición de favorecer a sus propios servicios frente a posibles rivales, la obligación de facilitar a los usuarios la portabilidad de datos o la interoperabilidad con otras plataformas. Las restricciones afectarían a una lista de alrededor de 20 compañías: la ley no da nombres, sólo fija criterios, en particular el tamaño.

Para domesticar el poder de los gigantes digitales, Vestager desconfía de soluciones extremas como forzar su partición en varias compañías más pequeñas, como defiende el comisario francés de Industria, Thierry Breton. Eso sí, asegura que la reforma no es una maniobra proteccionista frente a Estados Unidos y defiende el derecho de la democracia europea a regular la nueva revolución digital.

¿Qué objetivos persigue con esta reforma?

Las dos normas, la Ley de Servicios Digitales y la Ley de Mercados Digitales, deben verse conjuntamente. Su objetivo principal es garantizar que las reglas que se han acordado y se aplican para el mundo offline sirvan también en el mundo online. Por ejemplo, una persona que compra sus regalos de Navidad en una tienda en la calle no tiene ninguna duda de que serán productos seguros, lo da por hecho. Y eso debería ser igual en las compras online. Lo mismo ocurre con los servicios y los contenidos. Si alguien está repartiendo pornografía infantil delante de la puerta de la Comisión, será detenido en 30 segundos. En internet estamos viendo progresos, pero todavía queda camino por recorrer en cuanto a contenidos ilegales. 

Nuestro objetivo principal es garantizar que las reglas que se aplican al mundo offline funcionen también en el mundo online

Por lo que se refiere a la zona gris entre lo que está perfectamente bien y lo que es ilegal, aquí es necesario que las plataformas asuman más responsabilidad. No se trata de regular el contenido, porque eso supondría algo similar a los filtros de descarga, una medida que rechaza absolutamente la Eurocámara. Lo que necesitamos -y eso estará en la Ley de Servicios Digitales- es un nuevo conjunto de obligaciones para los proveedores en materia de transparencia, responsabilidad y rendición de cuentas.

El ejemplo más obvio sería el de eBay: cada día se descargan en esta plataforma 25 millones de artículos, según me cuentan. Hacer a eBay responsable de cada uno de esos artículos no es factible. Pero exigirle que cuente con un sistema que minimice el riesgo de tener productos falsificados o peligrosos, eso sí que se puede hacer.

Algunos países como Francia o Países Bajos le piden que sea más contundente contra los contenidos nocivos, como el discurso del odio. ¿Qué les responde?

Es importante que tengamos una posición dura por lo que se refiere al contenido. Pero en lugar de hablar de filtros de descarga, que es algo muy delicado y conlleva muchos problemas, las plataformas deben establecer un sistema con criterios transparentes sobre los mensajes que consideran inaceptables y los motivos por los que podrían eliminarlos. Además, si se suprime un post, el usuario debe tener un mecanismo de recurso. Lo importante aquí es la transparencia y la responsabilidad.

Yo espero que esto mejore nuestra cultura a la hora de debatir en internet, porque la gente se pensará mejor lo que cuelga. Otra vez, se trata de aplicar de nuevo este principio tan simple de que las cosas deberían ser igual online que offline, por ejemplo en lo que se refiiere al discurso del odio. En una reunión pública cara a cara, por ejemplo con un político o un candidato, la gente nunca se atrevería a levantarse y decir el tipo de cosas que sí escribe fácilmente en internet. Nunca. Todo el mundo se horrorizaría. 

Las plataformas deben establecer un sistema con criterios transparentes sobre los mensajes que consideran inaceptables y los motivos por los que podrían eliminarlos

¿Se prohibirá la publicidad personalizada, como ha pedido la Eurocámara?

Estamos examinando todas las propuestas del Parlamento, también esta petición. Lo importante es que el usuario sepa en todo momento cuándo está ante un anuncio publicitario y quién es el responsable, quién lo ha pagado. Pero tiene que haber un equilibrio, porque para mucha gente es relevante recibir anuncios de las cosas que está buscando en lugar de algo totalmente diferente. 

¿Cómo se aplicará la Ley de Mercados Digitales a los gigantes tecnológicos?

Las plataformas con poder de mercado en Europa tendrán una serie de obligaciones y prohibiciones adicionales. Una obligación obvia será garantizar que la gente que utiliza tu plataforma pueda recuperar sus datos, que no te los quedes. Entre las restricciones se encuentra la prohibición de dar preferencia a tus propios servicios respecto a los que ofrecen tus rivales.

Además, la Ley de Mercados Digitales dará a la Comisión el poder de hacer investigaciones de mercado. Ahora mismo, en el departamento de Competencia investigamos únicamente a empresas particulares. Examinamos si una compañía ha hecho algo mal. Pero estamos viendo que muchos mercados digitales son propensos a convertirse rápidamente en monopolios de facto. Las investigaciones nos permitirán imponer medidas correctivas para garantizar que estos mercados se mantengan abiertos y competitivos.

Las grandes plataformas con poder de mercado en Europa tendrán una serie de obligaciones y prohibiciones adicionales

¿Entre estas medidas correctivas se encuentra la posibilidad de desmembrar los gigantes digitales en compañías más pequeñas?

La legislación vigente ya nos permite forzar la división de una empresa si es la única medida eficaz para corregir una vulneración de las normas de competencia. Pero es una sanción muy dura y se ha utilizado muy pocas veces en los últimos 100 años de acción antimonopolio. Hasta ahora, nosotros nunca hemos encontrado una infracción que sea lo bastante grave como para justificar la división de una compañía. 

Además, llevaría mucho tiempo defender ante los tribunales la desmembración de una empresa. Incluso si al final se hace, no sabemos si lograríamos el resultado que pretendemos o solamente un tipo diferente de monopolización. Por eso hemos escogido esta combinación de regular los mercados donde existe el riesgo de monopolio y al mismo tiempo aplicar de forma contundente las normas de competencia.

Ahora mismo tenemos varios casos abiertos que siguen avanzando. Uno sobre Amazon por el uso de los datos de los vendedores que usan su plataforma y tres sobre Apple: uno sobre Apple Pay y otros dos sobre el App Store. Además, hay en marcha dos grandes investigaciones sobre el uso de datos por parte de Google y Facebook para publicidad.

¿Espera usted represalias de Estados Unidos? ¿Es esta reforma una medida proteccionista contra empresas norteamericanas de éxito, como Google, Facebook o Amazon, como sostienen en Washington?

Lo que estamos haciendo aquí no es por proteccionismo. Europa está abierta para los negocios. Pero si una plataforma tiene acceso a nuestro mercado, somos nosotros los que debemos fijar las reglas de cómo funciona ese mercado. Es lo justo. Tenemos una cooperación muy intensa con nuestros colegas en el departamento de Comercio para asegurarnos de que lo que estamos haciendo respeta nuestras obligaciones internacionales.

Es importante que nuestra democracia decida sobre cómo debe funcionar una sociedad y un mercado digitalizado. No puede ser que lo decidan los consejos de administración de las empresas

Y por supuesto no vamos a nombrar a ninguna compañía concreta. Fijaremos los criterios cuantitativos y objetivos que determinan si una empresa tiene poder de mercado. Lo importante no es la bandera que lleve la plataforma, sino su comportamiento en el mercado.

Si somos capaces de explicarnos, espero que los demás sean capaces de entendernos y respetarlo. Es importante que nuestra democracia tenga voz y decida sobre cómo debe funcionar una sociedad y un mercado digitalizado. No puede ser que lo decidan regímenes autocráticos o los consejos de administración de las empresas. Es el momento de que nuestra democracia se ponga al día y decida cómo queremos gobernar esta revolución digital.

La compañía holandesa Booking.com, uno de los pocos éxitos digitales de Europa, se ha quejado de que la reforma le dejará atada de pies y manos. ¿Le preocupa esta crítica?

Escuchamos todas las críticas, ya vengan de empresas europeas o de empresas estadounidenses. Lo importante aquí es que no habrá una lista de compañías a las que afecta la legislación. Tendremos una serie de criterios para identificar a las empresas que tienen poder de mercado en un determinado sector, y a las que se impondrán estas obligaciones extra. Es muy importante que seamos neutrales sobre la procedencia geográfica de las compañías y dejemos claro que lo que cuenta es su comportamiento en el mercado.