La guerra de Ucrania, la elevada inflación y el endurecimiento de las políticas de los bancos centrales para luchar contra ella. Esos han sido los factores que han determinado la evolución de las principales bolsas mundiales en la primera mitad del año. 

El Ibex 35 ha cerrado este periodo con una caída acumulada del 7,06%, lo que le ha llevado hasta los 8.098,7 puntos. Se trata del peor semestre para el selectivo desde el primero de 2020, cuando el desplome superó el 24% debido al estallido de la pandemia.

Solo en junio, el descenso del Ibex 35 ha alcanzado el 8,5%. Para encontrar un mes peor hay que retroceder también hasta marzo de 2020, coincidiendo con el inicio de los confinamientos. 

La caída de este jueves ha sido del 1,09%. Entre los principales movimientos de esta sesión, han destacado las subidas de Grifols (6,15%), Acciona Energía (2,68%) e Indra (2,18%). Los mayores descensos los han protagonizado Acerinox (4,74%), Sacyr (4,73%) y CaixaBank (4,13%).

Desde enero y hasta ahora, los valores del Ibex 35 con un mejor comportamiento han sido CaixaBank, Repsol y Bankinter, cuyas subidas se sitúan entre el 40% y el 30%. Fluidra, que ha acumulado un descenso del 45%, ha sido el 'farolillo rojo' del selectivo en el primer semestre.

Recesión

Fruto de esa postura más dura de las principales instituciones monetarias del mundo, los miedos a que tengan lugar una recesión se han incrementado. A lo largo de estos seis meses, la mayoría de los bancos centrales han subido sus tipos de interés de referencia.

La Reserva Federal de EEUU (Fed), lo ha hecho en tres ocasiones -en marzo, mayo y junio-. El último de estos incrementos fue de 75 puntos básicos. Supuso la mayor alza del precio del dinero por parte del banco central estadounidense desde 1994.

Tras esa subida de tipos, su presidente, Jerome Powell, se ha preocupado en resaltar la fortaleza de la economía y el mercado laboral estadounidense. Sin embargo, no ha descartado la posibilidad de que tenga lugar una recesión, al considerar que cada vez es más difícil un aterrizaje suave.

Algunos miembros de la Fed abogan por otra subida de tipos de 75 puntos básicos en la reunión de julio. Antes de que tenga lugar esa cita, el Banco Central Europeo (BCE) habrá subido sus tipos de interés por primera vez en once años.

Lo hará, según anticipó su presidenta, Christine Lagarde, incrementándolos en 25 puntos básicos. Eso en la reunión de julio. Para la cita de septiembre, la francesa dejó la puerta abierta a un incremento mayor si así lo requiere la lucha contra la subida de los precios.

En el foro anual que el BCE ha mantenido en Portugal, Lagarde reconoció que resulta poco probable que la economía regrese a un entorno de baja inflación como el vivido antes de la pandemia de la covid-19. En España, la tasa interanual alcanzó el 10,2% en junio, un nivel desconocido desde abril de 1985.

Primas de riesgo

El BCE también anunció a principios de junio que terminará con sus compras de deuda al amparo del conocido como programa APP (sus siglas en inglés).

El final de las adquisiciones y las expectativas de subidas de tipos provocaron un fuerte incremento de las rentabilidades de los bonos y de las primas de riesgos de los países europeos, especialmente de aquellos de la periferia del bloque.

Para intentar contener los diferenciales, el BCE reinvertirá los reembolsos del plan de emergencia contra la pandemia, al tiempo que preparara una herramienta para evitar lo que ha denominado 'fragmentación' financiera.

Después de que la rentabilidad del bono español a 10 años haya alcanzado el 3,2%, ha cerrado el primer semestre en el 2,45%. La prima de riesgo de España se sitúa en torno a los 109 puntos básicos, tras dispararse hasta los 140.

Caídas

Las bolsas europeas han terminado la sesión de este viernes con caídas superiores al 2%. En el acumulado anual, la caída de Milán roza el 22,5%; la de Fráncfort, el 21% y la de París, el 18,5%. La de Londres es inferior al 5%.

Los principales índices de Wall Street también sufrían caídas en la última jornada de junio. Con descensos inclusos superiores al del viejo continente, el S&P 500 se aproxima a cerrar su peor primer semestre desde 1970.

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El euro ha terminado el semestre fortaleciéndose frente al dólar. El cambio se ha situado por debajo de los 1,05 ‘billetes verdes’.

Frente a las caídas de muchos de los activos financieros, los grandes beneficiados de este periodo han sido las materias primas. En el caso del petróleo las subidas acumuladas han superado el 40%, entre los temores a que una recesión afecte a la demanda y que la oferta siga estando restringida a consecuencia de las sanciones impuestas a Rusia.

Petróleo y 'criptos'

Este jueves el crudo Brent, de referencia en Europa, para entrega en agosto ha cedido hasta los 114 dólares. La alianza OPEP+, liderada por Arabia Saudí y Rusia, confirmó este jueves que en agosto aumentará su oferta petrolera en 648.000 barriles diarios de crudo, hasta totalizar 43,85 millones de barriles diarios (mbd).

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Estas subidas, contrastan el desplome de las principales criptodivisas. El bitcoin, la criptomoneda más famosa del mundo, ha perdido el 60% de su valor desde que comenzó el ejercicio. En torno a los 19.000 dólares, la caída acumulada desde que el pasado noviembre alcanzó sus máximos históricos -cuando rozó los 69.000 dólares- es del 72%.