Carteles electorales de los diferentes candidatos a la presidencia de Francia en primera vuelta.

Carteles electorales de los diferentes candidatos a la presidencia de Francia en primera vuelta. Daniel Karmann / dpa, Europa Press

Mercados

Los inversores dan por hecho que Macron será reelegido y habrá continuidad para su política económica

El CAC 40 reaccionó ayer con una tímida subida del 0,12% y la prima de riesgo francesa se fue a 55 puntos básicos, menos que en 2017.

12 abril, 2022 04:08

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El índice bursátil CAC 40 resume a la perfección el clima en Francia tras la primera vuelta de las elecciones presidenciales. El selectivo galo cerró ayer con una tímida subida del 0,12% tras ir de más a menos. Los inversores confían -aunque precavidamente- en la reelección de Emmanuel Macron y en la continuidad de su política económica, aunque si se diese la sorpresa y ganara Marine Le Pen, las manos fuertes del mercado ya dejaron constancia de que no sería una catástrofe.

Stefan Kreuzkamp, director de Inversiones de DWS, considera que los mercados están exagerando la probabilidad de que Le Pen venza en la segunda vuelta. "Tanto Macron como Le Pen han obtenido un resultado ligeramente mejor en la primera ronda que en las encuestas, pero Macron se ha mostrado, además, mucho más fuerte que en 2017", remarca el gestor.

Por ahora, parece que el centrista liberal tiene la situación controlada, y los mercados lo han premiado. La reacción inmediata fue más limitada que hace cinco años, cuando el diferencial de los bonos soberanos franceses a 10 años con respecto a Alemania alcanzó un máximo de 80 puntos básicos, frente a un máximo de 55 puntos básicos en esta ocasión. Pero no hay que confiarse, ya que aún tiene que celebrarse el debate cara a cara entre ambos candidatos.

"Una victoria de Le Pen muy probablemente desencadenaría un importante sentimiento de aversión al riesgo en torno a los activos franceses y a muchos otros activos europeos", advierte Pietro Baffico, economista de abrdn.

La comunidad financiera y los europeos no quieren sorpresas ahora que Macron ha tomado el relevo de Angela Merkel en el liderazgo diplomático, político y económico de la Unión Europea. Y tampoco quieren que la economía gala descarrile.

Emmanuel Macron durante un acto de campaña previo a la primera vuelta de las elecciones.

Emmanuel Macron durante un acto de campaña previo a la primera vuelta de las elecciones. Thomas Coex / AFP / dpa, Europa Press.

"La aplicación de las reformas es fundamental para que Francia", calificada como AA/Estable por Scope Ratings, "pueda hacer frente a los retos económicos y sociales estructurales, como el aumento de la deuda pública, el descenso de la productividad y la competitividad, las rigideces residuales del mercado laboral, además del coste que supone el envejecimiento de la población del país y la transición energética", pone en contexto Thomas Gillet, responsable de Calificación de Deuda Soberana y del Sector Público de esta agencia.

En el cuadro de mando por países que maneja Julius Baer, el mercado de renta variable francés muestra actualmente "las tendencias de beneficios más sólidas".

Mientras tanto, "las valoraciones han vuelto a niveles atractivos: la relación precio/beneficio a 12 meses (PER) ha vuelto a una desviación estándar por debajo de la media histórica a pesar de sus características de crecimiento por encima de la media".

De esta forma, la bolsa gala ofrece en estos momentos un punto de entrada "atractivo" para obtener "exposición a acciones de crecimiento de alta calidad a un precio razonable", en palabras de Mathieu Racheter, director de Análisis Estratégico de Renta Variable en Julius Baer.

Francia, en manos de la izquierda

Llegados a esta nueva final entre Macron y Le Pen, lo cierto es que serán los votantes de izquierda quienes tendrán la llave del Elíseo, habida cuenta de la tercera posición de Jean-Luc Mélenchon en la primera vuelta, que a punto estuvo de desbancar a Le Pen. "Ninguno de los dos candidatos puede ganar sin atraer a algunos votantes de la izquierda", y "el comportamiento de los electores de izquierda será más crucial que en 2017", prevé Gilles Moëc, economista jefe de AXA Investment Managers.

El experto de AXA recuerda que Macron "se convirtió en un 'keynesiano por accidente' debido a la presión de la pandemia y ahora a las consecuencias de la guerra en Ucrania", y añade que "la nueva configuración electoral prolongará este cambio". Esto también hará que se manifieste aún más en el ámbito europeo para defender una mayor integración fiscal y la mutualización de la deuda.

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Por el contrario, la victoria de Le Pen "podría desencadenar rápidamente una parálisis institucional" en Francia. El economista de AXA estima que, en ese caso, la reciente ampliación de la prima de riesgo francesa solo sería "un anticipo". "Si esto coincide con la parálisis política y las divisiones a nivel europeo, París no podría contar con la solidaridad de la UE para hacer frente a la presión del mercado", se teme.

En ese escenario más extremo -y, por ahora, improbable-, donde la populista de extrema derecha resultaría ganadora, "podríamos ver movimientos similares a los de 2011, aunque deberían durar poco", señala Ludovic Colin, gestor de renta fija de Vontobel. "La agenda de Le Pen sigue siendo principalmente doméstica, centrada en el coste de vida y en la inmigración. La UE ya no es su prioridad. Así que el riesgo de que se repita lo que ocurrió en 2011 es muy pequeño", deja entrever en relación a un 'Frexit' que ha sido guardado en el cajón.

Finalmente, hay que tener en cuenta dos aspectos importantes. Baffico, de abrdn, proyecta a una Le Pen "mal equipada para asumir el liderazgo sobre los asuntos europeos que tiene Macron y, probablemente, le resultaría más difícil trabajar con la coalición alemana", donde conviven socialdemócratas, verdes y liberales.

De otro lado, en el caso de que Le Pen ganara las elecciones, "le sería muy difícil aplicar gran parte de su programa electoral, ya que no esperamos que su partido obtenga buenos resultados en las elecciones parlamentarias de junio", echa por tierra toda esperanza Kreuzkamp, de DWS.