La empresa revelación de BME Growth en este tiempo de pandemia acaba de recibir un inesperado balón de oxígeno. Proeduca Altus se libra de las prisas que empezaban a sentir sus directivos para preparar el salto al Mercado Continuo y, sobre todo, para adecuar su estructura de capital a este reto.

El alivio para Proeduca Altus llegó el pasado martes desde el Palacio de la Moncloa. Casi por sorpresa, el Consejo de Ministros aprobaba duplicar el límite de capitalización máxima para las cotizadas de BME Growth. Desde hace cinco años estaba fijado en 500 millones de euros y desde el pasado julio venía empujando a la cotizada riojana a dar el salto hacia el Mercado Continuo.

Ahora, desde que el miércoles se publicó el nuevo umbral de 1.000 millones de euros en el Boletín Oficial del Estado (BOE), la cuenta atrás para Proeduca Altus directamente desaparece. Y eso que ya llevaba consumida buena parte de los seis meses superando el techo de capitalización que marcaba la norma. A partir de ese sexto mes, que hubiera llegado en enero, la riojana hubiera dispuesto de nueve meses para estrenarse en el parqué grande.

Cuatro meses

Proeduca Altus superó la barrera de los 500 millones de euros de capitalización el pasado 17 de julio, cuando por primera vez sus acciones cerraron por encima de los 11 euros por acción. Actualmente, sus títulos cotizan un 35,5% por encima de esta cota, en los 14,9 euros a los que cerraron el viernes. Pero es que desde que empezó el año suman un 97%.

El porcentaje ya es loable de por sí, pero lo es más si se considera que el índice rey de la bolsa española, el Ibex 35, pierde un 16% en el mismo periodo. Ni siquiera el indicador de referencia del mercado de pymes donde se negocian las acciones de Proeduca Altuls, el Ibex Growth Market All Share, iguala la hazaña. Su gráfica apenas acumula una revalorización del 30% desde que empezó este año del coronavirus.

Este apellido que irá intrínsecamente unido al 2020 en los libros de historia es el verdadero culpable de este desmedido rebote que había puesto a la compañía al borde del salto al Continuo. Y es que Proeduca Altus es la empresa detrás de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), cuyo fundamento primero es la enseñanza online. Algo que, ya antes del estallido de la epidemia, le había permitido contar con alumnos más de 90 países.

El cierre a cal y canto de las aulas de enseñanza en la primera ola de la pandemia y las dificultades que persisten para la educación presencial se han convertido en dos aliados para su negocio y, todavía más, en un reclamo para los inversores. Así, no es de extrañar que, además de una revalorización líder, la compañía también sea una de las cotizadas más líquidas de BME Growth, el hasta hace poco Mercado Alternativo Bursátil (MAB).

El impulso de Koplowitz

Además de la pandemia y sus efectos, ha habido un factor relacionado con esto último que ha ayudado a muchos a situar a Proeduca Altus en el mapa: la inversión de Alicia Koplowitz. La reconocida empresaria ha convertido a la compañía en uno de sus valores preferidos.

Esta preferencia queda reflejada en cada nueva actualización de posiciones que Morinvest, la sicav a través de la que gestiona buena parte de su patrimonio, remite a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Al cierre del tercer trimestre, era su principal apuesta, con nada menos que 13 millones de euros que equivalían a un 2,54% de la cartera total del vehículo inversor.

La empresaria Alicia Koplowitz ha invertido 13 millones de euros en Proeduca.

Sin embargo, y a pesar de la magnitud de la inversión, esta cartera ni siquiera alcanza un 2% del capital social de Proeduca Altus. Y es que su accionariado está fuertemente concentrado. Su consejero delegado, Miguel Tomás Arrufat, es titular de un abultado 76,69% de la compañía entre una pequeña participación directa y posiciones a través de la sociedad Proeduca Summa SL.

Tal participación ya deja un capital de libre circulación bastante reducido, pero lo es más si se le suma el 10,27% que Juan Ramón Urrutia controla a través de Asúa Inversiones SL y que le concede un asiento en el consejo de la cotizada. Así, el free float de Proeduca Altus se queda hoy por hoy en un raquítico 13%, según la última información remitida a BME.

Tercera en saltar

Este era, hasta ahora, el mayor problema de Proeduca Altus para dar el salto al Continuo. Y es que este mercado exige un capital de libre circulación de al menos un 25% del accionariado. Aunque alguna vez se ha hecho la vista gorda con este punto para facilitar el debut de empresas no cotizadas, sí que se trata de una de las condiciones básicas que implica el salto de un parqué al otro.

Ahora, aunque la compañía de educación superior online pueda seguir adelante con un plan para convertirse en la tercera en dar el salto -por detrás de MásMóvil y Grenergy-, la ausencia de prisas facilitará la búsqueda de los mejores compañeros de viaje y en el momento adecuado. Además, de una preparación más calmada del resto de cambios corporativos que conlleva, como las exigencias de una mayor transparencia y recurrencia informativa.

En este sentido, el nuevo umbral de 1.000 millones -como antes el de 500 millones- solo fija la obligatoriedad del cambio de plataforma. No obstante, cualquier compañía de BME Growth que en un momento dado reuniese los requisitos exigidos por BME y la CNMV para formar parte del Continuo podría hacerlo siguiendo el debido proceso para ello.

Ahora, queda por ver si Proeduca Altus se esperará a que la ley vuelva a empujar -tendría margen para sumar otro 51% de revalorización- o decide adelantarse. Aunque ya sin prisas.

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