El pánico desatado por el coronavirus en los mercados ha puesto en evidencia lo conveniente de no ir por libre en temas de inversión. El asesoramiento se reivindica como una preciada herramienta con la que amortiguar el golpe e incluso salir reforzado. En plena irrupción de los roboadvisors, Nextep Finance, la firma independiente fundada por Víctor Alvargonzález, cumple un año.

Mientras los científicos se afanan por encontrar una vacuna para la Covid-19 y los economistas en afinar al máximo sus previsiones macroeconómicas, el asesor independiente -en cuyo currículum figuran la fundación de Profim o la dirección de estrategia de Tressis- repasa con Invertia la marcha de su proyecto más personal, de los retos del sector y la situación del mercado español.

-Después de un año de funcionamiento, ¿cuál diría que ha sido la principal aportación de Nextep Finance al mercado español?

En primer lugar, asesoramiento financiero independiente, que es bastante escaso en España y es en el que la gente puede confiar porque no tiene ningún conflicto de interés. Al no recibir comisiones de ningún producto ni marca, en Nextep recomendamos lo que de verdad creemos, pero seguimos luchando frente a casos todavía recientes que han hecho perder mucha confianza al inversor.

Todavía hoy vemos carteras de clientes de banca privada que están repletas de acciones de la entidad de cabecera y de fondos de las gestoras con las que hay acuerdos de distribución. Si esto ocurre ahí, no es difícil imaginarse que son muchos, muchísimos, los huérfanos del asesoramiento financiero de calidad en España.

La recuperación de la economía va a ir por barrios y la rentabilidad de las bolsas, también

Por otro lado, gracias a la revolución digital hemos conseguido extender el asesoramiento financiero independiente mediante un modelo híbrido que nos distingue de los roboadvisors. Y es que, revolución digital no es pintar algo de tecnología, sino hacer que sea mejor, más accesible y más barato.

Así, hemos conseguido que nuestros asesores puedan centrarse en aquellos trabajos que hacen mejor que las máquinas. Dejamos a estas las tareas administrativas, más sistemáticas y un primer perfil de análisis gracias a que contamos con algoritmos potentes.

- ¿Todo eso se ha traducido en un incremento de costes para Nextep?

Un proyecto así que no pase por una fuerte inversión en tecnología, no es válido. Hay una partida clave que son los desarrollos tecnológicos, pero es cierto que gracias a ellos, ahora mismo, un solo asesor puede llevar un número mayor de clientes y mucho mejor que antes. La tecnología saca adelante los trabajos que ya he mencionado y así los profesionales podemos dedicar todo el tiempo al cliente.

Por algún motivo, había una idea de que esto no podía existir en el sector financiero, sobre todo en el asesoramiento y la gestión. Y lo cierto es que, aunque hay un cierto retraso frente a otros sectores por la edad media de nuestros clientes, el cambio ha sido radical. Tanto que hoy en día podemos ofrecer un asesoramiento independiente, flexible, realmente barato y de muy buena calidad.

- ¿Y los inversores están respondiendo a esta revolución?

Nuestro objetivo es que todo español que necesite asesoramiento independiente sepa que estamos ahí, porque vamos a volumen. Queremos ser el asesor de mucha mucha gente, especialmente de esos huérfanos de la industria a los que me refería.

Sin embargo, tampoco entendemos esto como 'café para todos', sino que queremos llegar a todos segmentando la oferta de servicios de forma que esté adaptada a lo que cada perfil puede necesitar. Nuestras cuatro opciones de servicio podrían considerarse como las clases de pasaje en una aerolínea: todos los pasajeros llegan al mismo destino, pero con distintos servicios a bordo.

Trabajadores de Nextep en una reunión de equipo.

Desde el low cost que sería nuestro servicio básico, al modelo presencial que hemos lanzado más recientemente, incluye contacto directo con asesores sénior de Nextep Finance y también una revisión completa y continuada de la cartera de inversión. Entiendo que esta opción podría ser interesante para patrimonios de unos 500.000 euros.

Nuestro objetivo es ser desde la segunda opinión de un cliente de banca privada hasta el guía para una persona que tiene 20.000 euros para invertir y menor experiencia financiera. En este primer año hemos alcanzado más de 1.200 clientes y, según la declaración que exigimos a nuestros clientes, estamos en unos 350 millones de euros asesorados.

- En su experiencia, ¿están los españoles dispuestos a escuchar a sus asesores en materia de inversión?

Lo cierto es que mucha gente valora el asesoramiento, pero no quiere cambiarse de banco. Y esto es entendible por todo el papeleo que puede suponer, por la existencia de otros productos como hipotecas y por la reticencia a moverse a una entidad que no se conoce. Desde Nextep lo que hacemos es adaptarnos al abanico de productos de los bancos o plataformas con las que el cliente está dispuesto a trabajar. Bien sea uno solo.

Aunque hemos comprobado que el cliente que paga por nuestros servicios está abierto a escuchar y acometer los cambios que le sugerimos, personalmente creo que también es muy positivo que no nos hagan caso en todo, porque eso quiere decir que entienden bien nuestros servicios, que no imponemos. Probablemente, tendríamos que decir a un 80% de la gente que cambiase de banco, pero nuestro trabajo es ponernos en sus zapatos.

- ¿Qué particularidades tiene el mercado español frente a otros?

En España estamos en una especie de subdesarrollo financiero. Mientras que fuera hay un mercado libre, aquí hay un claro oligopolio de oferta. Eso es lo que permite el alto coste que tienen muchos productos de inversión en este país… Si le dices a un americano lo que cobra aquí un fondo de gestión activa, ni se lo cree.

Esta es la base por la que en EEUU hay tanto asesoramiento independiente. Allí se ha aprendido a pagar por lo que de verdad merece la pena. Por eso el peso de los fondos indexados es allí mucho mayor, de cerca de un 50% frente al 5% en España, por eso se está produciendo una guerra de precios que ya ha avanzado mucho allí, pero que todavía tiene un margen brutal en el caso español.

Son muchos, muchísimos, los huérfanos de asesoramiento financiero de calidad en España

- ¿Veremos aquí una lucha tan encarnizada como en EEUU?

Aquí ocurrirá cuando alguien dé un paso en esta dirección. Una operación que yo llamaría de zarpazo, que quizá podría suponer una caída de margen a corto plazo pero que atraería una gran cantidad de volumen. A partir de ahí entraríamos en la dinámica del resto de mercados.

A la espera de esto, de momento, sigue vigente una dinámica de no hacerse daño entre competidores. Y eso que el ahorro para los inversores podría ser de de miles de euros. De momento, con las herramientas de las que contamos, podemos hacer que a muchos de nuestros clientes les salga gratis nuestro servicio con las comisiones que se ahorran al mudarse a productos más eficientes con costes menores, sin retrocesiones ni otros tipos de comisión. Hemos calculado que, de media, la factura de la cartera les baja un 30% y hasta un 40%.

- Ese zarpazo aún no se ha producido, pero sí que cada vez hay más competidores…

En realidad considero que no tenemos mucha competencia, porque asesores independientes hay muy pocos. Las firmas que ofrecen asesoramiento dependiente e independiente en un mismo mostrador, para mí caen en la misma incongruencia que aquella frase que se atribuye a Groucho Marx: “Estos son mis principios, pero si no le gustan tengo otros”.

Es verdad que cada vez hay más firmas, pero el pastel es muy grande y los nuevos jugadores crecen con cuota de mercado que arañan a los analógicos, no se la quitan entre sí. Por eso, el campo de crecimiento para cualquier roboadvisor o asesor digital que mejore lo presente es enorme. Hay muchas sociedades de valores que se están quedando anticuadas, bancos que siguen con su mismo modelo pero en una máquina o app… Eso no es digitalizar.

- ¿Y quien lo prueba se queda?

Nuestro modelo prevé un mínimo de un trimestre de servicio, pero no es inteligente llegar para un solo trimestre, revisar la cartera e irse. Hay que ir actualizándola y haciendo un seguimiento, especialmente con las actuales circunstancias del mercado.

Mucha gente valora el asesoramiento financiero, pero no quiere cambiarse de banco, y eso es entendible

Además, en esta continuidad es donde de verdad se aporta valor, porque además al ser independiente, se va a hablar del convencimiento de la casa, porque los ingresos de Nextep no dependen, por ejemplo, de que los clientes mantengan posiciones.

- En cuanto a este punto, ¿alguna pincelada de qué están recomendando ahora?

En primer lugar, más allá de las diferencias de servicio en cada modalidad y el abanico de fondos y plataformas a los que se pueda tener acceso, las recomendaciones son igual para todos nuestros clientes. Y ahora mismo, pasan por renta variable.

En Nextep, hemos sido muy agresivos desde el momento en el que vimos que habría una vacuna. Era como jugar con información privilegiada, porque te están diciendo que en el plazo de un año habrá una solución en las farmacias. Y los mercados se adelantan. Además, los bancos centrales están diciendo a gritos que van a inundar de liquidez la economía. Y cualquiera que trabaje en esto sabe que uno no debe enfrentarse a la Fed.

Al que tenía posiciones de inversión, le dijimos que se mantuviera, que no vendiera. Al que tenía dinero, que comprase. Mientras el proceso de obtención de vacuna siga adelante, veremos un proceso de vuelta a la normalidad. Ya sin adjetivos. Y los bancos centrales van a tardar mucho en aflojar en su tsunami de liquidez para asegurar que todo sigue atado y bien atado.

En el momento en el que vimos que habría una vacuna, era como jugar con información privilegiada

Creo que el S&P 500 va a remontar al alza después de un periodo de realización de beneficios y dudas. Eso sí, siempre y cuando la Fed no anuncie que corta el grifo. Eso no quita que vaya a haber cierta rotación, que es muy normal en un mercado alcista como este, porque las tecnológicas van a seguir como grandes beneficiados de la situación, pero ahora la cuestión es ver cuáles van a ser los beneficiarios de la vuelta a la normalidad.

Por todo eso, a excepción de la española, las grandes bolsas mundiales van a seguir subiendo. También porque la rentabilidad por dividendo es altísima. Eso sí, no todas las bolsas van a subir igual, porque no es igual un país con posibilidades de endeudarse casi gratis o cobrando y con un sistema sanitario que puede vacunar a su población en tres semanas que un mercado emergente. La recuperación va a ir por barrios y las rentabilidades, también.

- En medio de todo esto, el oro ha tocado máximos. ¿Qué papel conceden a esta materia prima?

Ciertamente, hace tiempo que recomendamos tener oro en cartera, pero más para los días de mucha lluvia, como dicen los ingleses. Sin embargo, ahora es algo más. Hemos recomendado a todos nuestros clientes tener una pequeña posición en oro en cartera, pero no en lingotes, porque surge el problema de su custodia.

Un inversor sostiene un lingote de oro.

El dinero es muy miedoso, por eso, cuantos más billetes se produzcan, más querrá la gente refugiarse en activos tangibles no inmobiliarios. Es como una prima de seguros. Más si hay grandes inversores -no te digo si se llaman Warren Buffett- que empiezan a comprar oro. Si todos los fondos de pensiones decidiesen tener un pequeño 2% de su cartera en oro, se produciría un gran aumento de la demanda.

Si bien muchas veces el dólar ha sido el primer activo seguro, ya no porque no han parado de emitirse billetes. Su reciente corrección es la consecuencia directa de consolidación tras tocar máximos históricos. Y, en mi opinión, la corrección ni siquiera ha sido importante. Mientras siga el tsunami de liquidez por parte de los bancos centrales, se hará bien en contar con oro en las carteras.