El futuro se vuelve un poco más oscuro para Duro Felguera. La firma asturiana de ingeniería se queda sin uno de los únicos dos accionistas de referencia que le quedaban de su reestructuración de 2018. La familia Domínguez de Gor, más conocida por ser dueña de la textil Mayoral, ha liquidado su inversión en la compañía mientras esta negocia su rescate por parte del Estado.

Los dueños de Mayoral han notificado su total retirada de Duro Felguera mediante el preceptivo comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Aunque la operación de venta se produjo el pasado 20 de agosto, la salida no se ha comunicado al supervisor hasta cinco días después. Si bien no se dan detalles de la desinversión, sí que se especifica que se ha celebrado “en un mercado regulado”.

A precios de mercado, los Domínguez de Gor habrían conseguido 4,3 millones de euros por un paquete que abarcaba 9,525% del capital social de Duro Felguera. El mismo que adquirían por unos 12 millones de euros hace ahora dos años en una ampliación de capital que culminaba una compleja reestructuración financiera que prometía una salud financiera que, finalmente, no ha llegado para la asturiana.

Crisis interna y rescate

La retirada de la saga de empresarios malagueños es en este momento especialmente significativa, ya que la dirección de Duro Felguera acaba de aprobar la solicitud de un rescate estatal al Gobierno. El objetivo es evitar verse abocada a la liquidación por el impacto extraordinario que el coronavirus ha supuesto para su ya debilitado balance.

En este sentido, se ha visto obligada a provisionar 10 millones de euros y ha registrado pérdidas de 9 millones.

A este quebradizo escenario, hay que sumar una crisis interna que, como explicó Invertia, se saldó con la decisión de José María Orihuela, consejero delegado de la compañía, de despedir a su número dos, Javier García Laza, y al director de recursos humanos, Alfonso Gordón. Dos directivos de su máxima confianza que, según representantes de los trabajadores de la empresa comentaron a este portal, fueron despedidos por ser “discrepantes” con la gestión de Orihuela.

Con la retirada de los dueños de Mayoral, que mantenían su inversión a través de la sociedad Indumenta Pueri, el listado de accionistas de relevancia de la asturiana se queda con un solo miembro. El inversor Sabino García Vallina aguanta solo en los registros de la CNMV, donde a través de la sociedad TSK Electrónica y Electricidad figura con el 3,124% de las acciones de Duro Felguera que adquirió en aquella ampliación de hace dos veranos.

Dos años de abandonos

Desde hace tiempo no quedaba ya ni rastro de la familia Urquijo, que a través de la sicav La Muza Inversiones aglutinaba un 5,17% de la cotizada. Lo mismo para el fondo Global Income, gestionado por Juan José Rodríguez-Navarro y Norges Bank, el mayor fondo soberano del mundo.

El caso de este último fue especialmente significativo porque apenas cuatro días después de haber notificado al supervisor su entrada con un 3,172% del capital, redujo su participación al 2,937%. Con la caída por debajo del umbral del 3% salió de la listas de inversores relevantes y ya nunca más volvió a formar parte de ella.

Aquella ampliación de capital no dio los frutos esperados y ya el pasado 22 de julio la compañía anunció su intención de acogerse tanto al amparo del plan de rescate del Gobieno para empresas estratégicas como a diferentes ayudas promovidas por el Principado de Asturias para mantener a flote su tejido industrial.

La compañía asegura que el fin es “afianzar” sus actividades “tradicionales” a la par que “reformular” su presencia y negocio internacional así como “impulsar” nuevas líneas de negocio cono potencial referidas a la digitalización y la economía verde.

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