Las dimensiones de la actual crisis pueden ser aún difíciles de cuantificar, pero los mercados, que siempre se anticipan a la economía, nos dan una indicación de su profundidad y duración. Estamos en un momento de mercado que supone un reto para los inversores. La epidemia del Covid-19 nos ha traído también un rebote en la volatilidad, que sigue sin normalizarse y previsiblemente continuará sin hacerlo hasta que el confinamiento pueda terminar, se consiga algún tipo de curación para el virus y la economía se reactive.

Mientras ese momento llega, parece conveniente que al menos una parte de la inversión se asigne a carteras gestionadas activamente, bien diversificadas, con un enfoque macro global y con un control de la volatilidad, apoyándose en estrategias de inversión alternativa. Este es el enfoque dato por Attitude Gestión en la gestión de su fondo Attitude Opportunities uno de los fondos de gestoras españolas que consigue situarse en terreno positivo por rentabilidad en el año, con una revalorización del 0,33%.

El objetivo del fondo Attitude Opportunities es generar retornos absolutos, maximizando el binomio rentabilidad-riesgo, con una baja correlación con la evolución del mercado tradicional y con un estricto proceso de control de riesgos. El fondo hace uso de estrategias de gestión alternativa, principalmente con productos derivados y con una alta rotación de la cartera.

Derivados en la cartera

Del 0% al 100% de su exposición total puede estar tanto en renta variable como en renta fija pública o privada. La exposición a riesgo divisa puede ser del 0% al 100%. Para conseguir su objetivo, puede hacerse operativa de trading con derivados, lo que aumenta los gastos del fondo. No existe predeterminación en cuanto a la duración media de la cartera de renta fija ni en cuanto al rating de emisiones o emisores, de manera que toda la cartera podría estar en activos de baja calidad crediticia o sin calificación. Los mercados en que se invierte la cartera del fondo son fundamentalmente de países de la OCDE, si bien puede asignar hasta un 15% a mercados emergentes.

La gestión alternativa busca lograr rentabilidades positivas en cualquier entorno de mercado, con una volatilidad máxima anual del 8%. Para lograr este resultado positivo, se utilizan indicadores técnicos y estrategias macro global seguidoras de tendencia o de ‘reversión a la media’. La estrategia de inversión del fondo conlleva una alta rotación de la cartera, lo que puede incrementar sus gastos y afectar a la rentabilidad.

Uno de los factores que caracteriza la estrategia es su aproximación intradía al mercado, que hace que se centren en los activos más líquidos y con los menores costes de transacción: los futuros organizados. Operan en futuros de índices de renta variable y, en renta fija, en futuros como el 'bund', 'bobl' o 'schatz' (bonos alemanes a distinto vencimiento) y en futuros sobre divisas como el del dólar/euro. Esta operativa de muy corto plazo hace que el riesgo overnight sea muy reducido y que prime el análisis técnico sobre el fundamental.

El fondo está gestionado por Julio López, que ha desarrollado gran parte de su carrera profesional en Caja Madrid, sumando veinte años de experiencia en el área de Mercados. Se incorporó como socio a Attitude en 2010 para forma parte de un equipo que incluye también a Daniel Varela.

Estrategia 'Global Macro'

El elemento fundamental de la estrategia ‘Global Macro’ es identificar ineficiencias relevantes en las relaciones precio-valor, así como tendencias en los distintos mercados, intentando anticipar la ocurrencia de eventos políticos o macroeconómicos que afecten al valor de los instrumentos financieros.

A través de numerosas estrategias el fondo puede posicionarse en cualquier mercado y en los activos descritos anteriormente. Para la medición de la exposición a los riesgos de mercado, asociada a la operativa con instrumentos financieros derivados, el fondo aplica la metodología del compromiso. En el caso de instrumentos financieros derivados OTC, las contrapartidas serán entidades financieras de la OCDE con solvencia suficiente. a juicio de la gestora.

El fondo puede usar técnicas de gestión eficiente de su cartera, en concreto operaciones de adquisición temporal de deuda pública de la Eurozona, con el rating mínimo equivalente al que tenga España, principalmente deuda pública española, con pacto de recompra y vencimiento inferior a tres días. El riesgo de contraparte asociado a estas operaciones no se considera relevante al estar su importe colateralizado por el propio subyacente sobre el que se realiza la adquisición temporal.

El equipo prioriza la preservación del capital frente a su apreciación, evitando errores comunes de los sistemas de trading como carecer de un plan, excesivo apalancamiento, incapacidad para el riesgo o falta de disciplina. Como parte de esta disciplina se imponen no intentar recuperar el dinero perdido doblando posiciones, aplicando la regla según la cual ganar dinero es más importante que tener razón, manteniendo la actitud mental de que el mercado ha de verse siempre como una oportunidad.

Preparados antes del desplome

La historia de rentabilidades del fondo lo sitúa entre los mejores de su categoría, en el primer quintil, durante 2018 y 2020, dos años especialmente difíciles en los mercados. A tres años, su volatilidad es de 1,79 por ciento y de 2,62 por ciento en el último año, situándose en ambos periodos en el quintil cinco por este concepto, entre los mejores de su categoría VDOS de alternativos de volatilidad media. Su sharpe a un año es de 0 y su tracking error respecto al índice de su categoría es del 5,9%.

Aplica a sus participes una comisión fija del 1,35% y de depósito del 0,08%. Además, una comisión variable del 9% sobre resultados positivos anuales del fondo.

La aplicación de sistemas de trading por sí misma podría generar sesgos en la operativa que se ven mitigados por la prioridad asignada a la preservación de capital, con el método de gestión de riesgo aplicado, y con la inclusión de consideraciones de tipo psicológico que podrían encuadrarse dentro del análisis conocido como behavioural finance.

Hemos asistido durante marzo a la mayor caída de los mercados financieros desde que se tienen datos, sólo atenuadas las últimas semanas por las intervenciones masivas de los bancos centrales y los gobiernos. Una caída profunda, no sólo por la amplitud de precios sino por la tremenda velocidad con que ha sucedido. El equipo gestor ya alertaba antes del comienzo de la pandemia sobre una alta valoración de los activos de riesgo, lo que les permitió capear bastante bien el veinte por ciento inicial de la caída.

***Paula Mercado es directora de análisis de VDOS

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