Los máximos históricos en los que Wall Street ha cerrado 2019 son una llamada a la cautela para muchos analistas, pero no son pocos los inversores que se ven tentados a tomar posiciones en unos índices que cuentan con argumentos de fondos para repetir su carrera alcista. Sin embargo, la estadística dice que en 2020 será mejor esperar hasta mayo.

En contra del popular refrán neoyorquino que aconseja liquidar las posiciones abiertas en bolsa en el mes de mayo ('Sell in May and go away'), un reciente informe de Capital Group, una de las tres mayores gestoras mundiales de fondos, señala que en años electorales en EEUU -como es este 2020- el mejor comportamiento de las bolsas se da desde mayo, cuando los candidatos oficiales de cada partido ya se han definido tras las mediáticas primarias, hasta el mismo mes del año siguiente, cuando el inquilino de turno de la Casa Blanca ha tenido ya tiempo de establecerse y comenzar a ejecutar su plan de gobierno.

Todos los informes de perspectivas de inversión para 2020 señalan que uno de los temas clave para este año recién estrenado es precisamente el proceso electoral al que se enfrenta EEUU. Si bien es cierto que los resultados de estos comicios no resultan determinantes para señalar el rumbo de Wall Street en el largo plazo, el ruido político que se genera durante la campaña suele ser sinónimo de mayor volatilidad, especialmente en el proceso de primarias, cuando las opciones abiertas son más y los mensajes de unos y otros candidatos acostumbran a ser más dispares.

El gestor Greg Johnson, de Capital Group, señala que “lo que realmente ha importado en años electorales ha sido no salir del mercado”. Y es que, con independencia de que la victoria haya sido republicana o demócrata, la bolsa estadounidense acostumbra a subir en años electorales desde 1932, cuando obtuvo la victoria el demócrata Franklin Roosevelt. “Aquellos inversores que mantuvieron su inversión durante al menos un año vieron recompensada su paciencia”, comenta el experto.

Los registros de Wall Street señalan que desde Año Nuevo el índice S&P 500 acostumbra a perder cerca de un 1% de su valor hasta el día en el que se fijan los candidatos de cada partido allá por mayo. Desde entonces hasta el día de las elecciones, la media histórica desde la carrera presidencial de Roosevelt, arroja ganancias de algo más del 3% en el índice agregado neoyorquino. Un año después del cierre de las primarias, la subida alcanza el 10,2%, según el estudio de la firma de inversión radicada en Los Ángeles.

Invertia12

Sin embargo, Johnson señala que hay opciones más allá de lo que podría ser una posición indexada para ganar con el índice. En su opinión, lo mejor es aprovechar el ruido político de fondo que se vaya generando durante todo el proceso para beneficiarse de “ciertas oportunidades de inversión” sobre algunos sectores señalados en campaña pero que cuenten con sólidos fundamentales. Aquí es donde señala, como ejemplo, a “las compañías sanitarias y farmacéuticas, que se han visto afectadas recientemente por las críticas políticas sobre los seguros del sector privado”.

A todos estos argumentos, este año se añade uno extraordinario: el ‘impeachment’. El juicio político abierto contra el actual presidente Donald Trump, que tiene previsto poder encarar un segundo mandato al frente de la mayor economía mundial. Aunque los números de representantes de cada partido hacen presagiar que el proceso no concluirá en ninguna medida contra el empresario metido a político, la incertidumbre está servida y, con ella, la promesa de una mayor volatilidad en el arranque de un 2020 al que algunos inversores, analistas y gestores llegan con mal de altura después de que el S&P 500 haya remontado un 29% a lo largo del recién terminado 2019.

El mismo dilema se daba ya hace ahora un año, cuando la omnipresente sombra de una eventual recesión global -ahora desdibujada- dividía al mercado entre los entusiastas de las bolsas estadounidenses y los que preferían dejarlas en barbecho. Los primeros han sido los ganadores en el último año. Sin embargo, como dice un viejo aforismo de la inversión, las rentabilidades pasadas no aseguran rendimientos futuros.

EN MÁXIMOS Y CON POTENCIAL

Por lo pronto, más allá de la carrera de fondo protagonizada por el S&P 500, el Dow Jones estrenará el año este jueves -el día 1 de enero Wall Street permanece cerrado por festivo- tras haber acumulado ganancias del 22,3% a lo largo de 2019, su mejor comportamiento anual desde 2017. El tecnológico Nasdaq ha esquivado los miedos a una pérdida de fuerza de las grandes del sector, incluidas varias de las conocidas como FAANG, para apuntarse un ascenso del 35,2% y firmar su mejor ejercicio en los últimos seis años.

Dentro del índice agregado neoyorquino, son cuatro las compañías que a pesar de la guerra comercial y las dudas sobre la solvencia de la economía estadounidense han logrado más que duplicar su precio en bolsa. Se trata de Advanced Micro Devices (+150%), Lam Research (+120%), KLA Corp (+104%) y Target (+102%). Y las dos últimas aún tienen potencial alcista según el consenso de los analistas consultados por Refinitiv. Hasta un 4% y un 7% de recorrido les conceden respectivamente los expertos que más de cerca siguen su cotización de cara a un año en el que cerca de 300 millones de estadounidenses tienen cita con las urnas

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