Las bolsas europeas han dejado este miércoles unas gráficas dignas del perfil de una escalofriante montaña rusa. El rebote de primera hora se ha convertido en pánico a media sesión para acabar con un cierre en el que se ha recuperado cierto optimismo. El Ibex 35 tan pronto acariciaba la recuperación de los 8.800 puntos como ponía en peligro la centena inferior. Al final, rebote del 0,54% hasta los 8.746,1 puntos.

A primera hora, era la contención del yuan frente al dólar por segunda sesión consecutiva lo que animaba a los invesores a retomar posiciones en renta variable. Después, el peor dato de producción industrial en una década en Alemania ha sentado las bases para una desbandada que ha terminado de consumarse con la apertura bajista de un Wall Street que de nuevo ha recibido la factura de las bravatas de Donald Trump contra la Reserva Federal (Fed).

Al final, los cazadores de gangas han hecho su aparición para devolver el verde a las bolsas, animados por la fuerte caída del petróleo, de más del 5% en algunos cruces.

Con este telón de fondo y los vaivenes que ha provocado, no es de extrañar que los bancos hayan sido protagonistas y timoneles de la sesión en la bolsa española y en el conjunto de las europeas, que han dibujado casi al unísono estos dientes de sierra. Después de haber caído con fuerza, BBVA y el Santander han cerrado con descensos del 0,32% y el 0,16%, mientras que CaixaBank ha logrado sumar un 0,55% a su gráfica, hasta superar los 2,2 euros por título.

La referida caída del petróleo, espoleada por la subida de inventarios en EEUU y el miedo a un frenazo global de la economía, se ha traducido en caídas del 1,83% para Repsol, que ha acabado a la cola del índice español. Al otro extremo, IAG ha encajado estas novedades con avances del 1,9% para sus acciones.

ArcelorMittal (-0,8%) e Indra (-0,6%) han completado el furgón de cola del selectivo. Mejor suerte es la que han corrido Meliá (+3,81%), Ferrovial (+2,54%) y Mediaset España (+2,11%), abanderadas del rebote con el que a la postre ha logrado alzarse el Ibex 35.

Pero si en bolsa la sesión ha sido no apta para cardíacos, aún más en renta fija. Los bonos soberanos españoles a diez años se han apuntado nuevos mínimos históricos de rentabilidad en el 0,124%. Junto a la cota nunca antes vista, la prima de riesgo ha permanecido impasible en los 75 puntos básicos, ya que los 'bunds' alemanes han ahondado en sus tipos negativos a consecuencia de la entrada de dinero inversor procedente de las bolsas en búsqueda de refugio.

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