Washington, 7 ago (EFECOM).- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, insistió este miércoles en que está haciendo lo correcto en la guerra comercial con China y restó importancia a la fuerte caída que están registrando las bolsas.

"Alguien tenía que hacerlo (...) Alguien tenía que asumir una posición (firme)", declaró hoy Trump en los jardines de la Casa Blanca antes de emprender viaje a Dayton (Ohio) y El Paso (Texas) para rendir homenaje a las víctimas de los tiroteos del pasado fin de semana.

Según el gobernante, con el desequilibrio comercial, China "estaba sacando cientos de miles de millones de dólares al año de los Estados Unidos", además de "robarle propiedad intelectual".

Sobre las fuertes caídas que vienen registrando los mercados de valores por la imposición de aranceles y el cruce de represalias comerciales entre ambos países, Trump restó importancia a la situación y dijo que las bolsas se recuperarán.

"Creo que las reacción de los mercados ya se anticipaba... Pero a la postre van a subir mucho más alto de lo que nunca hubieran subido", afirmó Trump.

En lo que va de mes, el Dow Jones y el S&P 500, las dos principales bolsas de Wall Street, han descendido más de un 5 %, mientras que el Nasdaq ha bajado cerca de un 5,8 % en una tendencia de retirada del mercado de los inversores atribuida en gran parte a la guerra comercial entre Estados Unidos y China.

El oro, una de las "inversiones refugio" en rachas de volatilidad de las bolsas, subía hoy a máximos de los últimos 6 años, por encima del 2,5 %, y la plata ascendía cerca de un 4 %.

Trump no se refirió al anuncio de las autoridades chinas de que, en represalia a los aranceles de EE.UU. dejarán de importar productos agrícolas estadounidenses, algo que afectará gravemente al sector agropecuario, pero dijo que las políticas comerciales chinas ya perjudicaban a los granjeros y que éstos "lo entienden".

Tras la anterior ronda negociadora, que tuvo lugar a finales de julio en Shanghái, la propia Casa Blanca había emitido un comunicado en el que subrayaba que la parte china se había comprometido "a aumentar las compras de exportaciones agrícolas" estadounidenses.

Pese a ello y a que ambos países prosiguen sus negociaciones comerciales, el presidente estadounidense anunció a comienzos de mes la imposición de nuevos aranceles del 10 % sobre importaciones valoradas en 300.000 millones de dólares, con lo que las tarifas van a afectar de un modo u otro a todos los productos chinos.