Se trataría de un cambio de cara a la temporada subsiguiente (la 2022-2023), ya que el curso que comienza en septiembre todavía incluye los derechos que Telefónica ya ha comprado bajo las actuales condiciones en vigor.

Es decir, no afectaría a la decisión que debería tomar Orange en las próximas semanas sobre si comprar -o no- el fútbol a Telefónica por un año más.

Históricamente, las operadoras se han quejado de lo que, creen, son condiciones perjudiciales para la compra de estos contenidos. La fórmula indica que quien quiera comprar el fútbol en el mercado mayorista debe pagar el equivalente a su número de usuarios totales de televisión y no a sus usuarios solo de fútbol.

En la práctica, esta fórmula perjudica a las empresas que no son dueñas de los derechos y que deben negociar su adquisición con terceros. El último año Telefónica pagó 1.100 millones por Champions y Liga, mientras que Orange ha abonado 350 millones a los azules por tener el fútbol. Si solo se contabilizasen los usuarios de fútbol, la factura se reduciría en, al menos, 100 millones para los naranjas.

Críticas de las operadoras

Telefónica y Vodafone elevaron la voz hace casi tres años cuando Mediapro era el dueño de los derechos de la LaLiga y la Champions League y Orange se ha sumado a las críticas este curso con los campeonatos ya en poder de Movistar.

De hecho, Orange elevó el tono a comienzos de este año exigiendo un cambio en el mercado del fútbol. Para ello, el nuevo CEO en España de los naranjas, Jean-François Fallacher, se reunió con la nueva presidenta de la CNMC, Cani Fernández, para exponerles sus críticas.

Hasta ahora, la CNMC había sido reticente a realizar estas modificaciones y, de hecho, hace un año se renovaron por tres años los compromisos a los que se subordinó la compra de Telefónica a Digital +. Sin embargo, en esta prórroga no se tocó el sistema de cálculo de acceso mayorista al fútbol.

No obstante, en las últimas semanas algunos miembros del consejo de la CNMC han considerado las críticas ante la posibilidad de que Telefónica emita en exclusiva todas las competiciones de fútbol durante la próxima temporada, por primera vez desde que en 2015 se impusieron estas condiciones.

Si Telefónica se queda sola emitiendo fútbol la próxima temporada (o la siguiente) tendríamos una situación totalmente contraria al objetivo de la CNMC con las condiciones mayoristas impuestas hace seis años. "Si tu regulación busca que haya competencia y finalmente hay un solo actor, es que algo has hecho mal", dice un directivo del sector.

Puja de septiembre

Recordemos que la espantada del fútbol de las grandes operadoras se ha producido de manera escalonada desde hace un lustro. En un sector donde los costes son cada vez mayores, la rentabilidad menor y los ingresos cayeron a dos dígitos en la última década, comprar fútbol no es rentable. 

En esta línea, se ha pasado en menos de cinco años de que Telefónica, Vodafone y Orange tuviesen Fórmula 1, Moto GP y todo el fútbol, a que Telefónica y Orange sean los únicos que tienen deportes premium en la actualidad.

El primero en caerse fue Vodafone, que abandonó todos los deportes a partir del año 2018. Posteriormente fue Mediaset que, después de solo un año (la temporada 2019-2020), abandonó el fútbol que emitía en su plataforma digital Mitele y este año Orange podría no renovar los derechos, como ya ha anticipado su propio CEO.

Es por ello que las fuentes consultadas indican que, si la CNMC quiere realizar algún cambio, debe ponerlo en marcha antes de que comience la nueva puja por los derechos de LaLiga en España, prevista para el mes de septiembre.

Las fuentes consultadas indican que Telefónica, o quien quiera pujar, deberá tener en consideración todas las claves a la hora de participar en la subasta, por lo que los tiempos apremian si es que se quiere modificar las reglas del juego. Con todo, las próximas semanas serán claves para conocer el posicionamiento final de la CNMC.