Joseph Oughourlian es el máximo accionista de Prisa (29%) y está dispuesto a ejercer como tal. Tras convertirse en presidente interino de la compañía por el cese de Javier Monzón, el representante de Amber Capital quiere mantenerse en la presidencia durante varios meses. Así lo detallan fuentes cercanas al fondo, quienes explican que estará al frente del grupo hasta pacificar las relaciones entre accionistas y poner en marcha un proyecto de futuro para el grupo. 

Lo hará pese a que el Consejo de Administración de este martes ha dado luz verde al proceso de sucesión del presidente. Sin embargo, el proceso puede durar meses. De momento, lo que sí ha hecho el máximo órgano de gobierno de la editora de El País y la SER es nombrar a Rosauro Varo y Javier Santiso como consejeros, tal como adelantó Invertia. Dos nombres que cubren las vacantes abiertas por la salida el pasado viernes del propio Monzón y de la consejera Sonia Daulá que presentaba su renuncia horas después de la salida del expresidente. 

Según ha podido saber Invertia, la intención de Oughourlian es avanzar en la hoja de ruta del Grupo Prisa para sanear sus cuentas. Por un lado, acelerar el proceso de separación de la editorial Santillana de la parte de medios de comunicación. Por el otro, desarrollar proyectos individuales para ambos negocios, que permitan generar un proyecto editorial y empresarial coherente y sólido de cara a futuro. 

Rosauro Varo y Javier Santiso, nuevos consejeros del Grupo Prisa.

No hay que olvidar que el motivo por el que Amber Capital -con apoyo de Telefónica- optaron por cesar a Javier Monzón es la lentitud en el proyecto de convertir a Santillana en una empresa independiente, cotizada en bolsa que le permita seguir su camino sin la penalización de los medios de comunicación

Clave en el desarrollo de esa estrategia serán Varo y Santiso. Ambos cuentan con un perfil innovador, tecnológico y con amplia experiencia en el mundo empresarial. No sólo eso, su llegada al consejo de administración cuenta con el aval del presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete.

Aunque la operadora considera su participación en Prisa como no estratégica y disponible para la venta, sí está interesada en maximizar el valor de sus acciones. Es por ello por lo que aboga por un cambio de rumbo respecto Monzón y ha optado por respaldar a Oughourlian en su nuevo camino. No sólo eso, también -explican algunas fuentes- por el interés de Telefónica de buscar un nuevo acercamiento al mundo de la comunicación.

Sobre la mesa está analizar y estudiar la manera en la que la operadora puede ser un actor clave en el ecosistema de los medios. En concreto, con una vieja idea de la operadora radicada en crear una gran plataforma en castellano con influencia en España pero también en Latinoamérica. 

Alejar los fantasmas

Se trataría de una especie de ‘Netflix’ de los medios, en donde puedan recogerse contenidos multiplataforma y multisoporte. Aquí es donde la experiencia de Prisa -con presencia en Latinoamérica y España- puede jugar un papel clave, mientras que la operadora aportaría la parte tecnológica.

El camino de Oughourlian como presidente acaba de empezar. Su idea es unificar a todos los accionistas en torno a un proyecto con un objetivo común: maximizar el valor de la compañía y lograr la mayor rentabilidad posible para los accionistas. Para ello está por ver si todos responden de la misma manera. 

Al mismo tiempo, despejar las dudas de algunos de ellos, con Santander a la cabeza, sobre las verdaderas intenciones de Amber Capital. Sobre todo, alejar los fantasmas de que el cambio de rumbo pueda estar alentado por La Moncloa en un intento de hacerse con el control editorial de El País y la SER. 

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