Bruselas

La Comisión Europea ha desoído la petición de España y otros países de derogar temporalmente las reglas de la UE que protegen los derechos de los pasajeros aéreos. El ministro de Transportes, José Luis Ábalos, había pedido que se permita a las aerolíneas dar un bono de viaje a los pasajeros de vuelos cancelados por el coronavirus en lugar de devolverles e dinero. Bruselas descarta este cambio legal y reafirma que el reembolso sigue siendo la regla.

Es más, el Ejecutivo comunitario ha enviado este miércoles una carta a todos los Estados miembros en la que les insiste en que deben garantizar que se aplique este principio. De lo contrario, podrían enfrentarse a un expediente sancionador de Bruselas.

"El punto de partida aquí es que los consumidores europeos tienen el derecho a que les devuelvan el dinero en efectivo si así lo desean. Punto y final", ha subrayado la vicepresidenta ejecutiva de la Comisión, la liberal danesa Margrethe Vestager.

"No podemos juzgar la situación personal de cada viajero: si ha perdido su trabajo o si todo su presupuesto para viajar durante las vacaciones estaba en esos billetes que ya no puede usar y necesita el reembolso. Por eso decimos que es su derecho", ha destacado Vestager.

Bonos flexibles y transferibles

Ábalos alegaba que los bonos de viaje podían ser una solución temporal para aliviar los problemas de liquidez de las compañías aéreas. Un argumento compartido por otros 12 Estados miembros -Francia, Grecia, Portugal, Países Bajos, Bélgica, Bulgaria, Chipre, República Checa, Irlanda, Letonia, Malta y Polonia-, que enviaron una carta conjunta a Bruselas pidiendo relajar las reglas, permitiendo a las aerolíneas devolver el dinero tanto en efectivo como con bonos de viaje.

"Esta regla temporal sería una solución para los actuales problemas de liquidez de las aerolíneas, preservando la competitividad de la aviación europea y manteniendo criterios de aplicación armonizados a escala europea, lo que permitiría un nivel adecuado y común de protección de los consumidores", sostenía la declaración conjunta de los 12 países.

El Ejecutivo comunitario admite la presión financiera que están sufriendo las aerolíneas, pero replica que la ayuda a estas empresas no puede menoscabar los derechos de los pasajeros. La alternativa que ha planteado este miércoles la Comisión es una recomendación sobre cómo hacer más atractivos los bonos de viaje, para que sean más los pasajeros que opten por ellos de forma voluntaria.

En concreto, Bruselas pide a los Gobiernos garantizar estos bonos frente al riesgo de quiebra de las aerolíneas. Deben tener una validez mínima de 12 meses, al cabo de los cuales se devolverá el dinero a los pasajeros si no se han utilizado. 

Además, deben permitir a los viajeros una flexibilidad suficiente y permitirles conservar el mismo itinerario de viaje con condiciones de servicio idénticas, incluso si el precio del billete ha subido en el momento en que se realiza el vuelo. Finalmente, los bonos de viaje deben poderse transferir a otro pasajero.

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