Ni la crisis del Boeing 737 MAX, ni las huelgas, ni el precio del petroleo. Ha sido el coronavirus quien ha puesto en jaque a toda la industria aérea obligada a suspender vuelos en masa, o incluso a quebrar, como la británica Flybe. Ya lo advirtió el CEO de Ryanair, Michael O’Leary; pero lo peor puede estar por llegar viendo el recorte de previsiones de algunas aerolíneas.

“Prevemos que el Covid-19 provocará más quiebras en las líneas aéreas de la UE en las próximas semanas”, alertó O’Leary el mismo día que Ryanair anunciaba que cancelaba un 25% de sus vuelos con origen y destino a Italia. También aplicaba la medida -copiada de Lufthansa- de ofrecer vacaciones sin remunerar a sus pilotos.

Pero volviendo a los peores augurios del fundador de Ryanair, la quiebra de Flybe no se explica solo por las cancelaciones derivadas del coronavirus, ya que la compañía estaba atravesando un mal momento y no podía asegurar el rescate financiero del Gobierno británico. Pero de lo que O’Leary avisa es que aquellas que estén en momentos delicados son más proclives a desaparecer. Y el coronavirus es solo la puntilla final. Por ello, existe la posibilidad de que otras sigan el camino de Flybe.

Y no hace mucho, el excéntrico CEO de Ryanair puso en su diana a Norwegian. No es la primera vez que lo hace. De hecho, lleva años vaticinando el terrible final que le espera a la noruega. Y lo cierto es que la compañía no atraviesa su mejor momento: cerró con unas pérdidas de 159,7 millones de euros en 2019, ha reducido un 10% de capacidad y en España aplicó un ERTE.

Además, también ha tomado las primeras medidas contra el avance del coronavirus. La low cost de largo radio ha cancelado 22 vuelos de larga distancia entre Europa y Estados Unidos por la menor demanda entre el 28 de marzo y el 5 de mayo. Dada la incertidumbre y el impacto continuo en la demanda general de transporte aéreo, Norwegian ha retirado su previsión para 2020.

Adiós a las previsiones

Siguiendo esta misma línea, las aerolíneas están optando por retirar sus perspectivas de negocio sabiendo que su capacidad y su beneficio, entre otras cosas, van a sufrir el impacto del coronavirus. Las americanas han sido las últimas en hacer revisiones.

Southwest Airlines (el espejo donde se miró Ryanair para construir su low cost) redujo sus previsiones de ingresos para el primer trimestre; mientras que Virgin Atlantic realizará un recorte salarial del 20% y United Airlines ofreció vacaciones sin remunerar a sus empleados.

Aquí en España, Globalia garantiza a sus clientes la opción de reservar sus viajes sin miedo a los gastos de cancelación. Y su todavía aerolínea, Air Europa, ha lanzado la campaña ‘Eres muy libre de cambiar’, con la que permite volar con descuentos de hasta el 40% y realizar cambios de fechas sin penalización.

Por su parte, IAG reconoció durante la presentación de resultados una demanda “débil” en las rutas asiáticas y europeas y no se atrevió a realizar una previsión de beneficios para 2020. “Dada la continua incertidumbre en relación al potencial impacto y la duración del coronavirus, en este momento no es posible proporcionar una indicación precisa sobre las perspectivas de beneficio para el año 2020”, explicó la compañía.

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