El sandbox fintech español ha conseguido atraer a un total de 67 proyectos a su primera convocatoria. Después de acumular más de dos años de retrasos, esta herramienta de regulación blanda ha suscitado el interés de proyectos en línea con las de otros países europeos que cuentan con mayor recorrido.

A esta convocatoria pionera han acudido proyectos tanto españoles como internacionales, entre los que el Ministerio de Asuntos Económicos ha destacado algunas procedentes de países a la vanguardia en iniciativas tecnológicas como Israel y Canadá. Sin embargo, no se han aportado más detalles al respecto.

En este sentido, la lista de participantes no se hará pública hasta que cuenten con el visto bueno definitivo. Y es que ahora comienza un plazo mínimo de un mes en el que el Banco de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones analizarán las propuestas de cada uno de sus ramos para su evaluación y proceder a la emisión de un informe motivado que señale su admisión o rechazo.

Alargar plazos

Previsiblemente, tal y como adelantaron los responsables del sandbox en su lanzamiento, este plazo se amplíe a dos meses dado el volumen de solicitantes registrado. Así, la Comisión de Coordinación de esta herramienta decidirá sobre este punto el próximo viernes. De este modo, la lista definitiva de admitidos podría retrasarse hasta finales de abril.

Desde este punto, según marca la Ley de Transformación Digital del Sistema Financiero, se abre un periodo máximo de tres meses para establecer protocolos de colaboración entre los promotores de los proyectos y las instituciones supervisoras de sus respectivos ramos de actividad. Entonces entrará de forma efectiva en el entorno de pruebas del propio sandbox.

Biometría y 'blockchain'

Por lo que se refiere a la innovación tecnológica empleada, sí que se han dado pistas de por dónde van las tornas. El Ministerio que capitanea Nadia Calviño ha explicado que la mayoría de los proyectos presentados se fundamentan en biometría e identidad digital, tecnología de registros distribuidos (blockchain), computación en la nube, inteligencia artificial, internet de las cosas (IoT) y big data.

También se ha adelantado que muchos candidatos persiguen la facilitación del cumplimiento normativo mediante la creación de herramientas de automatización de procesos que hasta ahora se vienen realizando manualmente. Asimismo, destacan proyectos para una valoración de riesgos financieros más precisa y la ejecución de transacciones de modo más eficiente.

El plazo para la recepción de estas candidaturas ha estado abierto entre los días 13 de enero y 23 de febrero. Mientras los protocolos de esta primera edición van avanzando, el Tesoro Público comenzará a trabajar en la publicación de la segunda convocatoria, que debería ver la luz a lo largo del próximo junio conforme al calendario previsto, que señala dos convocatorias por ejercicio.

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