El banco de inversión suizo UBS ha elaborado un informe sobre los efectos del Covid-19 en el mercado inmobiliario español en el que destaca que su previsión de que el precio medio caiga en torno a un 6% en 2020.

“El mercado residencial sufrirá un retroceso moderado por la subida brutal (aunque temporal) del desempleo”, analizan los expertos de UBS. De ahí el anunciado retroceso en los precios este año (algo menos en las grandes ciudades y más en localizaciones secundarias) para recuperarlo entre 2021 y 2022.

Varios índices de disponibilidad muestran que el mercado inmobiliario español —después de un ajuste profundo de 2009 a 2013 y una recuperación desigual desde 2014— está ligeramente por encima del valor razonable, en opinión de UBS. Por lo tanto, parece menos propenso a una fuerte caída como resultado de la actual crisis sanitaria y económica. Además, apunta el banco, los precios fuera de las ciudades más grandes y las mejores zonas costeras apenas se han movido en este ciclo.

Mejor viviendas que retail

Los analistas de UBS señalan que la rentabilidad “probablemente será tan desigual como en los últimos años”. “Una migración interna considerable y balances de oferta y demanda bastante diferentes deberían proporcionar más apoyo a las casas ubicadas en Madrid, Barcelona, País Vasco, Baleares y Canarias y las mejores ubicaciones del Mediterráneo (donde esperamos que los precios retrocedan solo un 3%-5%) mientras que en la periferia de las grandes urbes, zonas del interior y lugares turísticos secundarios, los precios de las propiedades podrían caer más que la media”, expone el estudio.

Por ese motivo, UBS muestra su predilección a la hora de invertir para alquilar por los activos Prime frente a los secundarios, es decir, la vivienda y las oficinas respecto a los activos para retail y turismo.

En cuanto a las oficinas, el estudio señala que el escaso espacio vacante y la limitada oferta nueva deberían de evitar una caída sustancial de alquileres (1%-2%) y repunte de rentabilidades (~0,25%). Las valoraciones podrían caer 8%-10% en 2020 y retomar alzas más moderadas (menor demanda) en 2021.

Por su parte, el sector retail lo tiene más complicado. La caída del consumo y del turismo, más espacio desocupado y el aumento del comercio electrónico podrían provocar un repunte de rentabilidades del 0,5%-1,0%, una caída en los alquileres superior al 10% y el desplome temporal de valoraciones por encima del 30%, para recuperarlo parcialmente después, según UBS.

“La crisis podría acelerar algunas tendencias estructurales -compra online, encuentros virtuales, trabajo en casa, entretenimiento doméstico- con profundas implicaciones, pero desiguales en el mercado inmobiliario”, señala el banco suizo.

Por ese motivo, “los inquilinos de oficinas y comercios minoristas reevaluarán sus necesidades de espacio y los inversores previsiblemente reducirán su ‘apetito’ en activos turísticos, entretenimiento y viajes”.

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