Bruselas

La Comisión Europea ha vuelto a rechazar este martes las principales medidas que reclama el Gobierno de Pedro Sánchez a escala de la UE para rebajar el precio de la luz. El equipo de Ursula von der Leyen ve problemas prácticos a la compra conjunta de gas y avisa de que la reforma del mercado europeo de la electricidad que plantea España aumentaría el riesgo de apagones, que el actual sistema ha eliminado.

La enésima negativa de Bruselas a las propuestas de Sánchez se ha producido tras la reunión extraordinaria de ministros de Energía de los 27 que se ha celebrado este martes en Luxemburgo. Aunque al encuentro no ha asistido la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, la delegación española ha presentado un documento en el que pide salirse del sistema europeo de precios de la luz si la UE no adopta una respuesta urgente ante la crisis energética.

"La propuesta de algunos Estados miembros que sugiere que rompamos el vínculo entre las renovables y el gas en la formación de precios significaría posiblemente crear mercados paralelos con el fin de fijar precios para las diferentes tecnologías. De esta forma, el precio de la electricidad sería la media ponderada de dos precios", ha relatado la comisaria de Energía, Kadri Simson, en rueda de prensa al final de la reunión.

"No está claro cómo un sistema en el que los precios son diferentes para las distintas fuentes de energía funcionaría en la práctica y si sería una mejor alternativa al actual diseño del mercado de la electricidad", ha avisado Simson.

"Cambiar el actual modelo plantea riesgos a la previsibilidad del mercado, a la competitividad y a nuestra transición energética. El actual modelo de mercado garantiza la adecuación entre la oferta y la demanda en todo momento. Esto es muy importante para la seguridad de suministro y ha evitado el riesgo de apagones", sostiene la comisaria de Energía.

El Ejecutivo comunitario tampoco está convencido de la utilidad de crear una plataforma conjunta de compra de gas como reclama España, aunque se ha comprometido a estudiarlo de aquí a final de año. "Debemos analizar las ventajas e inconvenientes de este sistema. Hay muchos problemas que hay que considerar: quién pagará los costes de la adquisición y el almacenamiento del gas, cómo se transportará el gas a las diferentes regiones de la UE", ha apuntado Simson.

Profunda división en la UE

El debate entre los ministros de Energía ha vuelto a poner en evidencia la profunda división entre los Estados miembros sobre cómo reaccionar a la actual crisis de precios. Un total de 11 Estados miembros se han sumado al frente común promovido por Alemania contra la reforma del mercado eléctrico que reclama España. 

"Dado que los picos de precios se deben a factores globales, debemos tener mucho cuidado antes de interferir en el diseño de los mercados interiores de la energía. Esto no será una solución para mitigar la subida de los precios de la energía, que está vinculado a los mercados de combustibles fósiles", sostiene la declaración conjunta suscrita por Alemania, Holanda, Austria, los nórdicos y los bálticos.

Nuestro país cuenta con el apoyo (para todas o algunas de sus propuestas) de Francia, Italia, Polonia, Portugal o Grecia. La prioridad para España es desligar el precio de la electricidad del precio del gas y establecer en su lugar un vínculo directo entre el coste medio de producción de la electricidad en cada país y el precio pagado por el consumidor.

De esta forma, se protegería a los consumidores de una volatilidad excesiva y se les permitiría beneficiarse del menor coste de las renovables, sostiene el Gobierno de Sánchez. Además, la delegación española ha planteado fijar un tope al precio del gas.

La siguiente etapa en este debate será la publicación de los informes encargados por Bruselas sobre el funcionamiento de los mercados de la electricidad, el gas y el CO2, que está prevista para mediados de noviembre. A partir de estos estudios, los líderes europeos volverán a discutir la crisis energética en la cumbre de diciembre. 

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